Rehabilitación dinámica: más allá de las lesiones musculoesqueléticas en la escalada
Al revisar bibliografía y pensar en qué artículo escribir sobre escalada y medicina deportiva, nos podemos dar cuenta que la mayoría de los artículos, en distintas fuentes de información, están relacionados al diagnóstico y tratamiento de las lesiones musculoesqueléticas que ocurren en este deporte.
Si observamos detenidamente, la gran mayoría de las lesiones musculoesqueléticas, cuando no requieren un manejo quirúrgico, tienen formas parecidas de tratamiento “inicial” (destaco el “inicial”, ya que la fase previa de diagnóstico y las posteriores de tratamiento tardío y rehabilitación varían según el tipo y gravedad de la lesión).
Invito al lector a recordar alguna lesión sufrida en la escalada. Si tuvieron una evaluación médica completa quizás el proceso fue como sigue:
1. En la primera consulta les realizaron una historia clínica detallada, donde el médico evaluó algunos antecedentes generales como grado de escalada, tipo, cargas y frecuencia de entrenamiento, lesiones y cirugías previas, grado de progresión, entre otras cosas.
2. Luego les realizaron un examen físico detallado, tanto del lugar lesionado por el cual consultaron, como de otros lugares que pudiesen ser factores influyentes en la lesión reciente, por ejemplo, descompensaciones musculares, lesiones previas no tratadas, posturas viciosas, etc.
3. Finalmente el desafío de realizar un buen diagnóstico, muchas veces apoyado en un examen imagenológico que, dependiendo de las distintas sospechas, pudo haber sido una radiografía, ecografía, tomografía axial computada (scanner), o resonancia magnética nuclear.
4. Terminada la etapa de diagnóstico específico de la lesión, y asumiendo que la lesión no requirió de un manejo quirúrgico, viene la etapa de tratamiento en fase aguda y posteriormente el tratamiento tardío y la rehabilitación. En esta última etapa el trabajo en equipo junto al kinesiólogo es esencial. El tratamiento en fase aguda, como ya fue mencionado, generalmente no varía entre las distintas lesiones, y lo podemos recordar por el acrónimo de tratamiento RICE (R: Rest; I: Ice; C: Compression; E: Elevation), cuyo fundamento principal es la disminución del dolor e inflamación en los primeros días.
Como base conceptual de la medicina y kinesiología deportiva, el manejo final y rehabilitación de las lesiones en deportistas debe ser lo más dinámico posible, es decir, no se acepta que un deportista esté sin moverse por mucho tiempo, si no que se intenta que el tiempo de reposo sea el mínimo posible, iniciando de forma precoz el proceso de rehabilitación. En el caso de lesiones que requieran de cirugía por un especialista en traumatología deportiva, los tiempos varían dependiendo del tipo de intervención realizada, aunque la rehabilitación temprana también es algo que se busca.
Como vemos en los párrafos previos, el proceso de tratamiento en fase aguda varía poco, teniendo como principal desafío el manejo del dolor y evitar que la lesión aumente en esos primeros días.
Un desafío mayor podría ser el de ¿cómo prevenir las lesiones en escalada? En otros artículos hemos hablado de que una de las lesiones más frecuentes en escaladores son las lesiones por sobrecarga (ver Último estudio sobre lesiones de la extremidad superior en la escalada por Mati Morán y Entrenamiento y descanso; la clave para lograr la mejor performance por Sergio Miranda), donde el “entrenamiento silencioso” aparece como parte esencial de su prevención (descanso, horas y calidad del dormir, alimentación, hidratación, etc.). Además en la escalada tenemos otro tipo de lesiones, que son las que ocurren por accidentes, donde la planificación y control de riesgos serían factores primordiales en su prevención.
Magíster (c) en Educación Física
Médico 110 Sport & Health Center
Docente Universidad San Sebastián