De Patagonia a Alaska: nuevas aperturas 2013 y un poco sobre este indómito destino para la alpina

La Cordillera de Alaska // Fuente: Wikipedia.

Esta última temporada fue histórica en la Patagonia. Como nunca, no paró de haber extensas ventanas de buen tiempo, que permitieron a los mejores alpinistas de todo el mundo realizar ascensos nunca antes soñados… (ver Locura en el Torre: repeticiones sin clavos de Maestri y más aperturas esta temporada dorada). Logros tras logros pintaron un periodo de dorado. Y es que el atractivo de un lugar que se encuentra en “el fin del mundo” es enorme para los que buscan las más peligrosas aventuras. Por esta misma razón en esta época, en que el Sur se esconde bajo las nubes y el frío invierno, los alpinistas más “extremos” miran exactamente para el otro lado del globo terráqueo: Alaska, lugar en que también se viven condiciones extremas, frío, hielo, mal tiempo, soledad.

Dani Arnold y David Lama en la cumbre del Moose’s Tooth // Colección David Lama. Fuente: Desnivel

Y la temporada Alaskina de alpinismo ya se inauguró entre el 5 y 7 de abril, con la hazaña de los estadounidenses Ben Erdmann, Jess Roskelley y el danés Kristoffer Szilas el Citadel, cordillera Kichatna, quienes abrieron una nueva línea mixta, “Hypa zypa couloir” (1.100m AI5+, M6+, 5.10 R, A3), la cual sigue a la izquierda de “Supa dupa couloir”, abierta en 2003 por Mike Turner, Stu McAleese y Olly Sanders. Para lograr el objetivo, fueron tres días en que tuvieron que soportar un frío vivac sentados en una terraza tallada y pasar otra noche muy incómoda.

El 25 de abril, el “Dios” del alpinismo y auspiciado Mammut, David Lama, famoso por liberar El Compresor en estilo libre entre otras hazañas épicas, junto a su cordada Dani Arnold, completaron una primera ascensión en la mítica cara este del Moose’s Tooth, abriendo una línea de 1.500 metros “Bird of prey”, de hasta 6a, M7+, 90º y A2, en 48 horas desde campamento base a campamento base. Y viéndola negra, pues tuvieron que sobrepasar los tremendos techos, pendientes de 90° y nieve frágil. Esta pared es muy famosa gracias a Jim Bridwell y Mugs Stump, quienes hace más de 30 años, realizaron la legendaria apertura, con el equipamiento de aquellos tiempos, de “The dance of the Woo-Li masters” en el buen estilo y sin dejar material tras ellos, transformándose en verdaderos héroes que inspiraron a Lama y Arnold para darle con todo hasta la cumbre.

Último largo de ‘Hypa zypa couloir’ al Citadel //Kristoffer Szilas. Fuente: Desnivel. 

Alaska vs. Patagonia.

En las montañas de Alaska se han realizado muchas ascensiones alpinas que reflejan sin duda la esencia del deporte. Estas aún esperan ser escenario de grandes aventuras, con sus paredes vírgenes de extrema dificultad, que hacen soñar hasta a los más temerarios. Y es que se trata de una cordillera fiera, con muchas secciones que a nivel orográfico son glaciares, de puro hielo y desplomes, séracs, avalanchas… Tres montañas destacan en el trecho cordillerano: el Denali, el Foraker y el Hunter, por su aspecto impresionante que se asemeja a cualquier ochomil. Es un territorio muy salvaje, con bajísimas temperaturas y un clima adverso. Incluso hace más frío y peor tiempo que en el Himalaya y hay pocas ventanas de buen tiempo. Sí, similar a Patagonia, pero más duro para los alpinistias, ya que no tienen un pueblito como El Chaltén para refugiarse durante el mal tiempo. Quizás por esta razón, se oyen por lo general menos grandes logros en estas tierras desoladas.

La Ruta más Dura de Alaska

“Infinite spire”, en la cara sur del Monte Foraker, 5.304 m, es uno de los muros más díficiles de la cordillera de Alaska: casi 3.000 metros de escalada mixta en granito y hielo. El 2011, el norteamericano Steve House y el argentino Rolando Garibotti realizaron el record de ascensión de la vía, de 7 días a 25 horas.

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Por CHileclimbers. Fuentes: Planet Mountain y Desnivel.