Reintegración progresiva: un concepto poco aplicado por los escaladores
Foto: Jose Yañez yañez // http://eva-lopez.blogspot.com
¿Te ha pasado de estar un tiempo sin poder escalar, ya sea por lesión, trabajo o algún otro motivo y tener más ganas que nunca de volver? ¿Sabías que esta ansiedad que experimentas que te entrega más motivación que nunca puede tener un lado bueno y un lado malo?, ¿sabías que uno puede aprender a aprovechar esta circunstancia? En esta interesante nota, el Dr. Morán nos plantea un tema del cual rara vez se habla, pero que en realidad es muy cercano a todos nosotros… ¡y no sólo aplicable a la escalada, también a varios momentos de la vida!
Me ha tocado ver y conocer varios deportistas, felices por volver a la actividad física, después de una lesión o de un periodo sin entrenar por otros motivos. Ese momento en que la lesión se recuperó, o en que se encontró la motivación para volver a ese deporte que tanto apasiona, ese momento, donde la fuerza psíquica es alta, es un momento con dos caras, en palabras simples, podríamos decir que es un “arma de doble filo”.
¿Por qué la connotación de un “arma de doble filo”?, vamos viendo con detalle esas dos caras. Por una parte, tenemos el lado motivacional, los deseos y ganas de volver a realizar deporte, la ambición de retomar el nivel previo al periodo de detención, la fuerza interior que nos mueve para llegar a esa competencia que nos habíamos propuesto llegar, con el mejor nivel posible. Hasta el momento, todo muy positivo, estamos con una fuerza mental, donde difícilmente algo nos detendrá, tenemos un objetivo, simplemente vamos por él.
El problema viene después, nuestra estado psíquico no se correlaciona con nuestro estado físico, estuvimos detenidos, sin entrenar, sin competir, por una, dos, tres semanas, o quizás meses y hasta años. En este periodo de detención, hemos perdido fuerza muscular, capacidad aeróbica, técnica deportiva, capacidad propioceptiva, en resumen, hemos perdido gran parte de las condiciones físicas que nos permiten realizar el deporte que frecuentamos. Esas condiciones físicas, lo queramos o no, no tienen la misma respuesta que las condiciones psíquicas, ya que en nuestra memoria motora ha quedado el ritmo de trote, natación o bicicleta, el nivel de escalada, el nivel futbolístico, previo a la detención.
Nuestra memoria ha guardado ese último nivel que alcanzamos en nuestro deporte, pero nuestro cuerpo lo ha perdido. Esta disociación entre nuestra memoria motora y nuestra capacidad física actual nos lleva a los problemas frecuentes que tienen los deportistas cuando vuelven de un periodo de detención: lesiones frecuentes, sobrecarga, desmotivación, sobreentrenamiento, entre otros. Aquí es cuando aparece un concepto que utilizamos en la medicina del deporte, concepto conocido como “Reintegración progresiva a la actividad física”, que no es más que lo que dice su nombre, es decir, el volver progresivamente a realizar actividad física, con el fin de prevenir los problemas mencionados previamente.
¿Por qué digo en el título que es un concepto poco aplicado por los deportistas? Principalmente por el hecho de que constantemente llegan a mi consulta deportistas re-lesionados, desmotivados, sobrecargados, porque se recuperaron de una lesión y volvieron “con todo” hacer deporte.
Entonces, si hablamos de ideales, después de un periodo de detención deportiva, ya sea por lesión o por otros motivos, busque asesoría profesional, con alguien que tenga conocimientos en realizar y asesorar un plan físico de reintegración progresiva. Destaco ayuda profesional, ya que no se trata de pedirle ayuda al amigo que leyó una revista, o ese mismo amigo que le recomendó el famoso suplemento deportivo, que tiene resultados mágicos. Ayuda profesional puede ser por un entrenador personal, kinesiólogo deportivo, profesor de educación física dedicado al entrenamiento deportivo o, un médico del deporte.
Ahora, si hablamos de condiciones no ideales, donde por motivos personales no tiene como acceder a alguno de esos profesionales, mi recomendación es tan simple como: “volver lentamente a realizar deporte después de un periodo sin entrenar”. Un ejemplo sobre esto son (es sólo un ejemplo, ya que finalmente depende de cada persona): si normalmente escalaba 5 veces a la semana, grado 10d y por 2 horas cada vez, al retomar empiece con 2 veces a la semana, grado 10a o 10b, por máximo 1 hora, tome esta semana como la semana Nº1 de reintegro. Las siguientes semanas aumente 20 minutos, sin aumentar la cantidad de veces a la semana y, cuando llegué a la semana Nº5 (ya estará escalando 2 horas cada vez) aumente a 3 veces a la semana, y según como se sienta, aumente a grado 10c. Como le digo a mis pacientes con reintegro progresivo: “hay que jugar con los tiempos, grados y veces por semana, pero siempre teniendo presente que debe ser progresivo con los tres parámetros”.
Este concepto de progresión se aplica a todos los deportes, tanto en periodos de reintegro como en periodos continuos de entrenamiento. Lo que realice de forma progresiva dependerá del deporte, pero en la mayoría será la duración del entrenamiento, las veces por semana y el grado de dificultad. Lo invito a aplicarlo, se evitará lesiones y disminuirá el tiempo sin realizar actividad física.
Matías Morán Bravo