«¿Desventaja u oportunidad?»: los beneficios de escalar sin magnesio.
Muchas veces llegamos al gimnasio o a la roca sin un gramo de magnesio. No queda nada en ninguna parte ni siquiera en las manillas del muro. Muchas veces esto nos genera una inquietud inmediata y nos predisponemos de manera negativa frente a la sesión de escalada. Pero, ¿Es necesariamente algo malo?.
El no tener magnesio en una sesión de escalada pone a prueba no sólo el manejo de nuestra ansiedad, para evitar sudar más de la cuenta, sino que a la vez desafía nuestra técnica al momento de escalar. Esto debido a que, al no poder depender enteramente de mis manos para asegurar el paso, deberé descansar más sobre mi técnica, puntualmente a la prolijidad de mi trabajo de pies y el dominio de mi cadera. Sin duda es un desafío, sobre todo si se trabaja con romos y sloppers, pero si pueden traer multiples beneficios y aprendizaje a nuestra escalada.
En el lado opuesto, hay gente que depende en exceso del magnesio, donde llegan a utilizar una bolsa de 300 gr de magnesio al mes. Al ser tal el grado de dependencia del magnesio, en el momento de no tenerlo, el rendimiento deportivo del escalador decae estrepitosamente. Hay rutas que no te dejan magnesio y si no he entrenado el control de mi ansiedad y mi técnica sin magnesio, las probabilidades de caer aumentan inmediatamente.
Es por estos motivos que incorporar sesiones de escalada sin magnesio, ya sea de Boulder o ruta, pueden significar una estrategia para mejorar aspectos técnicos y mentales al momento de escalar.
Esto provocará que si genero una costumbre de no usar magnesio habitualmente, cuando llegue el momento de un campeonato o el pegue del proyecto, el magnesio tenga un efecto mayor en mi ascensión.
Sin duda puede ser una experiencia algo incomoda, pero realizarlo de manera periódica, con una o dos veces por semana, puede ayudar a generar un hábito, el cual tendrá implicancias positivas en nuestra escalada.