EL AUTODIÁLOGO EN LA ESCALADA
El diálogo interno es un elemento importante en el ámbito deportivo, el cual se reconoce como una herramienta clave en el rendimiento. Se puede definir como una comunicación reconocible sintácticamente, es decir, a partir del orden y función de las palabras. Desde las características se puede expresar internamente o en voz alta, y a su vez, incluir palabras de connotación positivas o negativas.
Estos pensamientos pueden interferir en nuestro estado emocional, generando un ciclo de mayor malestar o bienestar. Por ello, es importante hacer consciente estas palabras automáticas y en lo posible, emplear estrategias para disminuirlas o transformarlas.
La esencia está en identificar, detenerte un momento y poner atención al contenido de tus pensamientos. ¿eres consciente de cómo te hablas a ti mismo?, ¿crees en las palabras que te dices?, ¿qué te genera emocionalmente lo que estás pensando?.
Luego considera si tu estado emocional tiene relación con lo que piensas ¿será que mis emociones están influyendo en mis pensamientos? Por último, evalúa si puedes hacer algo con los que piensas ¿qué acción puedo tomar al respecto?.
El autodiálogo influye en cómo nos predisponemos ante una situación, por esto es esencial analizar los momentos en que estos son más predominantes. Considera que tus pensamientos te entregan información útil, generando un impacto en lo que haces, así es que la idea es poder alcanzar un balance entre el control de pensamientos y el autohabla positiva. De lo contrario, podrían aparecer errores en la interpretación del momento vivido.
Desde lo estratégico, la reformulación como recurso te permitirá cambiar tu perspectiva, no es lo mismo pensar ‘’soy un fracaso’’ a sugerirte ‘’que puedo hacer para mejorar’’. Por ejemplo, supongamos que ocurre algún acontecimiento activador como observar una caída de varios metros en una ruta de dificultad. Ante esto, podrías asociar creencias como el hecho de pensar que te pasará lo mismo cuanto tú lo intentes, y antes de comenzar la ruta ya estarás convencido de que caerás en el mismo punto y que definitivamente no podrás encadenar.
Si logramos detectar estos pensamientos se pueden detener a partir de palabras claves, sonidos o imágenes ‘’vamos yo puedo, se perfecto lo que tengo que hacer’’. Para luego transformar y reemplazar el pensamiento a partir de un autodialogo positivo, que en suma se expresará a partir de un cambio en la actitud y conducta ‘’actitud determinada’’. En ocasiones, tenemos que lidiar con la aceptación de objetivos desafiantes, ya que, estos nos podrían movilizar a la acción de una forma motivante, y desde la práctica redirigir el pensamiento negativo y/o irracional a uno funcional ‘’se perfecto como resolver el paso’’.
Desde las sugerencias se recomienda la conciencia de pensamientos, prestando atención a lo que te dices a ti mismo, la forma y las palabras que utilizas y te diriges en momentos previos o al momento de escalar. Promover un autodialogo resolutivo y orientado al éxito es lo esperable ‘’lo voy a disfrutar’’, y cualquier otro que sea útil y te movilice a la acción. Aunque es difícil lograr el cambio inmediato, es un proceso que requiere ser reforzado, a partir de habilidades que pueden ser mejoradas y capacitadas.
También es importante desde la planeación estructurada incluir los logros, alcances y experiencias positivas, agradables y/o exitosas que has tenido en relación a tu desempeño. Considera la información de experiencias anteriores, y revive esas instancias, ya que es probable que te recuerden de lo que eres capaz y generen un efecto en tu confianza. Puesto que, las experiencias pasadas también determinan nuestras percepciones futuras.
Por lo tanto, integrar un análisis anticipado es una estrategia útil que potenciar tu eficiencia y sentido de autoeficacia al momento de escalar. Desde la autoevaluación de movimientos óptimos, lectura, visualización de la ruta, o identificación de momentos importantes a lo largo del intento. La idea es ir lo más preparado posible y recordar que mucho puedes hacer para optimizar tus recursos antes y durante la ejecución.
Sabemos que no siempre es sencillo alcanzar el autocontrol y gestión efectivo de los pensamientos y emociones. En la escalada todo se presenta de manera veloz y casi automática, por lo que es esperable que no todo pueda estructurarse de forma inmediata. Por lo mismo, se recomienda facilitar este trabajo mental de forma anticipada. Estas estrategias nunca están demás y te podrían aportar información relevante. ¿Qué tipo de pensamientos son? ¿en qué momentos aparecen?, ¿cómo me hacen sentir? ¿interfieren con mi concentración? ¿a qué creo que se debe? ¿qué me podría ayudar a limitarlos?.
Por último, la especificidad y el propósito son elementos transversales, al igual que la gestión emocional, la suma de estos aspectos pueden integrar una visión más amplia de tu funcionamiento interno y al mismo tiempo potenciar tus capacidades.
Camila Chia V.
Psicóloga especialista en deporte