Juliana García, una mujer fuerte que rompe esquemas
Hasta hace poco, el espacio que tenían las mujeres en el mundo de los guías de montaña era casi inexistente, pero Juliana García disputó su sitio, exclusivo de hombres por mucho tiempo, y se convirtió en la primera mujer latinoamericana en ser certificada oficialmente por la Federación Internacional de Asociaciones de Guías de Montaña (IFMGA)
A sus 34 años, está cursando su segundo periodo como presidenta de la Asociación de Guías de Montaña del Ecuador, gremio que comprende más de 200 personas. Además, hace dos años es parte de la mesa directiva de la UIAGM en Europa, compuesta por 5 representantes de los principales países del viejo continente (Francia, Italia, Austria, Suiza y Alemania) y dos representantes para el resto del mundo: uno de ellos inglés y el otro lo ocupa Juliana.
Oriunda de Ecuador, su vida se divide entre Perú, Estados Unidos Europa y su país natal. La guía de montaña admite que desde pequeña su pasión era estar afuera, escalar, estar en contacto con la naturaleza, correr, andar en bici, hacer rafting. A los 13 años realizó un viaje que marcaría su futuro: Se fue sin su familia con 47 personas más a pedalear por 5 meses a Brasil. Ese sería el primer voto de confianza de sus padres, quienes le entregaron una educación basada en la comunicación y en el aprendizaje del ser humano, lo que reconoce, ayudó mucho a su crecimiento personal
Un tema de género
A Juliana no le gusta dar consejos ni charlas al respecto; prefiere compartir su experiencia personal y desde ahí motivar a más mujeres para que se atrevan a cumplir sus sueños. “Hay un cambio generacional importante”, señala. “Si otras personas ven a alguien que ya lo hizo, ya no es tan lejano. Mi rol ha sido importante para influenciar a estas mujeres. Al ver que yo puedo, ellas también se atreven a intentarlo. Tuve épocas duras donde no sabía si hacía las cosas por demostrar algo o por mi, pero luego reflexioné: ¡No va por ahí!”
¿Desde tu punto de vista, es complicado ser una mujer empoderada en este contexto?
Totalmente, más aún en Sudamérica. Es un tema complicado, porque el machismo está muy integrado en nuestra sociedad y cala muy profundo El género masculino tiene un rol de supervivencia y las mujeres otro. Nosotros estamos aquí para preservar la especie, esta en nuestros genes desde lo mas profundo, y el género masculino esta ahí para cuidarnos y luchar. Si ves una estadística de accidentes de montaña, los hombres han tenido muchos más accidentes que nosotras las mujeres porque para nosotros es mas fácil dar un paso atrás. Lo interesante es que no es ni bueno ni malo, es un hecho, eso existe. Y los dos géneros tenemos que entenderlo, aceptarnos en nuestra realidad.
¿Como te ha afectado el hecho de ser mujer en tu carrera como guía?
Culturalmente este tema ha evolucionado mucho. Ya no es extraño que los clientes vean a una mujer en este cargo, hoy hay una apreciación mas amigable. Nuestro sexto sentido, el ser sensibles y simultáneamente fuertes nos hace ser un buen complemento.
¿En qué punto se diferencia tu carrera como guía y tu carrera como deportista?
Hay gente que se dedica a trabajar o a su carrera de atleta, y hay gente que las combina. Lo que hago como guía y deportista es lo mismo, esa brecha ya no existe para mi. Nunca ha sido mi prioridad, por ejemplo escalar octavos, no estoy ni ahí con eso, nunca competí tampoco, ese lado no es lo mío. Con mi grupo cercano de gente intentamos ponernos objetivos mas potentes por lo menos una vez a cada dos años, abrir rutas nuevas o ir a meterse alguna pared. Antes pensaba que algunas cosas eran solo aplicables cuando uno estaba guiando, pero la verdad es que deberías aplicarlo todo el tiempo. La típica es hacer tus deberes bien hechos cuando vas a guiar. El plan del día, averiguar sobre las condiciones climáticas, investigar el terreno donde vas a ir, etc. Pero cuando te vas con los amigos no lo haces, porque todo el mundo te dice: ¡no seas exagerada!, sólo vamos al Cajón del Maipo. Eso lo he aprendido muy bien, y ahora donde sea que vaya lo hago, porque estos errores se generan por un factor humano, exceso de confianza y presión social.
¿Qué es lo que más te gusta hacer?
Me gusta mucho la escalada alpina, cosas que involucren estar en la montaña y te permitan ser creativo. Me encanta el multilargo, mi objetivo nunca será encadenar un single pitch duro, no me parece aburrido, sólo no le voy a poner energía a eso. Quiero hacer cosas que me desafíen mentalmente y no solo desarrollar mis músculos. Por ejemplo, el ski; un deporte que requiere aprender una técnica, que por mas fuerte que seas físicamente, si no trabajas la cabeza es difícil progresar.
¿Qué piensas sobre el feminismo?
No estoy ni ahí con el feminismo, creo que es irrelevante. Me parece increíble que haya mas mujeres haciendo más cosas y se motiven a subir de nivel, nos motivemos a seguir aprendiendo, pero no creo que eso merezca más atención. Tenemos el mismo derecho que nos aplaudan por hacer una vía a nosotras que a ellos. Son las capacidades como individuos y no como género las que nos definen.
En sincronía con las tendencias que marcan el mundo, esta montañista apasionada, embajadora de Patagonia, espera que su trayectoria anime a otras mujeres a hacer de la montaña una carrera
¿Cual es tu misión?
Mi misión es que la gente se ponga de acuerdo, la asociación, la federación, los guías, etc. Soy mediadora entre los unos y los otros. Cada uno tiene su visión, nadie sabe como funciona nada y todos creen que tienen la verdad absoluta y los egos unos mas grandes que otro.
Te introdujiste en la nieve, un mundo que no era familiar para ti y ahora eres docente de avalancha ¿Cómo fue este proceso?
Mi curva de aprendizaje en conocimiento sobre rescate y avalanchas, es exponencial a mi nivel técnico de ski, el que obviamente tardará mucho más. Para que exista una avalancha, se deben cumplir 3 factores: pendiente, nieve y alguien que lo gatille. Esto pasa en cualquier cerro, esté con raquetas, con skíes, con grampones, con lo que estés. Por eso está bueno saber Al principio eres un ignorante porque el que nada sabe nada teme, luego empiezas a saber un poco mas y la confianza sube, luego piensas que sabes mucho y te das cuenta que no sabes nada, te aterrorizas y no quieres salir a ningún lado después de una tormenta. Y después otra vez aprendes más Y dices: ¡ah si!, puedo salir si es que me mantengo en el terreno adecuado y hago las evaluaciones pertinentes. A medida que aprendes vas ganando confianza pero nunca debes olvidar de lo mas importante: “no confiarse y no caer en la visión de túnel, donde ves sólo lo que quieres ver”
¿Has tenido amigos que han muerto en la montaña? ¿Cómo ha afectado eso en tu carrera?
He tenido muchos amigos que han muerto y que han tenido accidentes pero eso no ha afectado mi carrera. Tal vez los latinoamericanos no aprendemos de los errores, es algo que se debería hacer. Cuando hay un accidente es importante reflexionar y conversar sobre sus causas. Entender como fueron las cosas y analizar el antes, el durante y el después, para entender dónde estuvo el error, porque de los errores aprendemos todos.
¿Porque enseñas sobre avalanchas en ecuador a pesar que no tienen nieve?
La educación de avalanchas no es solo para esquiadores. Hay muchos accidentes en la montaña de escaladores que han muerto por causas que no sabemos, muchas veces lo adjudicamos a la dificultad de la vía, pero quizás murieron porque había una placa persistente allá abajo y no supieron reconocerla, porque seguimos sin entender la importante relación que existe entre el montañismo y la educación de avalanchas. No entiendo porque han pasado tantos años sin que esto cambie. Es una reflexión para hacerse, nadie conecta las dos cosas y toda la gente que interactúe con la nieve y el ángulo de la montaña tendría que saber.