Chequeo cruzado, la regla de oro de la escalada.

El siguiente artículo tiene como fin concientizar a la comunidad de la importancia que tiene el chequeo cruzado antes de comenzar la práctica de la escalada con cuerda.

No hay que hacer el chequeo cruzado por mera responsabilidad, al contrario debe ser hecho con cautela y ganas de encontrar algún error en los sistemas de unión u otros, de tal manera que el Chequeo cruzado se realice de manera correcta y no solo como una mirada de “reojo” al mosquetón y al nudo.

Este artículo en ningún caso es un manual de “hágalo usted mismo” y no cumple el rol enseñar. El presente material solo tiene la intención de remarcar los puntos críticos que deben chequearse si o si antes de comenzar la escalada y enfatizar que la revisión debe ser un ritual para buscar cualquier error que pueda existir en el equipo y su utilización.

Al practicar una actividad riesgosa, debemos ser responsables y constantemente reforzar y actualizar los conocimientos que ya deben haber sido enseñados por personal calificado.

El chequeo cruzado es sin duda la regla de oro en la escalada. Este protocolo consiste en revisar todo el material que utiliza tu compañero de cordada, ver si esta en buen estado y si su instalación ha sido correcta, siguiendo los consejos de utilización del material que especifica cada fabricante en sus manuales.

A continuación les consignamos  como debiera realizarse un chequeo cruzado para cumplir con el protocolo y asegurar que todo esté en orden.

Lo primero que debemos revisar sería el estado del arnés y si esta bien puesto, ajustado en la cintura y sin torceduras tanto en las perneras como en la anilla ventral. Luego verificar que las correas estén bien instaladas en las hebillas. Ojo, que antiguamente había unas hebillas a las cuales había que pasarlas dos veces para que queden aseguradas, aunque en la actualidad la mayoría de los arneses vienen con las que se aseguran solo ajustándose bien en una dirección.

Luego se debe revisar la cuerda, ver si esta en buen estado y si tiene el diámetro que necesitamos para nuestro sistema de seguridad, junto con revisar la longitud necesaria para la vía que queremos escalar. De todas maneras es importante hacer un nudo al final de la cuerda para prevenir la caída del escalador si se acaba la cuerda.

Siguiendo el protocolo, debemos revisar si el nudo de encordamiento está bien ejecutado al arnés, es decir que esté bien tejido y peinado con una distancia de 4 dedos máximo entre el nudo y arnés. El cabo restante también debe tener como mínimo 4 dedos app de longitud.

Muchos escaladores utilizan otros nudos de encordamiento que no son el «ocho», sin embargo recordemos que el ocho es el nudo más seguro con el que podrían encordarse, y si por alguna razón quieren comenzar a usar otros nudos certificados para realizar sus maniobras, asegúrese de tener toda la información necesaria y ejecute su nudo a la perfección.

Es bastante común que el escalador este ejecutando su nudo para escalar y por alguna razón se distraiga (generalmente por que le conversan) dejando el nudo a medio terminar y comienza a ponerse las zapatillas u otra cosa olvidando terminar su nudo. Por esta razón les recordamos que siempre es bueno NO distraer a quién se esta preparando para escalar, ni tampoco a quién esta a punto de asegurar, ya que cualquier error puede provocar la muerte.

Mientras el nudo está siendo inspeccionado, la contraparte deberá revisar  si el sistema de seguridad está bien instalado en la cuerda y en el arnés, con su respectivo mosquetón con el seguro cerrado.

Existen muchos sistemas para asegurar, tantos como marcas hay en el mercado, y cada uno tiene su propia técnica de utilización. Sin embargo no es recomendable comenzar a usar nuevos sistemas de seguridad sin estar muy familiarizado con ellos. Cada sistema de seguridad trae un manual de uso, el cual te recomendamos leer antes de hacer uso del sistema.

Recuerda que la escalada es un deporte de riesgo y por ello requiere de toda nuestra atención y concentración mientras la practicamos. Especialmente con nuestra cordada ya que muchas veces la vida e integridad de ella está en nuestras manos.