Reporte de Tomás Ravanal sobre su último año y el encadenamiento de «La Rambla» 9a+

Categoría: Escalada

Esta ruta ha estado en mi mente desde el año 2008, cuando fue la primera vez que viaje a Siurana, España, con tan solo 3 años de experiencia en este deporte. En aquel año no contaba con mucha experiencia en la escalada, pero si con mucha motivación y energía de sobra para aprender. No me preocupaba ni por las condiciones climáticas, ni del cansancio, lesiones o frustraciones, eran cosas que aún no había visto en altos niveles y en carne propia… en ese momento todo era aprendizaje y mucha dedicación, todo daba igual, solo quería escalar y aprender a desarrollar mis herramientas para desenvolverme por las rocas que me gustaban trepar. Obviamente en ese momento estaba como loco con tantas rocas perfectas de color naranjo alrededor mío, las que de una u otra manera me abrieron la mente para seguir aprendiendo en el camino del guerrero.

El 2017 fue un año bastante difícil en términos mentales, ya que había vivido un buen 2016, cumpliendo objetivos que me eran difíciles de creer posibles, como entrar dentro del top 15 en alguna etapa del circuito mundial. A finales del 2016 me lesioné el dedo gordo de mi pie derecho, fue una compresión en la articulación la cual me tuvo con un dolor agudo durante unos 7 meses, luego de un largo tratamiento con centro «El Maqui» y otros especialistas, logré aliviar un poco el dolor y ponerme de nuevo la zapatillas de escalada, lo cual abrió una gran esperanza para competir el 2017 y poder realizar mis proyectos.  Sin embargo después de tener que empezar a usar de nuevo una zapatilla un poco más apretada para poder competir, el dolor volvió, pero esta vez no solo volvió el dolor intenso, sino que a niveles mentales me machacó y no tuve la capacidad de controlar la situación haciéndome más daño en el dedo pie, al querer seguir escalando y entrenando sin escuchar a mi cuerpo.

En términos de competencias, no me fue como yo esperaba y antes de la última etapa en Arco, donde sabía que podía tener un buen rendimiento, me lesioné la rodilla izquierda, no fue nada grave, pero ya me sentía bastante roto y sin la confianza necesaria para llegar al top.

Después del fin del circuito mundial para mí, tomé la decisión de comprar una furgoneta grande, la cual equipé para poder vivir dentro e irme a España a escalar en roca y darle un descanso al cuerpo… Lo cual no fue tan descanso ya que demorée como 1 mes y medio en equipar toda la furgoneta para estar tranquilo y así poder ponerle toda la energía a la escalada. Una vez con furgoneta lista, decidí acabar unos asuntos pendientes, no era nada tan serio pero realmente quería llegar a la cadena de «Estado Critico», no solo por que era un 9a, ya que obviamente me interesa superar mis límites, sino también por que era una ruta que me incomodaba, no se adecuaba muy bien a mi estilo, y mi cabeza simplemente se encerró en el deseo y la obsesión de realizar una ruta 9a, la cual sinceramente yo sentía que estaba debajo de mi nivel físico, pero a nivel mental me mató.

Bueno cuando fui a afrontarla después de todo el año lesionado y aún con alguna molestia en el dedo, y sin haber entrenado mucho debido a la compra de la furgoneta y los tramites para conducirla, más el tiempo que me tomo equiparla, en total con un parón de 2 meses aprox. sentía que todo podría salir mal. Sin embargo la ruta ya la tenia matizada, estaba en la cabeza y en el cuerpo, solo tenia que dejar que pasara. Y así fue como el 10 de Octubre al tercer intento del 2017, encadené este rutón, el cual me ayudó a volver a mi confianza y me inyectó más motivación para seguir dándolo todo.

Desde este momento que el sueño de hacer una vía como «La Rambla» empezó a tomar forma y a tornarse poco a poco en realidad. En un  principio sería una ruta que se adecua a mi estilo, teniendo alrededor de 80 movimientos, compuesto por un 8a+, luego un 8c y luego un bloque de 7c+, sin embargo la ruta tiene pasadas muy incómodas y explosivas, donde hay que controlar el equilibrio entre el reposo y los movimientos duros, durante unos 20 minutos de escalada, tiempo que me demoré en llegar a las cadenas.

Cuando empecé a probarla, solo me enfocaba en la parte de arriba, en lograr hacer todos los movimientos, los cuales se me dieron bastante fácil, ya que son más de compresión y no tan largos y dinámicos, lo cual fue bastante alentador, sin embargo el hecho de llegar al bloque en buenas condiciones lo veía bastante complejo.

Un día llegue a la pared y me sentía distinto, liviano, comencé a escalar y llegue hasta el crux sin mucho cansancio, pero no tenia bien interiorizada toda la sección más compleja, por lo que caí allí. A pesar de caer fue un gran avance y me di cuenta que si podía llegar al bloque, (Fue todo más un tema mental que físico) luego hice desde el descanso hasta arriba, teniendo la via con una sola caída… lo cual en ese momento parecía ser bastante cerca de encadenar.

Un día llegue a la pared y estaba Dani Andrada y Gonzalo Larrocha, 2 grandes escaladores españoles quienes motivan solo por ver su empuje y ganas de escalar. Ese día trepé bastante relajado y logré caerme en medio del crux, en un movimiento bastante complejo de mucha posición y sensación. En un principio ejecutaba ese movimiento con un cambio de pies para tomar una presa invertida con mano izquierda, pero era demasiado violento, por lo que sentí que podría caer allí muchas veces.

Esta sensación me hizo tomarme la vía de otra manera que «Estado Crítico» y la solté por completo, me puse a probar a la derecha de «La Rambla», » 20 años después» 9a y «Sin ácido clorhídrico, un proyecto (8c+), estuve allí trabajando un tiempo y cuando ya empecé a sentir bien estas vías, empecé a intercalar pegues con «La Rambla», hasta que un día volví a caer en el invertido, pero iba como nuevo, lo que me hizo parar, pensar y analizar que debía cambiar.

Como cualquiera que quiera mejorar en lo que hace, busqué otras técnicas para ver que sucedía en el movimiento, ya que habían 3 métodos diferentes de hacerlo, pero solo cambiaba el juego de pies. y me puse a mirar el video de Adam Ondra y claramente noté como él no bloqueaba en la presa, sino todo lo contrario, estiraba el brazo y se sentaba en el pie, traspasando el peso a la mano derecha y tomaba el invertido de una manera muy tranquila y estática. cuando noté la diferencia, dije ok!. Pero es Adam Ondra, el se posiciona como quiere donde quiere.

Pero luego cuando vi el video de la Margo Hayes y noté que hacia el mismo gesto que Adam, me dije a mi mismo, sin siquiera probar ese paso, lo haré así. Al otro día en la ruta, probé el movimiento con el método de Adam y Margo mientras calentaba y me salia muy fácil, la verdad que no era bloquear y hacer fuerza, era dejarse caer en el brazo derecho y tomar el invertido en un equilibrio perfecto. Sin embargo al segundo pegue volví a caer en el paso, pero ya sentí todo distinto, así que decidí no darle más y descansar un día completo. Mas que nada para recuperar piel, ya que es super difícil no abrirte los dedos si escalas muchos pegues en el Pati.

Después del Martes de descanso, sabía que «El Pati» estaría con menos gente, ya que todos se habían reventado escalando lunes y martes y que el clima estaría mejor. Aproveche este momento fui con mi compañera de vida, Karla Kocking , quién me aseguró en un pegue de lucha hasta las cadenas de «La Rambla».

Quiero agradecer especialmente a Adidas Terrex por creer en mí como deportista y por todo el soporte que me han dado para cumplir mis sueños y seguir mejorando haciendo lo que mas me gusta hacer; ESCALAR!

También quiero agradecer de todo corazón a mi familia, amigos y a todos los que me apoyan para seguir metiendole.

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