Simples y útiles consejos de una viajera, por Pepa Valenzuela

Escribo sobre la mesa de una café, en el terminal «Cruz del sur» en Lima. He llegado sola, mis amigos llegarán en un par de días a Huaraz, en donde nos encontramos.

Ahora escribo tranquilamente mientras espero el bus, pero debo confesar que hasta hace poco no lo estaba. Todo gracias a la histeria de mi padre, que se asusta y me asusta de que venga sola a lugares como Lima:

– Josefa, recuerda repartir el dinero.
–  Toma los taxis oficiales
– Cuando tomes el taxi, revisa la ruta en el Waze.
– No dejes nada de valor en tu mochila.
– No le digas a nadie que no has estado en Lima.
– Estas segura que hay pasajes?

Aaaah! Yo no suelo ponerme nerviosa, creo que energías lindas atraen energías lindas y que ver televisión genera pánico en las personas como mi papá, pero después de todo, un poco de pánico entró en mi y cuando la policía internacional me pregunta si ya había estado allí ∆ me puse toda nerviosa, acordándome de mi papá! ∆le digo que nunca he estado en Lima? .- pensaba .- y si la policía quiere robarme?  Y le avisa a la gente que nunca he estado en esta ciudad y no conozco las calles. Que le digo?! .- pensaba

Finalmente todo resultó bien y me avergüenzo de mi comportamiento «gringo» creyendo que la burbuja en donde vivo es el único lugar seguro ( que si hablamos de Santiago poco tiene de seguro) » Be careful in the latín jungle dude»
Pero debo advertirle a mi familia, que tanto se preocupa por mi, que por más optimista que yo sea, y buena suerte que tenga, no es recomendable darle rienda a mi imaginación, porque puedo crear toda una Hollywood story aquí ( y eso que no veo tv)

De todas formas, aquí in the latín jungle, no hay reglas y quien se pueda aprovechar del que pestañea, lo hará. Así que algunos tips, nunca irán mal, en especial para los que son de mi tribu: voladitos y dispersos.

Primero debemos entender que la frescura esta en todos lados, atañe a grandes y pequeños, policías o ladrones, empresas o personas, etc, etc.
Entendido lo básico, vamos a partir por las empresas.

Aerolíneas «high» cost… Las odio! Porque si eres una persona que cambia de opinión durante el viaje como yo, siempre vas a perder plata con estas aerolíneas. El «low cost» está hecho para exprimir cada peso a costa de todas las equivocaciones que puedas cometer.
Revisa que hayas incluido el equipaje al momento de comprar el pasaje, suma todas las tasas y calcula si realmente es más barato.
Asegura bien tus bolsos, especialmente las mochilas.
Lleva alimento! Ahora ni siquiera dan agua, pero encontré el truco perfecto para no morir de sed, el hielo aún es gratis!

Seguro de viajes; Existe una página web ( comparaonline) que como dice el nombre , compara precios de distintas compañías. Ahora lo importante aquí, para todos los que practican deportes al aire libre es ver si incluye protección en caso de accidentes deportivos.
No es un misterio que a las aseguradoras les gusta estafar a la gente con mala comprensión lectora o quiénes ni siquiera prestan atención al texto,lo cierto es que casi ningún seguro, cubre accidentes deportivos. Cuando busqué en la página, el único que encontré, fue el de Euroamerican Assistant y por un precio bastante razonable.
Taxis oficiales: son más caros, y el precio lo debes consultar en caja,pero no te pueden estafar.

También existe la opción de un uber, que al parecer funciona bien en todos lados, pero mi celular nunca me ha dejado instalar la aplicación así que soy una ignorante en el tema.

Buses; Cruz del sur ofrece un muy buen servicio, buses de primera calidad, con televisores individuales (todo lo que no tuve en el avión volando por «los cost»)  y el terminal tiene wifi abierto.
Los pasajes son algo más caros, pero la seguridad y el confort lo valen, de todas formas si lo compras con tiempo, tienes la opción de comprar algunos asientos con precios rebajados.

En fin quizás ustedes tienen más tips, quizás ya lo sabían, aunque nunca están demás y para seguir gozando y disfrutando, no hay que olvidarse de ir bien vivitos en nuestro andar, que cocodrilos hay en todos lados.

Por Pepa Valenzuela.