Burnout: Que significa estar «quemados» en el deporte
Andar quemado no es un mero dicho. O en Chile nos indica de alguien que anda o se siente de mala suerte. Pero esto es real, es complejo, y se pasa mal. Se llama el Síndrome del quemado o Burnout, y se empezó a estudiar en profesores, en personal de salud, y en general en las profesiones y roles que tienen una fuerte exposición con personas como usuarios. Nos fundimos psicológica o emocionalmente.
El burnout en el deporte y en la actividad física es un “síndrome psicológico de cansancio emocional y físico, disminución de los logros y devaluación deportiva” (Raedke y Smith, 2001). Esta definición se centra en el agotamiento físico y mental, la reducción de interés en el deporte y una disminución en el rendimiento. Diversos autores asocian este concepto con otros precursores (o que serían previos al burnout) como: sobreentrenamiento, estancamiento y retiro.
Sobreentrenamiento: implica que el deportista se entrena más allá del nivel ideal para su máximo beneficio. Este puede llevar -de ser mantenido- al estancamiento y al burnout.
Sobreexigencia: forma de sobreentrenamiento de corto plazo y que es parte de un entrenamiento normal. Es sinónimo de sobrecarga. Debe ser administrado por corto tiempo y de manera metodológica, para no pasar a sobreentrenamiento.
Estancamiento: al comenzar un deporte o actividad nueva, nuestro progreso es rápido y sustancial. Llegando en un mediano plazo a una etapa de meseta, en donde el avance se detiene pese a los esfuerzos, provocando frustración y desilusión. Este mismo fenómeno ocurre al sobreentrenarnos y no avanzar tal como quisiéramos.
El síndrome sería un “fuego interno” que consume la motivación de los deportistas; de ahí que sea más preciso hablar de agotamiento emocional, cuando lo observamos afectando a la motivación del deportista. Esta es la razón por la que actualmente la mayoría lo denominen burnout (“estar quemado” o “estar carbonizado”), cuando se aprecian las tres dimensiones que configuran el síndrome en deportistas.
Se considera que el burnout en deportistas se caracterizaría por una pérdida progresiva de idealismo, energía y motivación, apareciendo un estado de fatiga, incremento de la irritabilidad y pérdida de entusiasmo, producido por un “trabajo” duro realizado durante demasiado tiempo en situaciones de alta presión.
Las fases que podrían caracterizar a este síndrome:
- El sentimiento de entusiasmo y energía empieza a disminuir
- Abandono y angustia
- Pérdida de confianza y autoestima, depresión, alienación y abandono.
Modelos para entender y explicarnos el burnout hay varios y detallarlos acá no tiene sentido. Dejemos eso para las clases de psicología deportiva.
Síntomas fisiológicos y psicológicos del burnout
Síntomas fisiológicos
- Aumento de la frecuencia cardiaca en reposo y actividad.
- Aumento de la presión arterial en reposo.
- Aumento del dolor y fatiga muscular.
- Aumento del insomnio.
- Aumento de los resfriados y de las infecciones respiratorias.
- Disminución del peso corporal.
- Disminución de la capacidad aeróbica.
- Disminución del libido y apetito.
Síntomas psicológicos
- Aumento de los trastornos de los estados de ánimo.
- Aumento de la percepción de agotamiento fisico, mental y emocional.
- Disminución de la autoestima.
- Cambios negativos en la sociabilidad y trato hacia otros.
Reacción negativa y acumulativa al estrés diario.
Lo que si tenemos -gracias a las investigaciones- es una serie de síntomas físicos y psicológicos. Con este síndrome que se produce una reversión de los beneficios de realizar deporte (ASI QUE NO SIEMPRE ES BUENO HACER DEPORTE: todo tiene un límite); sufren la pérdida de apetito y libido, aumentan los resfriados e infecciones respiratorias, pierden peso, problemas para dormir, se vuelven irritables o se deprimen, tienen agotamiento, baja la autoestima, y atraviesan difíciles momentos en sus relaciones.
Para prevenir:
- Sistema de evaluación continuo -y consciente-: psicólogo y sobre todo el entrenador -por el grado e intimidad en el conocimiento del deportista- deben estar constantemente evaluando, sondeando a los atletas. Es el entrenador el que más conoce los detalles de la personalidad, conductas y rendimiento de sus pupilos.
- Estructuración “racional” del entrenamiento deportivo: por un lado, hay que trabajar junto a los entrenadores para que las sesiones de entrenamientos sean atractivas, entretenidas y variadas. Una de las Marcianitas (campeonas mundiales de Hokey 2006), años atrás me confidenciaba que en ocasiones les era muy aburrido entrenar ya que cada sesión era lo mismo y lo mismo y lo mismo… Este tipo de sesión termina por aburrir al deportista. Desgastarlo.
- Establecer planificadamente periodos de entrenamiento psicológico. El objetivo ha de ser el de “programar psicológicamente” la actitud del deportista, estableciendo unos objetivos reales y acordes a las características propias de la persona. Así mismo, la relajación, las autoinstrucciones (autodialogo) y el uso de la imaginación (visualización) permitirán manejar mejor la tensión relacionada con la competición o estresantes, dotando al deportista de habilidades que, a modo de estrategias de afrontamiento, le ayuden a enfrentarse mejor a las situaciones especialmente estresantes.
Frenar a tiempo la espiral de saturación que conduce al abandono. Hay que procurar anticiparse a la sensación general de encontrarse “quemado” con el deporte, mediante el entrenamiento mental de estrategias para controlar situaciones difíciles, el fomento del disfrute personal a través del deporte y la facilitación de la maduración psicológica de éste.
A modo de intervención, se proponen 3 pasos:
- Primero y principal: la autoconciencia. Se debe reconocer que se padece burnout y debe comunicar sus problemáticas a los cercanos (familia, amigos, entrenador, psicólogo).
- Retirarse de la actividad problemática. Si esto se identifica a tiempo quizás baste con unos días, un periodo corto. Si el burnout a avanzado, la temporada será más larga, buscando el reposo y relajación total del sujeto.
- Desarrollar y aplicar estrategias de relajación.
Recomendaciones para evitar el Burnout
Deportista
- Que entrene y practique por su propio gusto
- Equilibrar el deporte con otras cosas de la vida (estudios, amigos, hobys)
- Al volverse fome, tedioso, no lo hagas.
- Tratar de hacer entretenida cada sesión.
- Buscar tiempo libre y relajarse.
Entrenador
- Que cultive el compromiso personal con el deportista.
- Establecer la comunicación en dos sentidos con el deportista.
- Trabaje para comprender los sentimientos y puntos de vista del deportista.
Padre o Familiares
- Reconozca la cantidad óptima de “empuje” que es necesaria.
- Disminuya la importancia que le da al hecho de ganar.
- Muestre apoyo y empatía por los esfuerzos del deportista.
- Usted no es el entrenador: TENGALO CLARO.
- Pida al deportista que de lo mejor de sí.
Establecer la comunicación en dos sentidos con el deportista.
Trabaje para comprender los sentimientos y puntos de vista del deportista.
Sergio Miranda C.
Consultor de Entrenamiento Mental