Cual es el rol de los padres cuando sus hijos aman el deporte.

Uno de los pilares fundamentales de cualquier deportista, en cualquier nivel y etapa, lo es su familia. Pasando por los padres en la infancia, juventud; luego la pareja y más tarde esposo, esposa, hijos: nuevamente su familia. Las decisiones que tome serán en base a estos grupos, así como a los consejos que provengan desde estos.

Los niños -muchas veces- parten jugando y empezando en el deporte formativo a modo de seguir el ejemplo de sus padres (por eso es muy importante que seamos buenos modelos). Luego son estos los que nos motivan a continuar, explorar, nos cuidan (ojalá). Pero también acá radica muchas veces los primeros problemas de este naciente deportista. Exigencias de logros, de rendimiento, las expectativas que imponen los padres con o sin querer. O esos padres que viven y se realizan en base a los que ellos quieren que sus hijos logren en base a la frustración personal de lo que ellos no hicieron…

La experiencia me ha mostrado que, en gran parte de los casos en deportistas de menos de 18 años, son los padres los que necesitan un psicólogo -clínico- y no el niño o niña. Que los problemas como inseguridad, desconfianza, desgano, ansiedad o estrés, no es de los niños; vienen de los padres. Los mismos entrenadores nos dicen: “es el papá (o mamá) la que necesita un psicólogo”, y luego de una primera entrevista, es así como lo notamos.

La psicóloga española Patricia Ramírez (Betis, Mallorca, en España, así como con apariciones en diversos medios de ese país) indica: “Los padres lo que verdaderamente necesitan es sentido común, más que psicología deportiva. ¿Qué es? Educa a tus hijos en hábitos de vida saludable, que practiquen un deporte, se diviertan, se relacionen con gente, aprendan valores y si en algún momento el chico destaca, ya te avisará el entrenador”.

Pero: ¿Cuál es el papel de los padres? Fundamentalmente el de apoyar y ayudar a sus hijos. Especialmente en los malos momentos por los que pasarán. Apoyar significa que sepan que estamos cerca por si lo necesitan, que les escucharemos cuando quieran hablar, sin obligarles si no quieren hacerlo, permitiéndoles que tomen decisiones y sobre todo manteniendo un equilibrio emocional en los buenos y en los malos momentos que a ellos les va a costar más conseguir.

La buena noticia es que la forma de ayudar a nuestros hijos deportistas es la misma sean o no de alto nivel. No hay que hacer cosas muy diferentes si destacan mucho en su deporte, simplemente debemos estar más atentos en este último caso por el mayor riesgo y el mayor estrés que supone el deporte de alto rendimiento. En cierta ocasión un deportista destacado me comentaba: “mi familia es la que me pone los pies en el suelo y eso es lo que más me ayuda en mi carrera”.

Debemos centrarnos en valorar y cuidar a la persona, al niño, no al deportista ni a nuestros sueños personales. Le estamos transmitiendo que el cariño y la valoración de sus padres no dependen de sus éxitos deportivos. Y esto es con ellos y con ejemplo que demos de lo que vemos en el contexto de los deportes que nos gustan.

El deporte de competición provoca un estrés psicológico inevitable y que los deportistas tienen que aprender a manejar. Según mejoran de nivel, los entrenadores les van a exigir cada vez más, la evaluación continua, la propia competición y ellos mismos con sus expectativas y objetivos, van a provocar una presión cada vez mayor por lo que otra tarea importante de los padres sería  la de ayudarles a superarla y no añadir más.

En un asunto tan importante como este, deberíamos reflexionar de vez en cuando sobre cómo lo estamos haciendo. ¿Cuál es mensaje que nos gustaría transmitir a nuestro hijo?, ¿cuál es el que realmente le está llegando?

Tengan el nivel deportivo que tengan nuestros hijos, debemos orientarles hacia la diversión, a la mejora del rendimiento, al esfuerzo y a un clima motivacional positivo. Todo esto es parte del papel de los padres en el rodaje de esa película y la mejor manera de ayudarles a conseguir su máximo nivel. Y lo mejor es que además de ayudarles podemos a la vez disfrutar y divertirnos con la participación deportiva de nuestros hijos.

Sergio Miranda C.

Consultor de Entrenamiento metal.

sergio@entrenamientomental.cl