Plantearse metas y objetivos: Motor fundamental de los logros en la escalada y en la vida
Cada vez que hablo con un deportista, con un hincha de futbol, un empresario o emprendedor, en algún momento se toca el tema de la MOTIVACIÓN[1] (entendida como aquella emoción que nos quema las entrañas por ir o hacer algo, que empuja hacia un algo ante toda adversidad). Es aquel motor que nos mueve –de acá viene etimológicamente-. Es nuestro combustible emocional para Ser y HACER. Para AGUANTAR -como diría Calle 13- en pos de algo que queremos (que nos motiva y es nuestra meta u objetivo).
Hoy no escribiré sobre que es (ya lo he hecho), sino sobre OBJETIVOS, METAS y la gestión de estos. Siempre, pero siempre surge la interrogante sobre… “¿y cómo me motivo?”. Motivar a alguien, a un grupo o a uno mismo, es un trabajo de relojería. Se estudia, planifica; es arte. Las charlas “motivacionales” son una falacia de nuestra época (pero pagan muuuy bien). Por qué me hable mi ídolo no me voy a motivar realmente; se generara una ACTIVACION momentánea, la que durara a lo mucho unos días (es como estar motivado con una dieta… a ver cuánto nos dura es empujón).
La herramienta central, al igual que en una empresa multimillonaria, radica en algo bastante simple –y complejo a la vez-. Ponerse METAS, objetivos. O como me gusta llamarlo en una forma metafórica: un norte. A donde apunta mi brújula, ¿para dónde voy?
La meta de realizar el multilargo mas duro del mundo como fue Dawn Wall, es un buen ejemplo de como una meta puede «empujar» durante 6 años a los deportistas a conseguirla con una persistencia férrea.
Hacer por hacer, entrenar por trabajar, ganar por ganar… a corto o mediano plazo pierde la gracia. Nuestro cerebro, nuestra mente, necesita de un norte, y ese norte –meta u objetivo- debe ser lo que nos empuje: nos motive[2].
Tener claro nuestros objetivos es lo que hará que nos esforcemos por alcanzarlos, que nos levantemos de madrugada para ir a entrenar, que pasemos horas en el gimnasio pese al cansancio, dejemos los eventos sociales o de salir con esa chiquilla tan atractiva… por perseguir nuestra meta. OJO: no es que este objetivo sea lo más importante del mundo mundial, sino que es lo que nos motiva a seguir y avanzar. En el camino descubriremos muchas cosas y es posible –como nos pasa en la vida- que ya no nos queman tanto las entrañas y nos enamoremos de otra meta. Perfecto, lo que ya avanzamos no nos lo quita nadie. Gracias a este camino ya recorrido somos otros, mejores, y nos podemos replantear hacia dónde vamos. No hay problema.
PRINCIPIOS DEL ESTABLECIMIENTO DE METAS (Weinber & Gould, 2000).
Debemos ser específicos, concretos, al establecer la meta. No vale eso de “hacer lo mejor que se pueda” (que es eso??), “darle a lo que venga”, no nos sirve. Nuevamente: ¿Qué es eso? Como lo logro, que persogo, ¿cómo trabajo para “hace lo mejor que pueda”? Se debe desarrollar una meta específica, mesurable –evaluable, medible-, concreta.
-En 6 meses bajar 3 kilos.
-Lograr el 4° lugar en cierto campeonato.
-Aumentar en un 12% mi velocidad en los 100m planos.
Ordenar nuestra mente de las ideas y aspiraciones que tenemos es un punto importante y para ello establecer metas claras ayuda a no perder energía y marcar una hoja de ruta a seguir.
Al igual que con el estado de Flow[3], necesitamos objetivos que nos desafíen, estimulen. Esto hace que debamos perseguir cosas más allá de lo que estamos acostumbrados[4], salir de nuestra zona de dominio o confort. Que nos exija, pero podamos hacerlo. Algo muy simple o fácil, no nos estimulara; algo demasiado complejo o realista nos desalentara y/o lograra un estado de frustración.
Trabajamos con metas de largo (aquello a lo que queremos llegar, que nos motiva, seduce y enamora), mediano (etapas, fases que debo ir cumpliendo para ir acercándome al GRAN objetivo), y corto plazo (pequeñas y cortas metas, que construyen este gran objetivo, pero por sobre todo nos van motivando y generando la sensación de logro que estimula el seguir trabajando.
Tomas Ravanal el 2013 se propuso encadenar su primer 9a y lo logró con Sankuokai. Para ello hubo mucho trabajo y entrenamiento previo, que es más «fácil» de sobrellevar si uno tiene una meta u objetivo claro como fue ese..
No nos sirve tener una ensalada mental con esto, el rendimiento, y nuestra vida. Lo mejor para hacer y estar bien es llevarlo a PAPEL, escribir. Y si muchas veces podemos graficar las cosas MUCHO MEJOR. Tener los OBJETIVOS gráficamente estructurados, en nuestra pared de la casa, en el gimnasio, como fondo de pantalla, nos recordara y estimulara constantemente. Somos animales muy gráficos! Y al ir avanzando, logrando metas, las podemos tachar, agrupar en una sección de “logro conseguido” o simplemente borrar- quitar. AL HACERLO, SENTIREMOS COMO AVANZAMOS.
Graficar nuestras metas y objetivos y plasmarlos en el papel ayuda mucho. Estableciendo objetivos mas pequeños que finalmente serán nuestra hoja de ruta a la meta final.
Al establecer estas metas nos daremos cuenta de que necesitamos movilizar esfuerzos y recursos para cumplirlas. Muchas veces solo anhelamos algo, pero no hacemos nada por ello. Un lindo sueño. Al trabajar bajo esta estructura de Gestión de Objetivos y Metas[5] descubriremos que queremos y que necesito para lograrlo. Modificar la dieta, levantarme más temprano, llamar a alguien por teléfono, lo que sea.
Experiencia:
Hace unas semanas empezamos a trabajar con una clienta sus objetivos. Al abrir esta puerta, dejarle como tarea y reflexión sobre: ¿CUAL ES TU OBJETIVO A LARGO PLAZO?, llego a la sesión siguiente con la película clara y distinta. Descubrió la meta que le quemaba las entrañas y desestimo luego de reflexionar otras –que antes pensaba eran su GRAN objetivo-, se dio cuenta de que para esto había que moverse y TRABAJAR, que no podía ser a corto plazo, necesitaba tiempo y trabajo.
En 4 sesiones previas de Entrenamiento Mental ya había generado un cambio en 180°, luego de trabajar sus objetivos completo los 360°. Sabe para dónde está su norte, que hay que hacer, que quiere… cacho para dónde va la micro.
Les dejamos un video interesante respecto a la zona de confort y como salir de esta y entrar en la zona de aprendizaje, nos permite soñar y proponernos metas que finalmente logramos dando pequeños pasos y…arriesgándonos, entrando a la «zona mágica».
Ps. Sergio Miranda C.
Sergio@entrenamientomental.cl
Consultor de Entrenamiento Mental
[1] “Dirección e intensidad del propio esfuerzo”, según Sage.
[2] Nos mueva, nos caliente, nos seduzca. O como dice Valenti San Juan: NOS PONGA LOS PEZONES DE PUNTA!
[3] https://psicologiaymente.net/psicologia/estado-de-flow-flujo-rendimiento
[4] https://www.youtube.com/watch?v=40mbsKBSWwY
[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Administraci%C3%B3n_por_objetivos