El pensador: ¿Y si ya fuera tiempo?
El pensador de esta semana nos entrega en los siguientes párrafos una interesante reflexión sobre la importancia de re-equipar, una labor muchas veces olvidada, pero que a medida que pasan los años y aumenta la cantidad de escaladores urge ser realizada en pos de la seguridad de nuestra emergente comunidad.
¿Cuantos años habrán pasado desde que se equiparon las primeras, y ya clásicas rutas de nuestro país?, no solo las de grados altos, sino todas esas vías que escalamos día a día para calentar o por gusto; las que le recomendamos a nuestros amigos que se inician o las que son nuestros “proyectos”. ¿Alguna vez hemos hecho una pausa y hemos mirado atentamente las chapas?; ¿nos hemos preguntado cuantos años tendrá esta “wea”?. Lo que vemos es tan sólo el 50% de lo que nos soporta, la otra mitad y lo que más se oxida es el perno que está dentro de la roca y que es imposible ver, al que le confiamos ciegamente, sea viejo o recién instalado.
Si consideramos que la duración promedio de una chapa en condiciones estables (es decir, sin estar expuestas a mucha humedad, bajo un flujo regular de escaladores y en buena roca) es de 15 a 20 años, todas las rutas equipadas antes de 1995, año en que se equipó el primer 5.13 de nuestro país en las Palestras del Manzano (Quetzal), estarían “vencidas”.
Hoy estamos en un boom de aperturas debido a lo accesible del material y a la natural búsqueda de algunos escaladores que han dado el salto a la apertura, pero ¿quién se encarga del pasado? En teoría cada ruta y su mantención corresponde a su aperturista, pero como diría Gary Medel, ¿Qué sucede si estos ya no escalan? ¿Quién se encarga de las rutas?. Por suerte existen casos como el ocurrido en Palestras, en donde miembros de la Asociación chilena de guías de Montaña re-equiparon cerca de 10 rutas haciendo un tremendo aporte, ya que realmente el re-equipamiento solo responde a una medida de seguridad, dejando de lado el proceso creativo que conlleva el equipar, por lo que re-equipar puede resultar una tarea RE-FOME. Iniciativas como esta hacen falta, ya que el universo de rutas “vencidas” es muy alto y no se puede pensar en el futuro desarrollo sin mirar y mantener nuestro pasado.
Sin duda la responsabilidad recae en todos quienes escalamos y principalmente en quienes hoy tomamos la máquina y nos dedicamos a equipar, ya que en teoría contamos con los recursos para esto, y cuando me refiero a recursos no hablo solo del material, sino también de la experiencia y el taladro, ya que creo que sería muy difícil que alguien se compre un taladro solo para dedicarse a esta ardua tarea. Es realmente imposible imaginar el futuro si nuestro pasado se oxida frente a nosotros, quienes somos incapaces de hacer algo.
¿Qué podemos hacer? La verdad es que nunca debemos esperar nada de nadie, ni nadie está obligado a darnos nada, pero creo que sin lugar a dudas, cada ruta que hemos escalado nos ha dado algo, y ese al “algo” vino del trabajo de “alguien”, alguien que dejó de escalar por estar colgado, alguien que plasmó su visión en la pared pensando en el futuro. Seguramente todos conozcamos a alguno de esos “alguien”, o alguna de esas rutas vencidas, la cual podríamos “adoptar” comprando el material que requiere y dándoselo a aquellos que equipan para que el pasado este más presente.
Por Tomás Contreras.