Consideraciones claves para ser un escalador integro.

Los valores en la escalada son fundamentales y creemos que todos los que practican este deporte debiesen tratar de seguir una linea bastante parecida, en función de hacer crecer la comunidad construyendo raíces fuertes y sanas, que nos unifiquen y favorezcan al mismo tiempo el desarrollo de este deporte. Por eso compartimos con ustedes este texto, por su puesto, a modo de consejo, respetando las libertades de cada quien de pensar como quiera. Pero si quieren realmente entender cómo es el mundo de la escalada y ser parte de él, entonces los invitamos a leer las siguientes consideraciones.

1) AMARÁS LA ESCALADA SOBRE TODAS LAS DEMÁS ACTIVIDADES

Para ser un buen escalador hay que vivir, pensar y respirar escalada. Sin duda, cuándo este deporte se torna una pasión, las mejoras llegan solas. Justamente, el progreso, no sólo se logra escalando, también leyendo artículos de escalada, mirando videos, leyendo libros sobre teoría, conversando de escalada, tomándose vacaciones de escalada, inspirándose con otros escaladores.

2 ) NO TOMARÁS El NOMBRE DE ASEGURADOR EN VANO

Asegurar es la mega-responsabilidad. La vida de alguien depende de ello. Por lo tanto, para ser un buen escalador, primero hay que ser un buen asegurador. Esto significa tomarse muy, pero MUY ENSERIO este rol. Nunca decir que saben asegurar, si no saben, o no están seguros, o no se acuerdan. Una regla básica es aprender con un experto y no asegurar punteando sólo hasta ser aprobado por éste. Al estar asegurando, mantenerse cien por ciento concentrado, jamás mirar hacia abajo, los ojos no deben despegarse del escalador. Antes de partir, chequear los sistemas de seguridad y los nudos. Y tratar de no hablar con otras personas mientras aseguran.

3) SANTIFICARÁS LA NATURALEZA

La naturaleza es el verdadero templo de un escalador. Y de todos los demás escaladores también. Hay que adorarla, cuidarla y protegerla. Ser consciente del daño que pueden producir al medioambiente es un requisito básico. Así como no ensuciarían o destruirían sus casas, no lo hagan con las áreas verdes o la roca. Hay ciertas reglas que son fundamentales:  aprender a ir al baño sin dejar sucio, llevarse la basura que generemos, evitar la erosión y respetar la flora y fauna, dejar todo lo más intacto posible. Por el contrario, si pueden aportar recogiendo basura, delimitando senderos, delimitando espacios para “el baño” o simplemente, creando conciencia en los demás, entonces estarán siendo un verdadero buen pastor.

4) HONRARÁS A TU PRÓJIMO

O en otras sabias palabras siempre “RESPECT”. Todas las personas tienen derecho a escalar, incluso las que están aprendiendo, las que no tienen dedos para el piano, las que se creen estrellas, o las que simplemente les caen mal. El respeto es un valor esencial en todo escalador, esto significa desde aceptar al prójimo tal cual es, hasta evitar hablar mal de las otras personas de su misma comunidad, o bien no pasar a llevar a nadie. En este último punto, hay temas como desde esperar su turno para la ruta, hasta compartirla con los demás. Y si tienen más experiencia que el de al lado, enseñar o ayudar les hará muy bien. Así como saber escuchar a quien les quiera dar un consejo. Y alegrarse por los logros ajenos, sin duda, les haría ser aún mejores personas.

5) NO MATARÁS LA ROCA

Independiente de que sicar, o no sicar, equipar o no equipar, sean aún temas de debate; lo que sí está claro es que la roca es de todos y hay que hacer lo posible para dañarla lo menos que se pueda. Nunca equipar una fisura y mucho menos, tallar la roca. La sica será usada sólo en casos especiales, como reforzar agarres claves en una ruta importante. Equipar es una gran responsabilidad, porque un mal trabajo puede significar un accidente, provocado, por ejemplo, por un vuelo muy expuesto, la primera chapa muy arriba, una reunión mal ecualizada, etc. Si les interesa equipar, aprendan bien primero y sean muy comprometidos.

6) INTENTARÁS DAR TU MÁXIMO

Para mejorar como escalador hay que tratar de ir al máximo y superar los miedos. Para ello, hay que tratar de ir saliendo poco a poco de la zona de confort, intentando rutas o problemas que en un comienzo nos intimidan. Trabajar la cabeza es clave. Y si sienten que el miedo los supera, hay que ir paso por paso, aprendiendo a volar, a confiar en el asegurador y a confiar en si mismos.

7) NO ROBARÁS

Los escaladores siempre dejan sus cosas tiradas; es muy típico, cuando nos movemos por los sectores de escalada, ver equipo, bolsas o mochilas que no están al cuidado de nadie. Mientras trepan o aseguran, las personas no pueden estar vigilando sus cosas. Y también es común que algunos monos que trabajan rutas duras dejen las cintas puestas. Como escaladores, jamás debemos caer en la tentación y tomar cosas ajenas. Por el contrario, debemos fomentar una comunidad unida y cuidar las cosas de los demás como si fueran propias. Y si nos encontramos algo botado, hacer lo posible por encontrar a su dueño y devolverlo.

8) NO LEVANTARÁS FALSOS TESTIMONIOS NI MENTIRÁS

Nunca hay que mentir sobre nuestros logros, ni a los demás, ni a uno mismo. Para mejorar de verdad en la escalada, debemos primero asumir y aceptar nuestras debilidades, para luego trabajarlas, y potenciar nuestras capacidades. El ego es nuestro peor enemigo, hay que dejarlo atrás.

9) NO CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS NI DESEOS NEGATIVOS

Be positive. Esta es la filosofía de vida que un buen escalador debería llevar. Pensar así les hará mejorar, pues podrán ver sus errores de una forma clara y tendrán la mente mucho más abierta para encontrar soluciones. Es importante que creer en si mismos y auto convencerse de que lo que cuesta, no es imposible. Además, pensar negativo, los predispone a tener un mal rendimiento. Siendo positivo, les irá mejor y lo que es más valioso, podrán contagiar con buena energía a otros escaladores.

10) NO CODICIARÁS LOS ENCADENES AJENOS

Llevar mucho tiempo trabajando una ruta y que llegue otro escalador de un nivel similar y se la encadene al tiro, puede ser un golpe al autoestima. Pero no por ello debemos sentir envidia, odio o aversión hacia nuestro compañero. Por el contrario, es más sano, tanto para uno mismo, como para la comunidad, alegrarse y motivarse con el logro del prójimo, tratando de aprender de su experiencia.