Lesiones en los músculos de la mano
Hace un tiempo publicamos un artículo sobre incidencia y factores de riesgo para lesiones de la extremidad superior en escaladores recreacionales. En esa oportunidad, según el estudio de referencia, se dijo que más menos un 40% de los escaladores reportó una lesión de la extremidad superior durante el año de seguimiento. Por otra parte, las zonas del cuerpo más lesionadas fueron los dedos de las manos, seguidos por los codos y hombros. Considerando esta información, hoy hablaré sobre las lesiones en los músculos intrínsecos de la mano.
¿Qué son los músculos intrínsecos de la mano? Son varios músculos pequeños (con distintos nombres) que se originan y terminan en la mano misma, y cuya contracción, a bajas cargas de trabajo, permite movimientos finos de los dedos de las manos. Se llaman intrínsecos para diferenciarlos de los extrínsecos de la mano, que son músculos que se encuentran anatómicamente en el antebrazo pero que participan en contracciones que movilizan los dedos de las manos.
Como todo músculo, los músculos intrínsecos de la mano pueden sufrir lesiones como contracturas e incluso desgarros. Al ser músculos que en actividades no deportivas de la vida diaria es raro que se dañen, sus lesiones son muchas veces sub-diagnosticadas. Por este motivo, el que los escaladores sepan como sospechar una lesión en ellos, puede ayudar a un diagnóstico y tratamiento precoz, además de prevenir que éstas sucedan.
Los músuclos de la mano. Fuente: Tareaescolar.com
Un tipo de músculos intrínsecos de la mano son los lumbricales, que son cuatro músculos que participan en la flexión de la articulación de los nudillos y extensión de las articulaciones de los dedos (interfalángicas), ambos movimientos esenciales para la escalada. Las acciones en que pueden sufrir lesiones los músculos lumbricales son variadas, pero las más comunes en la escalada son los movimientos de monodedo y bidedo, donde se produce una tensión excesiva en estos músculos, con la posibilidad de sufrir lesiones por estiramiento de sus fibras.
¿Cómo sospechamos un daño en los músculos lumbricales? Generalmente estaremos realizando un movimiento de monodedo o bidedo (sin descartar otros), y sentiremos un dolor agudo en la palma de la mano. Uno de los diagnósticos diferenciales es la lesión de las poleas, en cuyo caso el dolor será generalmente en el mismo dedo, asociado muchas veces a un sonido tipo “click” si es que hay rotura de una polea.
¿Qué hacer si sospechamos esta lesión? Lo mejor será que paremos de escalar para evitar que aumente la lesión y malestar; si es que hay mucho dolor podemos inmovilizar el dedo que nos duela poniéndonos un tape que lo fije a otro dedo, al llegar a la casa podemos aplicar hielo local unos 5-10 minutos cada dos horas para disminuir la inflamación en el primer día. Finalmente es mejor evaluarnos con un médico para confirmar o descartar la lesión que tenemos. En caso de confirmar una distensión o desgarro de los músculos lumbricales, vendrá una etapa de rehabilitación con un kinesiólogo, quién dará las directrices de ese proceso en coordinación con el médico.
¿Cómo prevenir lesiones de los músculos intrínsecos de la mano? Aquí se aplican varios principios generales de la prevención de lesiones. Primero, debemos tener presente el tiempo que llevamos escalando y la preparación que tenemos para realizar movimientos complejos como un monodedo o bidedo. Si estamos partiendo con la escalada será mejor que evitemos realizar estos movimientos por un tiempo y nos asesoremos por alguien que sepa de progresión en la escalada.
Segundo, antes de comenzar a realizar rutas o problemas de Boulder complejos, debemos entrar en calor y aumentar progresivamente la dificultad de la escalada. Un ejemplo de entrada en calor sería algo así: 5 minutos de movilidad articular, 5 minutos de flexibilidad, y 5 minutos de ejercicios generales. Luego vamos a las rutas o Boulder y comenzamos con unos 10 minutos de escalada con presas grandes para finalmente dar paso a esa ruta o Boulder que aún no hemos sacado. Al terminar, podemos volver a realizar movilidad articular y ejercicios de flexibilidad. A lo anterior podemos agregar una rutina de ejercicios de fortalecimiento de los músculos intrínsecos y extrínsecos de la mano, utilizando elementos como gomas elásticas con sujeciones a los dedos, pelotas con resistencia, suspensiones controladas en multipresas, etc.
Finalmente, quiero destacar la importancia del descanso y recuperación posterior a escaladas intensas. Muchas veces nos centramos sólo en la progresión de nuestra escalada, aumentando constantemente las cargas de entrenamiento, lo que lleva al tipo más frecuente de lesiones en ella, las lesiones por sobrecarga. Las lesiones de los músculos intrínsecos (y de cualquier músculo) también tienen una relación inversa con los tiempos de descanso y recuperación, por lo tanto, nunca olvidemos que a veces menos es más y, en el caso de la escalada y la recuperación, esto no es muy distinto… es cosa de que descansemos un par de días y veamos la fuerza con la que volveremos a escalar. ¡Quizás así sale esa ruta tan codiciada!
Matías Morán Bravo
Magíster (c) en Educación Física
Médico 110 Sport & Health Center
Docente Universidad San Sebastián