Mitos de la Fuerza en la Escalada

Foto: Blog Magnus Midboe

Muchos escaladores dicen que la fuerza no es lo más importante en la escalada. Y sí, tienen razón, no es lo más importante, pero sí es MUY relevante, puesto que, junto a otros factores, tales como coordinación, precisión, lectura y visualización, sensación, fluidez en la escalada, rendimiento enérgico, elongación y otras cualidades, conforman una sinergia de factores que influyen directamente en la performance.

Si bien hemos dicho muchas veces que “hay que evitar usar fuerza de más” esto no implica que muchas veces, cuando nos vemos enfrentados a esos movimientos de bloque o secciones duras, duras, tenemos que usar toda nuestra fuerza y más.

Bueno, ¿y qué es la fuerza en primer lugar?

La fuerza es una cualidad esencial para el escalador y claro, su falta puede ser una limitante. Esta cualidad física básica, junto con la flexibilidad, resistencia y velocidad, es la capacidad que tienen nuestros músculos para contraerse contra la resistencia, la que si bien en un principio parece ligada únicamente al aparato locomotor (músculos), guarda relación con el sistema de control del movimiento (Sistema Nervioso Central) y con los sistemas energéticos (Sistema Cardiovascular y Respiratorio). En la escalada, es la que produce el movimiento en contra de su principal resistencia: la gravedad.

Efectivamente, este movimiento claramente se ve afectado por el nivel de inclinación de la pared (mientras más desplome, más sentimos la gravedad) y por supuesto, por la forma de las tomas, que nos dificultan la aplicación de la fuerza.

Para comprender esta cualidad, debemos recordar que son los músculos los responsables del movimiento y las fibras musculares las que consiguen transformar la energía química en energía cinética, gracias al metabolismo anaeróbico o aeróbico (las fibras, tras una serie de reacciones químicas, provocan la contracción del músculo).

Para expresarla o desarrollarla, es necesario por lo tanto un aprendizaje y entrenamiento técnico (coordinación), combinados con intensidades elevadas (altas cargas o velocidades) y un bajo número de repeticiones. Estos parámetros tienen relación sobre todo con el trabajo de Boulder.

La práctica del bloque es absolutamente necesaria para mejorar en dificultad. Las vías de competencia, pero también en roca, son cada vez más intensas. El escalador debe por lo tanto elevar su nivel de fuerza para lograr los pasos más duros sin sufrir tanto y guardar energías para el resto de la vía. Los muros, los tipos de tomas, las rutas, son tan variadas que hay que prepararse a resolver todos los problemas con eficacia.

Pero para programar un entrenamiento realmente eficaz, tanto para el aumento general de la fuerza, o una musculación específica, el análisis de la escalada es lo que permite responder preguntas esenciales. ¿Qué tipo de fuerza hay qué producir (calidad)? ¿En cuánta cantidad (duración y número de repeticiones)?, ¿Con qué grupos musculares?

Esto lo veremos más adelante, pero por ahora lo importante es aclarar ciertos mitos:

LA FUERZA NO SIRVE MUCHO EN LA ESCALADA. Falso. Si bien es cierto que hay escaladores pitilla, ultra mega delgados, que no se les ven los músculos, que parece que no apretaran ni un sacamoco, pero que son máquinas… es porque han desarrollado mucho otras cualidades de la escalada (anticipación, ritmo, determinación, agilidad y mucha técnica). Pero aún cuando tienen un bajo nivel de fuerza, tienen en realidad el nivel de fuerza justo y necesario para su cuerpo y estilo.

NO ES NECESARIO DESARROLLAR LA FUERZA, YA QUE HAGO SÓLO RUTA. Falso. Si bien es cierto que una persona que se dedica al bloque requiere mucha más fuerza, debido a la intensidad de los movimientos, en las vías el aumento del nivel de fuerza permite al escalador dos importantes ventajas. Primero, escalar con un mayor margen de reserva de energía y por lo tanto, disminuir el cansancio. Segundo, guardar fuerzas para una sección más intensa o paso de bloque.

AL MEJORAR LA FUERZA, ESCALO CON MENOS TÉCNICA. Al aumentar la fuerza, hay partes que pasamos sin recurrir a una técnica compleja, ya que no nos vemos exigidos a “solucionar” el problema y usamos fuerza que no es estrictamente necesaria. Es por esto que es recomendable realizar un trabajo de “Conciencia en la Escalda”, para ahorrar el uso de la fuerza al máximo. Es importante ejercitar la Coordinación, la Sensación y la Técnica en función a la nueva condición física.

AL HACER EJERCICIOS QUE AUMENTAN MI MASA MUSCULAR, SERÉ MÁS PESADO Y MENOS ÁGIL. Verdadero. La fuerza del músculo es proporcional a su tamaño. Mientras más fuertes somos, mayor “carrocería” (fibras, hipertrofias)… y por lo tanto más pesados. Existe una proporción óptima entre la fuerza y el peso. Razón por la cual debemos trabajar la fuerza y la musculatura sólo en función de la necesidad… (velar por la calidad y el lugar apropiado para desarrollar).

Pronto: Cómo entrenar la fuerza.

Fuentes:

– La FUERZA (Ibuza Educa España)

– Kinescalade www.kinescalade.com

– Team Kyou.com