Entrevista a Michael Sanchez: una excelente persona y un gran montañista.

“No se permitan creer que saben lo que hacen, busquen, tengan dudas, pregunten, porque esa es la única forma de seguir aprendiendo y mejorar”

Michael Sanchez ha dado que hablar en el mundo de la escalada y la montaña de la Patagonia, por su gran repertorio de vías abiertas y escaladas en los distintos sectores aledaños a Puerto Montt, sobretodo en “la Junta”, Cochamó, donde están las más impresionantes vías de big-wall del país. Pocos conocen tan bien este “Yosemite Chileno” como Michael, quien no ve límites, ni se siente intimidado por la dificultad: si tiene que verlas negra, desescalar y fallar, lo hace, porque se declara un Explorador de tomo y lomo. Gracias a su pasión, poco a poco su nombre se ha ido escuchando cada vez más… superando las barreras regionales hasta ser reconocido como uno de los más completos escaladores a nivel nacional.

¿Hace cuánto tiempo escalas?

Empecé cuando tenia 18 años hora tengo 29, serían once años, en los cuales seis o siete han sido los más productivos, pero todos han tenido algo entretenido.

¿Qué significa la escalada para ti?

Es una pregunta difícil; el significado de la escalada para mí ha ido cambiando con los años. En un principio era más un juego y algo atractivo de hacer, pero también ha sido mi escuela más importante, un medio de expresión y búsqueda. En la medida en que los años han ido avanzando -y yo he ido sabiendo mejor quién soy, cómo pienso y actúo- me he ido dando cuenta que la escalada es la fuente o el modo por el cual puedo aportar a la sociedad. Antes pensaba que era “algo sólo para mí”, pero ahora me doy cuenta, con las cosas que he aprendido (habilidades y virtudes) y las vías que he abierto, que el verdadero valor de un escalador desde siempre es transmitir los valores y virtudes asociados al deporte a las demás personas.

¿Cómo te iniciaste en el deporte?

Me inicié de forma bastante ingenua: veía siempre el volcán Osorno tan cerca que sentía que quería estar ahí, en su cumbre. Un día vi en una tienda de equipos de montaña en Puerto Montt, un letrero que decía “talleres de escalada deportiva” y me pareció interesante, porque pensé que así podría subir el volcán Osorno. Así descubrí la escalada deportiva; cintas express, cuerdas, colores, mosquetones, fotos, revistas, música… y supe desde el primer momento que esto sería a lo que me dedicaría el resto de la vida. Conocí a “Shagy” (Solier Contreras), Claudio Larraín, Martin Waldoer, a quienes recuerdo siempre con cariño, pues me aportaron una nueva forma de ver la vida.

¿Qué tipo de escalada te gusta? ¿Cuál prefieres?

Lo que más me gusta de la escalada es abrir rutas, lo que siento como la aventura máxima. Abrir es explorar algo nuevo, hacer algo nunca hecho. Ya sea en deportiva o tradicional, boulder, hielo, gran pared, mixto, artificial, glaciares, esquí, altura… “explorar” es el tipo de escalada que más me apasiona, porque requiere reflexión, contemplación, estudio, análisis, hay posibilidad de fallar y volver a intentar… Para mí “la copia nunca es mejor que el original”, lo que no quiere decir que haya vías de tal genialidad que no valgan la pena repetir, pero aun así, el trabajo y visión que debe tener un aperturista es un paso más allá.

¿Cómo te entrenas?

Mi entrenamiento es bien desordenado, si bien tengo un murito en la casa, en el cual entreno con mis amigos, nunca lo hago seriamente. Disfruto la escalada desde el punto de vista de moverme en los ambientes naturales, algo que hago muy seguido. Escalo harto volumen cuando visito zonas de deportiva y así cuando me meto a zonas de pared ando motivado. Siempre he tenido facilidad y condición física para algunas cosas, menos para la escalada, es por eso que me gusta tanto, creo, y me dejo llevar.

¿Como consideras que se está desarrollando la escalada en Chile?

El desarrollo de la escalada en Chile lo veo muy interesante desde el punto de vista de los escaladores deportivos, pues están logrando resultados bastante importantes, cada vez más atléticos y fuertes, lo que encuentro muy respetable. Me enorgullece saber que están escalando grados tan altos, sobre todo en las condiciones que entrenan. Pero creo que falta visión más amplia de montaña, si bien tenemos alpinistas de clase mundial, estos están más apartados de la escena, y creo que son muy pocos todavía.

¿Qué más nos estaría faltando?

Nos falta valor para reconocer a nuestros atletas: es fundamental, pues los que han tomado la vida del escalador, merecen un lugar importante en nuestra sociedad. Deberían tener más apoyo y ser más respetados, ya que pueden entregar mucho a las futuras generaciones; fundamentos deportivos, valóricos, experiencias y visión del “arte”. Pero también los escaladores debemos tomar una actitud humilde, en la que debemos asumir los reconocimientos con prudencia y tratar de conducirnos de forma recta, no debemos olvidar que somos representantes de una cultura y de un país, aunque algunos no lo quieran asumir.

¿Como te ves en diez años más?

En diez años más me veo siendo un escalador consumado, más cerca de mi punto máximo, hoy siento que aun me falta mucho aún.

¿Qué es lo mejor de la escalada en tu región? ¿Y lo peor?

Me parece que lo mejor de la escalada en mi región es la fraternidad, la gente se conoce, somos como una familia pequeña… pero en crecimiento. Lo malo es que hemos tenido problemas de acceso en algunos sectores de escalada y también que nos falta más compromiso, un entrenamiento más real, más gente que encadene; los escaladores de Puerto Montt, pienso que estamos muy relajados.

¿Cómo convives con las lesiones? ¿Has tenido alguna grave?

Lesiones…uff. Este año ha sido nefasto para mí: en el mes de marzo me entró una tendinitis, bursitis, sinovitis, etc. en el tobillo izquierdo y ha sido súper difícil, aun no salgo completamente y para más remate, al final de esta temporada me lesioné la rodilla. Pero no quiero resignarme, voy a luchar por seguir adelante y darlo todo en el deporte.

¿La has “visto negra” escalando? ¿Como fue la experiencia?

Por supuesto que sí, he errado líneas de rapel con todo lo que supone bajar una montaña por un lugar desconocido de noche y anclajes paupérrimos; me he perdido por un par de días, sin comida y vestimenta adecuadas; por ir rápido y liviano, he tenido que “tarzaniar” escalando sin protecciones o desescalar, me he pegado varios porrazos, caídas largas y caídas a terraza… afortunadamente no me ha pasado nada, creo que he tenido suerte, aun así me rompí dos tobillos, una costilla, y ahora en Patagonia perdí todas las yemas de los dedos por escalar sin guantes.

¿Algún consejo a los escaladores?

“A probar de todo” el mundo de la montaña es mucho más que la deportiva o la chala, hay que abrirse en búsqueda de la aventura y la exploración: prueben hielo, roca, esquí, snowboard, deportiva, artificial, boulder, mountanbike, gran pared, escalada libre… No se permitan creer que “saben lo que hacen”, busquen, tengan dudas, pregunten, porque esa es la única forma de seguir aprendiendo y mejorar. No pierdan la inocencia, pues esa es la clave, entender que como nosotros vemos la montaña, es la forma en que nos veremos a nosotros mismos y a nuestros pares.

¿Quieres mandarle algún mensaje a los escaladores o a alguien en especial?

Agradecer el apoyo de la gente que ha estado conmigo, a mi abuela que ha sido la que más me ha acompañado en los momentos difíciles, a mis verdaderos amigos que han confiado en mí siempre, y que por supuesto también me han ayudado y han estado conmigo. Pedir disculpas a los que he decepcionado por alguna razón, pues dentro de todo he sido durante la vida una persona muy pasional y eso en ocasiones destruye lazos… a veces uno parte para cualquier lado y se olvida de la gente, pero hay cosas que sólo uno debe hacer. Quiero agradecer a mis auspiciadores (OR y CASSIN-CAMP), han sido un aporte y una especie de coronación a mis ganas de conocer el mundo de la montaña y la escalada por tanto tiempo, y gracias también por la paciencia con mis lesiones sobre todo en este año.

Un abrazo a todos.