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Nudos Autobloqueantes para escalada.

Fecha de Publicación: 5 diciembre, 2022

Categoría: Consejos

Muchas veces en escalada necesitamos desender, utilizar nuestras dos manos para poder manejar u operar el equipo, etc.. Para ello tenemos estos nudos confeccionados con cordines o cintas alrededor de una cuerda, que tienen por característica, la facultad de ser desplazados libremente por la cuerda y que al ser sometido a una carga, bloquean su posición. Son muy útiles y utilizados en maniobras de ascenso, autoseguro, rapeles, autorescate, fijación de cargas o elementos a las cuerdas, etc.

Pero igualmente estos nudos poseen ventajas y desventajas frente a los aparatos mecánicos de bloqueo. Por el lado positivo, podemos mencionar que son más livianos y menos bultosos para su transporte (cordines y cintas), pueden ser menos agresivos con la cuerda y tienen menor costo. Entre las desventajas se encuentran, que pueden ser más lentos y menos eficientes que un aparato mecánico y que además, en algunos casos, pueden soportar cargas inferiores que éstos mismos elementos.

Los elementos que utilicemos para su confección, también deben ser considerados, ya que a distintas fibras, distintas resistencias y desempeños. Esto último, cobra importancia, puesto que estaremos en presencia de un escenario donde la fricción será protagonista (es lo que finalmente genera el bloqueo), debemos anticiparnos y esperar que las temperaturas generadas sobre el cordín o cinta, sean elevadas, para que de esta forma, evitemos elementos que tengan un bajo rendimiento en esta área. Como es el caso de las fibras sintéticas como el Dyneema, que (dependiendo del tipo Dyneema) puede tener un punto de fusión inferior a los 145°C, muy por debajo de los 255°C de la poliamida (Nylon) o a los casi 400°C que puede llegar el Kevlar. Sin embargo, cabe destacar que las diferencias entre coordines, es también proporcional a su valor y dificultad para encontrarlos, siendo los de poliamida (Nylon), los más comunes en Chile.

Igual de importante, es el diámetro de los elementos a utilizar. Entre mayor sea la diferencia entre el cordín y la cuerda, junto al número indicado de vueltas, mayor y mejor será también, el bloqueo y el tiempo de reacción. Una buena diferencia entre cordín y cuerda, es de 2 mm., lo cual nos asegurará un correcto funcionamiento del nudo.

Los diámetros recomendados entonces, oscilan entre los 5 y 6mm. Esto nos permite que siempre nuestra diferencia permanezca con un mínimo de 2 mm. y que en algunos casos pueda llegar hasta los 5mm. con cuerdas en simple.

Los nudos de unión en el cordín o las costuras en el caso de las cintas, siempre deberán quedar fuera del apoyo del mosquetón en el seno del nudo y/o fuera de la superficie de rozamiento directo con la cuerda donde lo realicemos. Esto, para evitar debilitamientos, desajustes ó mal funcionamiento de los nudos.

Los Nudos

Prusik:

Nudo desarrollado por el doctor y también montañista austriaco, Karl Prusik en el año 1931. Este nudo bidireccional es el más popular dentro de los denominados auto bloqueantes, y es también el que tiene menor tiempo de reacción frente a cargas. La simetría del nudo, facilita su trabajo en dos direcciones con repartición homogénea de la fuerza, sin importar en la dirección de carga. Como desventaja, encontraremos que en ciertos casos, desplazarlo no es del todo fácil y que una vez sometido a trabajo, es posible que nos cueste aflojarlo para que siga deslizando sin problemas.

Por estos motivos, es importante que al momento de la confección, pongamos atención de dar un mínimo de dos vueltas, aunque es mejor tres, sobre todo, con cuerdas mojadas o muy delgadas. En el caso de elaborarlo con cinta, debemos darle un mayor número de vueltas, de 4 a 5. Deberemos, de igual forma, preocuparnos que los bucles (o vueltas) que realicemos, queden ordenados y no montados, puesto que esto nos garantiza el correcto funcionamiento del nudo. Cabe señalar, que con cuerdas mojadas tiende a resbalar con cargas relativamente bajas.

Debido a su alto nivel de bloqueo, es recomendado para situaciones en donde deseemos que el elemento bloqueado quede fuertemente sujeto, como en el caso de transferencias de carga, rescate y auto rescate, etc.

Machard:

En algunas latitudes, también conocido como Klemheist, este nudo es cada vez más utilizado en cualquiera de sus dos versiones, de uno o dos senos (uni y bidireccional, respectivamente). Es sin lugar a dudas, uno de los bloqueantes más práctico y funcional. Podemos usarlo para autoasegurarnos un rapel, como bloqueador durante un ascenso por cuerda, para polipastos, etc. Es más maniobrable que el Prusik en tareas en las que deben ser movidos.

Como mencionamos anteriormente, existen dos versiones que detallaremos a continuación:

Machard de un seno:

Por definición es unidireccional pero, en la práctica podremos comprobar que bloquea en ambos sentidos. Sin embargo, él está orientado para un mejor funcionamiento en una dirección. Es entonces, muy útil cuando sabemos de qué lado vendrá la carga.

Para su elaboración, deberemos tomar las mismas precauciones de todos los nudos, en cuanto a orden de éste. Para un buen trabajo, daremos por lo menos 5 vueltas del cordín o cinta a la cuerda principal. En el caso de cuerdas mojadas, deberemos dar de 6 a 7. Además, siempre deberemos pasar el bucle sobrante de abajo por dentro del superior y no al revés, siendo el cabo sobrante el que determinará el sentido de carga.

Puede llegar a deslizar, alrededor de los 300 kilos, dependiendo del tipo de cinta o cordín, milimetrajes y resistencias de éstos, etc.

Machard de dos senos:

Nudo de bloqueo bidireccional, que trabaja eficientemente en cualquier sentido de carga y que además, se afloja muy fácilmente después de haber sido sometido a carga. El tiempo de reacción puede ser más lento que los anteriores y en ocasiones puede ser necesario hasta el acomodo con la mano (sobre todo al principio). Sin embargo, su maniobrabilidad respecto al de un seno, lo hace mucho más práctico y funcional. Cabe resaltar, que en este nudo aprovecharemos casi al 100% la resistencia del cordín, ya que no debemos pasar un seno por dentro de otro.

Cuando lo estemos fabricando, de 5 a 6 vueltas son necesarias y deberemos ajustarlo bien a la cuerda e intentar que los senos no queden demasiado sueltos ya que esto hará que se deforme el nudo al ser cargado, perdiendo efectividad y complicando su deslizamiento. La carga con la que puede deslizar ronda los 250 kilos, que si bien es menor a la del machard de un seno, aún se encuentra en un margen razonable.

Bachman:

Inventado por Franz Bachaman, es un nudo unidireccional. Para realizarlo, deberemos contar con un mosquetón, que nos permitirá moverlo de forma muy cómoda. No nos afectará si el mosquetón es con ó sin seguro, sin embargo, intentaremos que sea de sección redonda, para que así deslice mejor por la cuerda (si no tenemos unos a mano, da igual).

Para la confección, preferiremos cordín antes que cinta, sin embargo, podemos utilizarlo igualmente. Deberemos darle un mínimo de 4 vueltas a lo largo del eje del mosquetón y si necesitásemos aumentar su efecto de bloqueo, bastaría con añadirle vueltas. Para anclarnos a él, debemos hacerlo del seno que queda libre una vez que ha pasado por el interior del mosquetón.

Como desventajas, este nudo puede comenzar a deslizar con cargas cercanas a 220 kilos y su desempeño con cuerdas heladas y/o mojadas es muy malo, pudiendo incluso, ver disminuido el efecto de bloqueo a menos de un tercio.

Por todo esto, el Bachman, es muy útil para el ascenso por cuerdas, pero desaconsejable para rapeles, polipastos, etc.