Emprendimiento: El deporte como herramienta de transformación social
- En Bowlpark, empresa B -que tienen como objetivo promover un cambio positivo a nivel social, económico y medioambiental en donde se emplaza- llevan más de una década generando espacios de participación inclusivos en torno al deporte, esencial para el desarrollo de personas integrales.
- Federico Mekis, fundador de esta iniciativa, sugiere “no tenerle miedo a realmente vivir de lo que a uno le apasiona, poniendo en práctica la resiliencia que los deportes entregan”.
Febrero 2022.- Desde hace más de 10 años que la Empresa B Bowlpark genera talleres, workshops y capacitaciones en distintas comunidades a lo largo de Chile, debido a que su propósito es empoderar a niños, niñas y jóvenes, sobre todo a aquellos que han quedado marginados para reintegrarlos a la sociedad, creando comunidades inclusivas a través del deporte y la cultura urbana.
“Creemos que generar espacios de participación inclusivos, en torno a un deporte, es esencial para el desarrollo de personas integrales, por lo tanto, apoyamos el proceso educativo a través de experiencias entretenidas y significativas, utilizando el skate y la cultura como nuestras principales herramientas de transformación social”, explica Federico Mekis, fundador de esta empresa B.
Cabe destacar que las empresas tipo B representan un cambio de paradigma en la forma de hacer negocios. Este concepto –surgido a principios de siglo en Estados Unidos-, se ha transformado rápidamente en un movimiento global de empresas comprometidas con mejorar el mundo en que vivimos. En ese sentido, este modelo tiene como objetivo promover un cambio positivo a nivel social, económico y medioambiental, pero sin dejar de generar crecimiento, utilidades y empleos que aportan las empresas tradicionales.
En el caso de Bowlpark, Federico cuenta que lo que buscan es generar comunidades transversales permitan el desarrollo de habilidades socio-deportivas. “Existen deportes que generan transversalidad socio-económica, promoviendo valores como el respeto, la perseverancia y el compañerismo, lo que ayuda al desarrollo de habilidades sociales y personales”, explica Federico, quien es surfista, snowboarder y skater desde temprana edad. Por lo mismo, sabe los costos que llevan cada una de esas prácticas, y la importancia de la inclusión en ese sentido también.
Emprendedor del Deporte
Federico se define como un emprendedor social, al cual le gusta el riesgo. “Ha sido la forma de expresarme en la vida. Por lo mismo, he tenido varios porrazos que sin duda marcaron mi vida y me empujaron a realizar acciones como Andes Conscientes y luego Brwag”, relata. En efecto, el año 2016, luego de una tormenta, el deportista pudo haber muerto si no hubiese esquivado milagrosamente una avalancha. “Cuando ya estaba a salvo, miré hacia la corona de la avalancha y sentí una conexión increíble con la naturaleza. Me di cuenta de muchos errores que había cometido”.
De esta forma, BowlPark nace con la idea de poder devolverle la mano a los deportes que lo ayudaron a formarse como persona. “Junto a mi hermano Pato, partimos con una escuela de Surf, que fue la primera forma que tuvimos a mano para ser autónomos en la vida haciendo algo que nos hiciera sentido. Después de un par de veranos, nos dimos cuenta como el skate unía a personas de todos lados con menos barreras de entrada que el surf, y comenzamos con Bowlpark, que busca el empoderamiento de las personas sobre los deportes de tablas”.
Al año siguiente, los hermanos Mekis partieron con Andes Conscientes, buscando generar cultura y hábitos de seguridad en montaña, gracias a toda la experiencia y metodología adquirida con el tiempo en los distintos programas de BP.
Embajador de Patagonia
Federico es embajador de la marca outdoor Patagonia, una tarea que se entrega a deportistas de distintas disciplinas que no solo destacan por su gran desempeño técnico en el deporte que realizan, sino también por ser personas íntegras y con un fuerte compromiso por la defensa del medioambiente.
“Sugiero no tenerle miedo a realmente vivir de lo que a uno le apasiona, poniendo en práctica la resiliencia que los deportes te entregan. Muchas veces uno tiene miedo de mezclar lo que a uno le apasiona con el trabajo, pero hoy -a mis 34 años- puedo afirmar con seguridad que cada día tengo más ganas de trabajar con toda mi energía y tiempo”, finaliza.