Papeo de la semana: ¿Cómo armar la mochila?

Una mochila bien armada será cómoda después de varias horas caminando y evitará molestias en la espalda. Si bien parece una tarea sencilla, en la practica no lo es tanto, por lo que les dejamos a continuación algunos papeos para que la mochila quede bien paradita antes de mandarse a cambiar al cerro.

Accesos

La mayoría de las mochilas tienen un acceso en la parte superior y una en su parte inferior (compartimiento para el saco de dormir). Algunos modelos ofrecen además un acceso frontal o un acceso lateral; ambos accesos permiten llegar a los elementos que se ubican en el centro o en la parte inferior de la mochila sin necesidad de desarmarla. Si no llevamos el saco de dormir, puedes colocar ahí cualquier elemento que no sea tan pesado y al que desees llegar fácilmente.

Abajo

El fondo de la mochila es el lugar en donde debes guardar los elementos que no vas a necesitar hasta llegar al campamento al final de la jornada. La mayoría guarda allí el saco de dormir. Es un buen lugar además para guardar ropa interior, calcetas de repuesto o una almohada ultra liviana; cualquier elemento que solo vayas a usar en el campamento puede ir al fondo, excepto claro está, la linterna frontal.

Al centro

Los artículos más pesados ​​deben cargarse al centro de la mochila, no demasiado alto ni demasiado bajo. Sobre el saco de dormir y pegados a la columna. Comida, equipo de escalada y de cocina por ejemplo. Los parantes de las carpas pueden ir en posición vertical a un extremo de la mochila; las botellas de combustible deberían ir bien cerradas y también en posición vertical bajo la comida en caso de que se derrame.

El equipo más pesado puede ser “envuelto” por artículos de menor peso y más suaves para evitar que la carga se mueva. El cuerpo y cubre techo de la carpa o la ropa ayudan a estabilizar la carga y a llenar los espacios vacíos.

El objetivo de dejar los artículos pesados al centro y pegados a la espalda es que el peso se distribuya bien y de manera balanceada. Una mochila con el peso muy arriba te «tirará» hacia atrás, y con el peso muy abajo lo hará hacia abajo. Eventualmente el peso mal distribuido puede llevarte a sentir molestias y dolores en la espalda.

Trata de ocupar todos los espacios, las ollas vacías pueden ser llenadas con cartuchos de gas, ropa interior, etc. Llevar la ropa en bolsas independientes es muy practico; y mejor aún si son bolsas secas, muchas veces podemos mojar algunas prendas y para evitar mojar el resto del equipo es bueno aislarlas con una bolsa impermeable.

Hidratación

La mayoría de las mochilas que se venden en la actualidad incluyen un compartimiento para colocar una bolsa de hidratación, cerca de la espalda y en paralelo a la columna vertebral. Lo más sencillo es colocar la bolsa con agua cuando la mochila no esta llena. Por otro lado, las mochilas de gran capacidad tienen la opción de colocar una botella de agua en un bolsillo lateral externo, de fácil acceso para cuando tengas que parar a hidratarte.

Tapa de la mochila

La tapa o cabeza de la mochila es un buen lugar para llevar artículos de uso frecuente y tenerlos cerca en caso de que los necesites: Mapa, brújula, GPS, protector solar, anteojos, linterna frontal, botiquín, ración de marcha, papel Higiénico, guantes, etc. También es posible guardar algunos de los elementos señalados en bolsillos externos si es que la mochila los tuviera. Las mochilas más grandes también incluyen pequeños bolsillos en el cinturón lumbar, ideales para llevar algunos snacks y bloqueador solar.

Exterior

No es lo ideal llevar muchas cosas amarradas por fuera de la mochila, en algunas ocasiones se pueden enredar con la vegetación, caerse, o cargar el peso hacia algún lado y hacer perder el balance y el equilibrio, pero a veces se hace necesario. Entre los elementos que suelen ir por fuera están:

Colchoneta de goma/espuma: Por el gran volumen y poco peso de este tipo de colchonetas, la mejor opción es amarrarlas en el exterior. Afuera del compartimiento para saco, amarrada en las cintas laterales o entre la tapa y acceso superior de la mochila (en caso de que no lleves una cuerda), como todo lo que se lleva fuera, debe ir bien amarrado.

Cuerda: Entre la tapa y el acceso superior, la mayoría de las mochilas de escalada llevan una cinta que permite amarrar la cuerda.

Parantes de la carpa: Ya comentamos que perfectamente pueden ir dentro de la mochila, pero si por alguna razón no la podemos llevar ahí, la podemos llevar sujeta a las cintas laterales, con el extremo inferior dentro del bolsillo lateral externo que tienen la mayoría de las mochilas.

Bastones de trekking: Tan sólo hay que colocar los puños en el bolsillo y las puntas apuntando hacia arriba.

Piolet: Prácticamente todas las mochilas a las que podemos acceder cuentan con uno o dos porta-piolet.

Crampones: Lo ideal es llevarlos dentro de la mochila en un bolso protector. Si no tenemos espacio allí, los podemos llevar amarrados afuera, ojalá con protecciones para las puntas y ¡muy amarrados!.

Otras herramientas: La mayoría de las mochilas cuentan con una serie de bucles cocidos en el exterior (Daisy chain) para amarrar elementos con cordín o cintas.

Evita llevar equipo de más, siempre trata de reducir el peso lo más que puedas, tu espalda te lo agradecerá.
Recuerda armar tu mochila con tiempo. Muchas veces el uso de una lista de equipo ayuda en la recolección del material y evita eventuales olvidos. No es grato llegar al campamento y darte cuenta de que no has llevado contigo la colchoneta o la comida.

¡Planifica tu salida y arma tu mochila con antelación!

Por Chileclimbers.