«Llevarse todo»: La cinta de dedos en los sectores de escalada.
Una de las gracias principales que posee la escalada es que es un deporte que se desarrolla de manera outdoor, al aire libre, en constante contacto e intercambio con la naturaleza. Pero este mismo privilegio viene de la mano con muchas responsabilidades, y la principal de ellas es cuidar el medio en el que habitamos y practicamos el deporte que tanto gozamos.
La basura debe llevarse a casa, pero al parecer el concepto aun no esta del todo claro. La basura engloba a los papeles de baño, a las cascaras de fruta, envoltorios, colillas, envases, e incluso la cinta de dedos. No hace falta presentar estudios científicos para probar que la cinta de dedos es un desecho igual de grave que los antes mencionados, esta no se degrada de un día para otro y no porque sea un articulo cotidiano en la escalada debe de estar esparcido por todos lados.
En gimnasios de escalada es igualmente común el caminar y ver en varias partes del piso cubierto de cinta blanca usada. Y si bien el gimnasio de escalada no es un espacio natural, igualmente es importante entender que no es nada limpio ni higiénico el dejar en el piso una cinta que lleva consigo sangre, sudador, suciedad, etc. Por tanto tampoco corresponde el esparcirla por todos lados, y se hace necesario tomar conciencia de aquello y no tomarse a la ligera el botar basura, ni en el gimnasio ni el cerro.
La idea que lo resume todo es «No dejar rastro», es el no dejar ningún residuo, sin importar su naturaleza o contexto, basura es basura y se debe volver con ella desde cualquier lugar. El asistir al lugar, caminar por los senderos, meter ruido, etc., implican de por si una intervención y una contaminación, por tanto debemos dejar el menor daño posible y eso parte por llevarse la basura. El foco puede estar en el proyecto o en el bloque, pero nunca se debe descuidar la naturaleza que de manera privilegiada podemos vivir.