La escalada un deporte para siempre
“Soy la edad que siento, no mi edad cronológica.” Eric Horst
La escalada es un deporte que realmente apasiona mucho a quienes se enganchan a el. El compartir junto a los amigos en la naturaleza y la capacidad de ir mejorando día a día con nuestro esfuerzo, son algunos de los factores que apoyan este fanatismo. Sin embargo contamos, con el factor tiempo y tanto la fisiología, como la cantidad de tiempo disponible van cambiando a través de la vida.
Normalmente lo que mantiene a los atletas mayores -de entre 35 y 45 años- fuera de otros deportes es el uso de cargas y las lesiones. La Escalada si así se desea, es un deporte basado en la técnica y no se necesita una gran cantidad de músculo para conseguir objetivos o la satisfacción personal.
A medida que envejecemos, tenemos que buscar cosas que nos desafíen física y mentalmente. Es difícil encontrar deportes con bajo riesgos e lesiones, pero altos en esas demandas mentales y físicas. Escalar, es afortunadamente, uno de esos deportes.
La definición de lo que significa la escalada para este tipo de escaladores «mas tatitas» es toda una declaración de intenciones:
- “Escalar lo es todo”
- “Cuando paso el día escalando estoy totalmente relajado y en armonía con el mundo”
- “Empecé a escalar y nunca dejé de hacerlo. Creo que eso también es importante”
- “Escalar es mi auténtica vida, da lo mismo que ya no esté en mi nivel más fuerte”
Cuando te haces mayor, se hace más difícil encontrar compañeros de escalada para tu nivel y ritmo de vida.
El tiempo, es algo con lo que se debe contar y en nuestra juventud era lo que más teníamos, ahora cada vez es más difícil, claro está por las distintas etapas y responsabilidades de la vida: trabajo, familia, hijos, etc..
En otros países de preferencia europeos, con mayor historia de escalada puedes ver gente de 60, 70 hasta 80 años en rocódromos, divirtiéndose con los amigos.
Chuck Odette ha logrado 8B+ de Boulder con 61 años y el mismo grado en vías con 62 (empezó a escala a los 23) . Así que querer es poder «cabros» y mejorando la «tech» se puede suplir el paso del tiempo, como demuestra el atleta Petzl.
Fisiología de escaladores mayores de 25
Los estudios indican que a partir de los 30, empieza a descender de manera gradual la masa muscular, si esta no es desarrollada a conciencia con ejercicio y una correcta alimentación. A partir de la sexta década, esta disminución se ve acelerada.
Fisiológicamente esto se traduce en una disminución del tamaño y número de las fibras musculares; especialmente las rápidas de tipo II. Todo ello afecta a la coordinación tanto intermuscular como intramuscular.
La reducción de la capacidades motoras, visuales y vestibulares afectan al equilibrio. La capacidad cardiovascular, la elasticidad y la flexibilidad también se ven afectadas.
Algunos estudio médicos también nos dicen, que para la pérdida de neuronas se puede contrarrestar con el aprendizaje de nuevas habilidades. En ese sentido, la escalada te ayudara con el movimiento, el cual es un gran antídoto frente al deterioro cognitivo y la pérdida de memoria.
La recuperación entre los entrenamientos:
En este aspecto coinciden todos los deportistas que pasan cierta edad.
Ya no puedes permitirte las locuras que hacían años atrás. Eso queda mas que claro.
Se debe priorizar la calidad a la cantidad. Es decir, buscar la máxima eficacia en tus entrenamientos. Ten en cuenta que a nivel muscular y tendinoso no te recuperarás como cuando tenías 20 años.
Igual que necesitarás descansar más entre sesiones, un mayor descanso durante las mismas te permitirá aplicar una mayor calidad, disminución de la fatiga acumulada.
Utiliza esa sabiduría acumulada con los años, para administrar tus fuerzas a lo largo de la semana. Un entrenador puede ayudarte con una correcta distribución de la carga en la planificación del entrenamiento, adecuada tanto a tu disponibilidad de medios y tiempo, como a a tu nivel y objetivos.
Aunque suene algo extremo o exagerado, volver entero de un buen día de escalada en roca, en una sola pieza es una gran victoria. Mantente alejado de las lesiones, minimizando al máximo los riesgos. Con la edad son cada vez más difíciles de remontar.
Presta especial importancia al calentamiento. Aunque dispongas de poco tiempo. Es una de las mejores garantías frente a las lesiones musculares.
Para los escaladores más veteranos, conseguir mantener el rendimiento físico ya supone un gran logro. Los efectos del paso del tiempo son inevitables. Por ello, poder seguir manteniendo un buen nivel o de rendimiento es una victoria contra el tiempo.
Toda una vida familiar ligada a la escalada lleva «novato» Marin (Padre de Edu Marin). Esto le ha permitido encadenar «Geminis» 8B+ con 60 años. Quien remataba para la revista Desnivel: «Quiero hacer un 9a antes de los 70 años»
Además, lo bueno de la escalada, es que pudiendo perfeccionar tu técnica, siempre podrás seguir subiendo de grado, sin necesidad de mejorar físicamente. Las mejoras de la técnica, junto al mantener un buen nivel físico, te seguirán ayudando a progresar en los distintos grados de dificultad, optimizando tus recursos y obteniendo mejores resultados.
La movilidad y la flexibilidad se ven reducidas con la edad. Presta especial atención a los hombros y a las caderas. Intenta hacer ejercicios y rutinas de movilidad al inicio y final de cada sesión de escalada , sobre todo en el gimnasio, y los días de reposo activo.
Por ultimo podemos decir que hay 2 tipos de escaladores mayores con una gran diferencia entre sí:
A) Están los escaladores que llevan años practicando la escalada. Conforme su escalada va madurando, también lo hacen su forma de moverse. Destacan por una técnica muy precisa, que les permite ahorrar recursos en las rutas.
Para ellos un par de sesiones breves en la semana de trabajo compensatorio y entrenamiento de fuerza serán ideales. Así mantendrán una adecuada postura, junto a una buena masa muscular. Lo ideal será realizar el trabajo de fuerza con ejercicios exentos de riesgo, sin dejar de lado la zona media del cuerpo o core. Estas sesiones de fuerza no deberían faltar semana tras semana, adaptándolas a los objetivos que desean. ya sea solo rendimiento o lograr la cadena de alguna vía en especial.
Tomás Ravanal a pesar de haber conocido tarde la escalada (20 años) producto del desarrollo de la técnica y otros aspectos del rendimiento, logró encadenar «la rambla» 9a+ con 34 años, cuando en teoría su fuerza máxima debería ir decreciendo.
Lo mismo con las suspensiones en tabla multipresas. Céntrate sobre todo en la fuerza. Suspensiones breves con amplios descansos, un par de veces por semana.
Las sesiones de búlder hazlas breves y con amplios descansos. Ten cuidado con los movimientos dinámicos. Intenta buscar la opción más controlada. Si algún gesto es potencialmente lesivo, pasa a otro. Hay movimientos infinitos como para empeñarte en repetir el que te lesione.
Y aunque suene muy exagerado, también anda con cuidado con las caídas altas. Aprende a caer en la colchoneta. Si acabas un bloque, des-escala un poco antes de saltar. De esta manera tu zona lumbar y articulaciones inferiores se verán menos resentidas.
B) Ahora si eres un escalador de cierta edad que empieza desde cero, lo mejor son unas clases dirigidas con un grupo de tu mismo nivel.
En este caso cobra especial importancia la figura de un entrenador. Alguien que te guíe te hará más sencillo el camino, la escalada es un deporte extremadamente técnico y complejo. conocer los movimientos costará tiempo de práctica, hasta conseguir que tu cerebro logre captar los movimientos.
La escalada en un rocodromo, dirigida por un entrenador y rodeado de personas con los intereses y el nivel similar, te pueden motivar y ayudar en los inicios en la escalada.
Seguramente se centrará en travesías sobre agarres grandes para conocer las formas, junto a problemas que trabajen el equilibrio y ejercicios aislados que incidan sobre aspectos técnicos concretos. No tengas prisa en avanzar. La escalada es un deporte extremadamente técnico. Las vías en top rope, te aportarán una dosis de adrenalina que aumentará conforme te separes del suelo, de la manera más segura posible.
Lo mejor será clases dirigidas, con un grupo que comparta el mismo nivel que tu. Así la motivación será mejor, además de adquirir un mayor compromiso con tus horas semanales. Un par de sesiones a la semana serán perfectas para comenzar.
Como decia Igmar Bergman:
«Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena. «
Por Pancho de Conce