Cochamó // «Si quieres visitar, necesitas reservar»
©Pancho Herrera, Portafolio Pancho Herrera
Esta temporada y por tercer año consecutivo, la organización del valle de cochamó que reúne operadores turísticos, propietarios, arrieros, ONGs, locales y voluntarios, se preparan para recibir a la gran cantidad de turistas generando algunas medidas de control que fundamentalmente se refiere a la reserva necesaria para poder dormir en este espectacular valle, para lo cual han instaurado el lema: “Si quieres visitar, necesitas reservar”.
La implementación de un sistema de reciclaje es la novedad para este año, puntos verdes para los campings de La Junta, la remodelación del contenedor de registro y el comienzo de las obras de un centro de informaciones, todo esto financiado gracias a la donación de la marca outdoors Mammut en colaboración con la tienda Andesgear, entregando su «granito de arena» a la protección de este paraíso de la escalada.
El valle de Cochamó no es un Parque Nacional ni tampoco un parque privado. Mas bien es un conjunto de tierras (principalmente privadas) que conectan a través de un sendero que ha sido utilizado históricamente por arrieros, y que hoy es transitado por más de 15,000 personas cada año. Por ello también la urgencia de tener algún tipo de regulación.
Si quieres reservar debes seguir los siguientes pasos:
1.- Ingresa a www.reservasvallecochamo.org
2.- Elige el camping que quieres reservar
3.– Contacta directamente al prestador del servicio o camping y espera su respuesta
4.- Guarda tu comprobante y llévalo a tu viaje. Con este comprobante aseguras tu cupo y acceso al sector de la Junta.
En la pagina web de reservas también puedes encontrar información bastante util respecto a transporte, horarios, normas básicas, arrieros, etc..
Para informarte mas extensamente de las bondades de el «Yosemite sudamericano» te invitamos a ver nuestra nota.
Seguramente ya han escuchado hablar de Cochamó. No hay escalador en Chile que no sepa de la existencia de este real paraíso sudamericano de la escalada, con sus paredes de granito de mil metros, muchas de ellas aun inexploradas, y donde han dejado sus huellas varios de los más máquina de los máquina en el mundo, como David Lama, Thomas Tivadar, Sean Villanueva, Nico Favresse, Katie Brown o Alex Honnold, entre otros.
Pero La Junta también es un destino fantástico para realizar otras actividades outdoors, como vías ferrata, caminatas, trekkings, cabalgatas, kayak o simplemente, bañarse en el río y disfrutar el maravilloso paisaje de este valle cruzado por aguas turquesas y milenarios bosques de alerces, además de mañíos, lumas, canelos y coigües.
Este “lugar secreto”, escondido entre los altos cerros de piedra, como el famoso Arco Iris y el Trinidad, quizás hubiese desaparecido en los años 40, época en que los habitantes del sector provocaban incendios para aumentar la explotación ganadera de la zona. O bien haber sucumbido ante las filosas hachas o las poderosas motosierras que hicieron arar los bosques durante la insaciable explotación forestal durante el siglo XX… si no fuera porque la única forma de llegar es por tierra, siguiendo un irregular sendero en mal estado, a caballo o a pie, que había sido recorrido sólo por los arrieros locales desde hace 150 años.
Por suerte, el incómodo sendero siempre lleno de barro, que exige una caminata de 5 horas, las gigantes paredes de roca, la lluvia y la humedad, protegieron al valle de la inconciencia de la gente y de las industrias… y el lugar ha logrado mantenerse como uno de los paraísos más maravillosos de nuestro país.
Sin embargo, entre 2000 y 2006, este sendero estuvo a punto de convertirse en un cómodo camino para autos y camiones, que conectaría los 46 kilómetros que separan el seno de Argentina. Si todo hubiese salido como lo planeado, este lugar hoy estaría inundado por la aguas del río Cochamó, habiéndose concretado el proyecto hidroeléctrico que habría significado el fin de este mágico lugar, que tanto llama la atención de los escaladores del mundo entero y que deslumbra a todas las personas que lo visitan. Por suerte, la lucha de la comunidad de escalada, de Daniel Seeliger (el gringo dueño del camping y el refugio), los habitantes del pueblo y la Organización Conservación Cochamó, formada por las empresas turísticas de la zona, dio buenos resultados, demostrando que el Valle Manso era más eficiente para la construcción de un camino que Cochamó.
Foto: Abraham Navia escalando en Cochamó con el Trinidad de fondo
De un valle perdido a un increíble destino de escalada y trekking
Un poco de historia…
En 1996 John Foss, quien recorría en kayak el río Cochamó, tomó fotografías de los cerros del valle y se las mostró a unos compatriotas estadounidenses que habían estado escalado en Torrecillas, Steve Quinlan y Chris Ann Crysdale. Motivados, llegaron hasta la explanada donde actualmente se encuentra el refugio, sin embargo, debido a la inmensa cantidad de quilas, no pudieron llegar hasta las grandes paredes. Pero al regresar a Yosemite, Quinlan relataría su experiencia a un inglés, Crispin Waddy, quien, junto a un amigo Nell Doust, serían los primeros en definir un sendero hasta los pies del Trinidad en 1997, aunque vieron frustrado su intento a la Torre Norte por falta de equipo. Los gringos seguirían su viaje por Chile a las Torres del Paine, quien con mucha suerte y algo de mal tiempo en el parque, pudieron convencer a los desinteresados británicos Ali Thomas, Roger Hughes y Simon Nadin de ir a conocer el “escondido” lugar. Así esta cordada de ingleses inaugurarían la primera vía desviándose por el proyecto de Waddy hacia la izquierda: Stirling Moss (5.10 100 m).
Un año después, Quinlan regresaría al valle, junto a otro escalador, Nathan Martin, uniéndose Waddy, Craine y Nadin quienes también habrían vuelto acompañados de los hermanos Kendall. Así se abrirían nuevas líneas: Sundance (5.12+ A2 900 m) y Welcome to The Jungle (5.11 A3 750 m). Y finalmente Waddy y Craine lograrían terminar su primera y frustrada vía: Idus de Marzo (5.11 A3+ 750 m).
Foto: Deslumbrante vista al Trinidad, por Chiko Gonzalez
Desde ahí se comenzaría a difundir la existencia de este potencial “Yosemite” sudamericano, hasta que en 1999 el lugar recibiría a sus primeros habitantes, los brasileros. Jose Luis Hartmann “Chiquinho”, Sergio Tartari y Marius Bagnati se quedarían dos años en la Junta, tiempo en que se construirían un refugio de bambú y abrirían varias de las rutas más clásicas de este spot, como por ejemplo, Mucho Granito Arriba (5.10c A4 850 m), Tábanos na Cara (5.10d A3+ 750 m) y la primera vía completamente libre: Alendalaca (5.12b 400 m), en el año 2000.
Este mismo año, Daniel Seelinger se encontraba enseñando inglés en Valdivia, cuando escuchó hablar del valle secreto. Motivado por la idea de un potencial Yosemite pero sin los miles de turistas, se aventuró hasta el lugar, donde llegaría a comer panqueques con el mismísimo Chiquinho. Enamorado de este lugar mágico, se aventuró junto a su novia argentina Silvana Verdún en 2001 para escalar y buscar líneas lo más libres y naturales que pudiera encontrar.
En 2004, tras temporadas de visitas, Daniel y Silvana decidieron transformar una antigua cabaña abandonada en la explanada en su hogar, mejorándola poco a poco hasta transformarla en el acogedor refugio turístico que es hoy. Desde entonces, son los principales anfitriones del valle. El mismo Daniel ha seguido construyendo la rustica infraestructura que forma parte del encanto del lugar, como letrinas, tirolesas y el quincho. De hecho fue el mismo el responsable de la aparición de la primera zona deportiva en 2005, “Pared Seca”, provocando sin querer un pequeño incendio que quemó las plantas que escondían la roca. Por suerte el daño no fue grande y sirvió para equipar este lugar que tanto salva a los escaladores ansiosos por escalar cuando hay muchos días de lluvia.
Los primeros chilenos en dejar su huella en el valle fueron escaladores de deportiva y boulder de la USACH en 2006, quienes equiparon gran cantidad de rutas en Pared Seca. Antes habían pasados algunos fanáticos de la clásica, pero no se entusiasmaron debido a las engañosas fisuras cerradas y partes imposibles de proteger. Pero en grandes paredes, aún ningún local se había hecho notar. Hasta que un chiquillo de Puerto Montt, Michael Sanchez (a quien entrevistamos en Chileclimbers) con la más pura actitud Go To Die, llegaría en 2007 para abrir tres rutas de 700 m y en el buen estilo.
Pared seca es una buena alternativa para escalar deportiva en los días de lluvia. Foto: Francisca Villalón
Desde entonces, más chilenos se han atrevido a escalar las enormes vías de granito del lugar. Incluso para 2010 Erick Vigouroux y compañía organizarían uno de los mejores Rock’Trips de la historia nacional en este sector, motivando a una gran cantidad de chilenos a conocer y escalar en este territorio (hace un tiempo publicamos un video de lo que fue el evento, que pueden ver aquí).
Abraham, Chicote y Beno de San Felipe, disfrutando de las altas paredes del «Yosemite» de Chile en la temporada 2012.
Me voy a Cochamó! ¿Qué debo llevar?
Ya seas escalador, amante del trekking o simplemente un curioso turista, persuadido con las historias del maravilloso tobogán de roca natural, los increíbles bosques de alerce y los ríos turquesa, lo primero que debes considerar para llevar, es una mentalidad ecológica y respetuosa.
Cochamó es un lugar hermoso, un veradero paraíso, que cada vez está recibiendo más y más turistas extranjeros, por lo que requiere que los chilenos demostremos que somos los principales protectores de nuestras propias tierras. Esto significa que no existe la posibilidad de tirar una colilla al suelo, dejar un “recadito” en el bosque sin enterrarlo bien, dejar papel higiénico usado, dejar bolsas o basura… Así que antes de poner cualquier cosa en la mochila, debes meter una buena cantidad de bolsas para llevarte de vuelta TODA la basura, y bolsas pequeñas, para guardar el papel higiénico sucio y tirarlo en tus bolsas grandes. Lo mejor es tratar de no contaminar este lugar con el humo del cigarro, pero si no puedes dejar de fumar, entonces tendrás que tener mucho cuidado con las colillas, no sólo porque ensucian, sino porque puedes provocar un incendio devastador y de pasada, ganarte el aborrecimiento de toda la comunidad. Además, intenta comprar un Shampoo lo más natural posible y por ningún motivo, pienses en tirar la espuma al río.
Los toboganes de piedra: un clásico de Cochamó. Como todos los cauces de agua del sector hay que mantenerlos sin agentes contaminantes como shampoo, Jabón, etc
Luego de tener esto en consideración, a la hora de hacer tu mochila, hay otros puntos que también debes tomar en cuenta:
La caminata para llegar: hay que tomar un sendero ascendente, que no está en muy buenas condiciones y que luego de la lluvia, se embarra a tal punto de formarse trincheras, que te pueden dejar literalmente atrapado en el barro. Por esta razón, es 100% recomendable realizar la caminata con botas plásticas de lluvia o un buen par de zapatos Gore Tex para lluvia de caña alta, y además sumar unas buenas polainas, para evitar que el barro y las piedrillas entren por arriba. Idealmente cada persona debe llevar una sola mochila bien armada, sin nada colgando, de lo contrario las ramas se encargarán de romper todo. Pueden contratar un arriero $ 30.000 para que cargue un caballo con los bolsos(en el link de reservas esta también esta info) . Es una idea que sin duda vale la pena, sobre todo para quienes van con cuerdas, racks y equipo pesado. Deben llevar linternas frontales y alimentos a mano.
Comida y Cocina: pueden comprar pan, cervezas, sándwich, pizza y algunos alimentos a Daniel y su señora, pero además de lo que ellos proporcionan, no hay donde comprar. Deben pensar muy bien en lo que van a llevar y calcular los días. Ya que se han armado polémicas debido a escaladores desabastecidos que han tenido que mendigar alimentos. Es fundamental incluir: gas suficiente, azúcar, mate, café, sal, aceite y todo lo necesario para cocinar. Si se les olvida, difícilmente podrán ir a comprar a la esquina… ya que la “esquina” estaría por lo menos a unas 5 horas de caminata.
Camping: en el lugar llueve mucho, hay temporadas en que fácilmente pueden tocar dos semanas seguidas o más de aguaceras interminables. Por lo mismo es fundamental llevar una buena carpa, diseñada para lluvia y viento. Como el viento que corre puede ser muy molesto, no es mala idea llevar un plástico o telón, y unos tensores, para aislar “la cocina” de las ráfagas, sobre todo si hacen fogatas. Pero repetimos: hay que tener extremo cuidado con los incendios. Y si van a prender fuego, lo mejor es pedir permiso y preguntar de antemano a Daniel o sus colaboradores. También existe la posibilidad de quedarse en el refugio, pero deben reservar con anticipación (en esta página encontrarán la información).
Ropa: es el Sur, llueve, hace frío. Lo básico es, por lo tanto, llevar dos pares de zapatillas, ropa impermeable, lo mejor que tengan para la lluvia y buenos calcetines.
Equipo básico: un buen saco de dormir, ojalá para temperaturas de menos 0°. Linternas frontales. Jabón que no contamine. Y un buen botiquín (ver artículo Consideraciones para un botiquín de primeros auxilios para escalada y áreas silvestres).
Cómo llegar: Hay transporte público para llegar al principio del sendero desde Puerto Varas. También se puede dejar los autos estacionados en las casas de los lugareños pagando un módico valor. Las mejores indicaciones en el sitio web oficial (aquí).
¿Qué más tengo que saber?: en Enero hay tábanos… si no les gustan, entonces no vayan en esta fecha.
Por Chileclimbers
Fuentes:
Foto principal: Fran Villalón
Artículo “Cochamó” Revista Escalando n° 4
“Cochamó, el valle escondido”, Diario La Nación, Ed. Impresa 06 Nov 2010.
Sitio Web oficial: www.cochamo.com