La Motivación el combustible que nos mueve
Por lo general cuando planeamos o tenemos una idea de lo que queremos llegar a hacer, nos planteamos metas a alcanzar a fin de trazar objetivos que nos den un lineamiento al momento de hacer cualquier actividad. Cuando escalamos, por lo general trabajamos sobre este principio, de manera consciente o inconsciente, tenemos expectativas de las cosas que queremos lograr, sea un grado, una ruta o simplemente una sensación, pero las metas no simplemente se fijan y se cumplen, necesitan de un combustible que nos impulse a alcanzarlas y lograrlas y sobre este combustible queremos hablar en esta oportunidad, nos referimos a la famosa MOTIVACIÓN. Planeamos darle algunas ideas de como alimentar la motivación para que esta perdure y nos impulse aún más lejos de los propios objetivos planteados!
La motivación deriva de querer «obtener algo» de alguna experiencia, sin la motivación no tenemos el combustible necesario para romper nuestros límites y ahondarnos en las turbias aguas que están fuera de la «zona de confort». Esta motivación aumentará o disminuirá dependiendo de qué tan cercanos veamos las metas que tengamos, pero para poder generar un esquema en la cabeza es necesario que nos fijemos OBJETIVOS. Existen dos clases de objetivos: los finales y los procesuales.
Nuestra motivación se comportará de manera diferente dependiendo de los objetivos que nos propongamos, para eso es necesario comprender la diferencia entre los objetivos y aferrarse a que éstos son la clave para mantener viva la motivación para seguir adelante.
Los objetivos finales pueden ser tan «simples» como querer subir el grado, lograr una cumbre o encadenar una ruta. En cambio los objetivos procesuales son cosas que aprenderemos en el camino y que nos servirán para llegar bien preparados al momento de tener que superar o cumplir nuestro objetivo final. Ya sea mejorar la sensación, ganar más fuerza y/o adquirir competencia y habilidades que nos ayudarán en un futuro. Si sólo nos motivan los objetivos finales la motivación no perdurará en el tiempo, verá la meta como algo lejano e imposible y puede que acabe por terminar con nuestro sueño. Sin embargo, si acompañamos nuestro objetivo final con los objetivos procesuales a medida de que vayamos progresando en el estrés, iremos logrando los pequeños objetivos que nos hemos puesto durante el proceso, lo cual nos ayudara a que la motivación encuentre un sentido y en consecuencia aumente.
Es de vital importancia visualizar la motivación en el resultado y en el proceso. Si no hay proceso no hay resultado. Para esto es necesario fijarse ambos tipos de objetivos y situarlos en orden con nuestro rendimiento de forma realista y teniendo alguna idea de como éste se comportará producto del entrenamiento. Una buena estrategia para mejorar al máximo es poner los objetivos procesuales por delante de los finales, así lograremos enfrentarnos a las situaciones de estrés con mayor energía y con mayor posibilidad de éxito, lo que conlleva a obtener un mejor aprendizaje y a la larga a mejorar. Pensemos en los objetivos finales como una manera de poner a prueba los objetivos procesuales y no al revés.
Lo que logramos al poder dar el máximo en una situación de estrés es centrar toda la atención, estímulos y energía en el momento presente, lo que llevará a que se alineen todas tus cualidades para sacar lo mejor de si, pero esto también es cosa de entrenamiento. No podemos estar escalando a muerte pensando que no tenemos que cambiar el aceite del motor del auto o que se nos olvido darle comida al perro.
Todos tenemos algo que nos motiva, independiente si escalamos 9b o 6a, todos tenemos un motor que nos impulsa a practicar esta actividad. Para identificarlos con nuestra motivación debemos ser sinceros con nosotros mismos (¡uff que fácil suena!). Plantemonos una lista con los objetivos finales que tengamos y busquemos què objetivos procesuales pueden ir ayudándonos en el camino ¿te hacen más ilusión los objetivos finales? si es así pon énfasis en los procesuales, ve por que te motiva tanto el objetivo final y no le quites atención a los procesuales y busca fijarte en como estos contribuyen a tu objetivo final. Siendo consciente de donde podemos flaquear sabremos en que momento debemos poner más atención y cuando estaremos más propensos a la frustración, todo esto sirve para que esta (la frustración) no te gane.
Nuestra naturaleza siempre busca crecer. Si logramos hacer un buen proceso y un buen trabajo puliendo nuestros objetivos lograremos basar la motivación en el crecimiento, en el reto y en el estrés que siempre van de la mano con el crecimiento; todo esto nos dará un fuerte impulso para empoderarnos al momento de vivir el proceso; nuestra fuente de energía y su aplicación estarán alineados, lo que hará que las cosas fluyan hacia nuestros objetivos cuando lo apliquemos.
Por Chileclimbers