Cuatro miedos básicos de la escalada

En la escalada, los miedos razonables te mantienen con vida el tiempo suficiente para darte cuenta de tus posibilidades y de la cantidad de vías excelentes que te quedan por realizar. Por ejemplo, el miedo a caerte hasta el suelo te obliga a instalar buenas protecciones cuando vas de primero y a chapar la cuerda antes que nada.

Son los miedos irracionales los que trastornan tu actuación. Cosas como el miedo a caerte en una vía bien protegida, miedo a la incomodidad física, miedo al fracaso y miedo a la vergüenza deben ser eliminadas si quieres escalar lo mejor que puedas. Hay también miedos previos a la escalada, como puede que sea demasiado alto o demasiado bajo o demasiado débil para ser esta vía, los cuales (si no se comprueban) pasan a ser realidad.

Finalmente, hay miedos subconscientes y programados ¿Te has caído alguna vez después del tramo clave cuando ya tienes la vía casi hecha? O ¿ Te has resbalado de un agarre grande o has cometido un grave error en la sección fácil aunque sentías que tenías el control? Puede que semejantes errores sean resultado de miedos interiores ocultos y no de falta de habilidad.

Afronta tus miedos de cara. Empieza escribiendo miedos recurrentes que perjudiquen tu rendimiento habitualmente.

Enfrentarse al miedo es un proceso continuo, nuestros miedos siempre están cambiando. Revisa cada actuación mala e identifica qué miedo puede haber contribuido a tus dificultades. Para ayudarte con este análisis, aquí tienes una exposición de cuatro miedos básicos de la escalada: Miedo a caer, miedo al dolor, miedo al fracaso y miedo a la vergüenza.

El miedo a caer es inherente a la escalada, resulta curioso que no es realmente caer lo que tememos, si no desconocer cómo será la caída. Esto explica por que la primera caida en una vía es la que más atemoriza, mientras que las siguientes son mucho menos estresantes. Los principiantes probablemente necesite alguna prueba realmente fiable de que la caída es segura. La mejor forma para que un futuro triunfador tenga confianza en el sistema es realizando algunas caídas intencionadas. Busca una vía algo desplomada con seguros a prueba de bomba, utiliza una buena cuerda, chequeo cruzado, y realiza caídas cortas.

Un escalador más experto que tenga miedo a la caída en una ruta a vista, puede afrontar el miedo durante las rutas de calentamiento.  La táctica aquí es recordar mentalmente caídas pasadas sin consecuencias y asumir que las caídas en esta vía serán iguales.

Cuando estás forzando tus límites, el miedo al dolor y a la incomodidad puede llegar a ser una debilidad importante. Este miedo hace que te rindas mucho antes de que tu cuerpo haya alcanzado su límite físico. El dolor de escalar una vía continuamente estresante puede bloquearte, sin embargo si logras controlar este momento de dolor, tendrás un gran aporte a tu escalada. Decide forzarte algo más, hacia tu zona de incomodidad, cada vez que estés en una vía difícil. Pronto tu umbral de dolor quedará redefinido, así como tus límites.

Este miedo profundamente arraigado suele ser inculcado durante la niñez, cuando casi todas las acciones son catalogadas por nuestra familia, profesores y amigos como éxito o fracaso. Todos hemos pasado en la niñez por situaciones en las que el miedo al fracaso es tan fuerte que nos inmoviliza. Es bastante común que nos imaginemos todas las cosas que podrían salir mal. Una vez desencadenados, estos pensamientos negativos pueden agrandarse y, bastante a menudo, llegan a ser profecías que se alimentan así mismas.

En la escalada el miedo al fracaso te bloquea. Cuando tu ataque a una vía se vuelve menos agresivo de lo necesaria te ves planteándote dos veces las secuencias al hacerlas, tu respiración se vuelve entrecortada y tu agarre empieza a tensarse; estas apretando excesivamente.

Hay tres formas de eliminar el miedo al fracaso. La primera es concentrarte en lo que es probable en vez de lo que es posible. Seguramente forma parte de la naturaleza humana imaginar siempre el peor escenario, pero este casi nunca pasa a la realidad. Afronta tus pensamientos imaginando lo que es probable y realista, basándose en experiencias pasadas.

El segundo modo de debilitar este miedo es centrar toda tu atención en el proceso de la escalada y olvidarte de los resultados posibles. Concéntrate en las cosas inmediatas de tu actuación: un posicionamiento de pies precisos, un agarre relajado, moverte rápidamente hasta la siguiente posición de descanso, y ese tipo de cosas. Tu reserva limitada de energía es demasiado valiosa como para gastarla preocupandote por lo alto que escalaras o por los resultados.

En esta misma línea debes adoptar la actitud de no pasa nada si me caigo (asumiendo que la caída es segura) y que la caída no me molestara simplemente volveré a colocarme y le daré otro intento. Al aceptar este destino voluntariamente, disuelves totalmente tu miedo al fracaso que ata de manos a tantos escaladores. Por tanto, al aceptar la caída, es menos probable que te caigas.

Finalmente, hay un miedo a sentir vergüenza y a que te falten el respeto. Resuelve esto o nunca disfrutarás completamente de la escalada ni alcanzarás tu potencial. Admite que los días de mal rendimiento son inevitables de vez en cuando. En vez de intentar evitarlos simplemente acepta que ocurren, analiza por qué se han producido y después entiérralos. Con esta actitud estarás libre para intentar mas movimiento arriesgados y aventurarte a algún fallo ocasional.

Las críticas, excepto las tuyas propias, en realidad no importan. Trabaja para mejorar la confianza en ti mismo y no dejes que las críticas de los demás invadan tus pensamientos.

Al final, adopta la actitud de que no hay fracasos, solo resultados. Si te caes en el primer movimiento de una vía, se debe a que no has prestado atención al movimiento, no a que seas un individuo inútil. Puede que el resultado no sea ideal, pero contiene las pistas para mejorar, acepta que al afrontar tus miedos y duplicar tu exposición a estos, duplicarán tus logros y tu capacidad máxima de escalada.

Fuente:
Entrenamiento para escalada, Guía definitiva para mejorar tu rendimiento y nivel.
Librería Desnivel.