La inteligencia múltiple y su enorme área de amplitud
Cuando estaba en el colegio no era un buen alumno. Bueno, no era un buen alumno en ESE colegio, en cualquier otro habría sido alumno destacado. La alta exigencia académica, el clima de competencia descarnada, y sobre todo el enfoque en sólo un “sistema” abocado hacia lo que era la segunda religión: las matemáticas. Más allá de comentar de que era un pésimo alumno en este ramo (logrando insertar el estigma y pensamiento de que era un “tontito” para el área, que no tenía capacidades, etc.), se me hacía -o se nos hacía, a toooodos aquellos que no seguíamos esa santa religión- ver como persona de tercera categoría. Era un tonto por no pegarle o tener habilidades matemáticas.
No era una máquina de los cálculos. Sufría con las 6 -o más- horas de este ramo. Pero con el tiempo empecé a descubrir y destacar otras áreas en donde si tenia “buen rendimiento”; se me daban fácil, los resultados eran más que óptimos, lo que hacía que me gustaran estas otras materias o áreas. Primero fue el mundo que se abrio de los Scout, más tarde del rugby, luego el atletismo… En resumen: encontré que tenía capacidades para los deportes, para trabajar en grupos, equipos, liderar y organizar personas. Pero seguía siendo un alumno de tercera.
Al entrar a la universidad, en algún momento de ese primer año, leí algo sobre las inteligencias múltiples. Se me abrió un mundo nuevo, y también me revalorice como persona: SI TENÍA INTELIGENCIA, solo que no la que me exigían.
¿Que es la INTELIGENCIA?
El concepto del cociente intelectual, también conocido por su abreviatura (CI), es utilizado con enorme frecuencia como si fuera equivalente a la inteligencia, o al menos una medida definitiva de este constructo. Sin embargo, el CI y la inteligencia no son sinónimos ni deben ser entendidos como tales, a pesar de la estrecha relación entre ambos conceptos.
El diccionario de la Real Academia Española incluye varios factores relevantes en su definición de la inteligencia: la capacidad para comprender y conocer cosas , así como para resolver problemas. Además, una de las acepciones describe la inteligencia como una habilidad derivada de la experiencia.
Albert Binet, creador de la primera prueba de CI, equiparó la inteligencia con el juicio o el sentido común. David Wechsler, autor de los tests de inteligencia WAIS y WISC, afirmó que es una capacidad global que nos permite lograr metas, pensar de forma racional y afrontar el entorno. Charles Spearman, pionero de la psicometría, también destacó este carácter unitario.
El cociente intelectual o CI es la puntuación global que se obtiene en diversos instrumentos cuyo objetivo es medir la inteligencia (o sea, responder bien una prueba). Su origen es el concepto de “edad mental”, que proviene de la primera escala de inteligencia: la que desarrollaron Binet y Simon para evaluar las necesidades especiales de niños con dificultades de aprendizaje.
En la actualidad existe el predominio de 2 inteligencias, la logico- matematica y la lingüística, siendo la base e incluso relegando al rechazo las demás.
La Inteligencia Múltiple de Gardner
La inteligencia no es vista como algo indivisible, que reúne a diferentes capacidades específicas con distinto nivel de generalidad, sino como un conjunto de inteligencias múltiples, definiendolas como la capacidad de elaborar productos o resolver problemas que son relevantes para la sociedad en la que viven.
Gardner considera la inteligencia como la capacidad para procesar información. Esta teoría no indica claramente el cómo es procesada la información. Apuntó a que la visión (o escuela tradicional) está centrada en el desarrollo de conocimientos y competencias agrupados en el área del lenguaje, el procesamiento fonológico y el razonamiento lógico- matemático y se olvida de que se puede instruir y procesar la información por distintos canales como: el aprendizaje sensorial, el aprendizaje musical, al aprendizaje por modelado, el aprendizaje basado en la interacción social, al aprendizaje mediante vías estimulares- sensitivas, el autoconocimiento, etc.
Las 8 inteligencias identificadas incluyen:
La inteligencia lingüística:capacidad de analizar información y crear productos de implicación del lenguaje oral y escrito (discursos, libros, anotaciones, el “don de la palabra”)
la inteligencia logico- matematica: capacidad de desarrollar ecuaciones y pruebas, hacer cálculos y resolver problemas abstractos; es la comprensión y el uso de estructuras lógicas, incluidos los patrones y relaciones y declaraciones y proposiciones. Su núcleo es la percepción de ciertos patrones recurrentes, incluidos patrones numéricos y así sucesivamente.
la inteligencia espacial: capacidad para percibir imágenes externas e internas, recrearlas, transformarlas o modificarlas. Trabajar con información gráfica. Crear modelos mentales de el mundo espacial y ser capaz de maniobrar y operar usando este mismo modelo.
la inteligencia musical: la capacidad de producir, recordar y hacer significado de diferentes patrones de sonido, además de percibir, discriminar, transformar las formas musicales. Es también la capacidad de entender y expresar componentes de música, incluyendo patrones melódicos y rítmicos.
la inteligencia corporal- cinestésica (o deportiva): capacidad de usar nuestro propio cuerpo para crear productos o resolver problemas, usar todo el cuerpo en la expresión de ideas y sentimientos.
inteligencia naturalista (última en postularse y aún en desarrollo y análisis): capacidad de identificar y distinguir entre los diferentes tipos de plantas, animales y formaciones climáticas que se encuentran en el mundo natural, además de la relación con elementos del medio ambiente.
la inteligencia interpersonal: capacidad de reconocer y entender los estados de ánimo. deseos, motivaciones e intenciones de otras personas. Se define muchas veces como la capacidad de observar y hacer distinciones entre otras personas con respecto a estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones y utilizar esta información de manera pragmática.
y finalmente, la inteligencia intrapersonal: capacidad de reconocer y comprender sus propios estados de ánimo, deseos, motivaciones e intenciones. Se relaciona con la capacidad de acceder a la propia vida emocional a través del conocimiento interior de los estados de ánimo, intenciones, motivaciones, potencialidades, temperamentos y deseos. Capacidad para formar un modelo verídico, preciso de uno mismo y para usar este modelo para operar de manera afectiva en la vida.
Ser inteligente en el deporte
En la actualidad, según esta y otras visiones, ser Inteligente ya no es sinónimo de ser meramente bueno en resolver problemas matemáticos o destacado en temas del lenguaje.
No vamos a negar que el Mago Valdivia es (o era, más allá que el físico nunca lo acompañó mucho) un genio de otro nivel en lo relativo al futbol (pero que no abra la boca, ¡por favor!), su manera de moverse, de manejar los espacios y los de sus compañeros, etc. O el genio del Chino Ríos, alabado por los mejores del mundo: Nadal, Federer, Djokovic, Sampras, Agassi. Su inteligencia radica en lo corporal, cinético, deportivo. Intrapersonal, interpersonal… mejor ni hablar. Reprobaria una prueba de Inteligencia Emocional.
Resumiendo…
Ser inteligente es la capacidad de resolver problemas, situaciones, desafíos. Tener las herramientas, competencias y capacidades de adaptarnos a lo que el medio nos proponga. Algo no mencionado en definiciones, teorías: la capacidad de aprender. No solo de experimentar o experienciar lo que nos pase, sino de aprender de estos eventos.
No siempre lograremos resolver al 100% los desafíos o problemas propuestos (como en una ruta o boulder), no es más seco o inteligente el que lo haga a vista, en menos tiempo; sino el que logre sacar un aprendizaje de esto -más allá del resultado-. Esto es, verdaderamente, un deportista y persona Inteligente. Ir más allá de la capacidad que te tenga.
Si tenemos inteligencia o capacidades físicas, tendremos una herramienta ganada. Pero para sacarle el jugo necesitamos potenciar con otras (o todas) inteligencias, en distintos grados o niveles. Ser un escalador de nivel no es meramente capacidad e inteligencia física, necesitas tener inteligencia intrapersonal para saber qué pasa, detectar y trabajar la frustración, desarrollar la resiliencia y el lograr manejar (o al menos reconocer) las propias emociones; inteligencia interpersonal para entender a los otros, hacer equipos, negociar y lograr cosas junto a otros (trabajar con entrenadores, médicos, psicólogos, etc.); y ¿los cálculos matemáticos entre nuestro cuerpo, capacidades y la ruta? Acabamos de ver que son necesarias al menos 5 tipos de inteligencias, trabajando interconectadas.
TODOS SOMOS INTELIGENTES, solo debemos descubrir cuál es nuestro elemento, como diría Ken Robinson.
Ps. Sergio Miranda C.