Nuevas aventuras de Inti Mellado en el cerro La Gloria

Hace ya varios años, una de las primeras veces que fui al Alfalfal, el Tola (Cristóbal Señoret) me comentó sobre la interesante escalada que presentaba el espolón del Cerro la Gloria y las pocas ascensiones que este tenía. Yo quede alucinando con algún día subir esa estética pared, pero el proyecto quedo en las nubes. Cada vez que pasaba por ahí y veía el espolón me daban ganas de escalarlo sin nunca concretar, hasta que este año después de mi viaje a Patagonia dónde volví completamente cargado de energía y con motivación de sobra me junté a escalar en resina con Anais Puig y de una manera un poco en talla nos propusimos escalar el cerro el finde que venía; la verdad creo que ninguno de los dos se lo tomo muy enserio pero ambos un poco locos por la idea de hacerle cumbre a un espolón tan mágico (que literalmente llama a ser escalado) le pusimos todo el empeño para que la idea resultara.

El viernes 5 de mayo por la noche, después de volver de nuestras respectivas pegas nos juntamos en mi casa y partimos de manera apresurada en dirección al Alfalfal. Ninguno de los dos había pedido el permiso para cruzar la frontera de Aes Gener (mejor omitir a empresas fascistas que niegan el acceso a terrenos estatales), intentamos pasar igual, pero mi cara no es lo bastante convincente al parecer. Finalmente decidimos dormir (o mejor dicho intentar dormir) en la parte de atrás de mi jeep un par de horas para después darle con todo a la Gloria. Está claro que entre la Anais y yo no íbamos a soportar mucho más nuestras ganas de ir a escalar, así que tipo cuatro de la mañana (habiendo dormido como tres horas) comenzamos a aproximar en dirección al estero la gloria; tras haber saltado las barreras de costumbre ya estábamos en ruta así que caminamos rápido, llegamos al estero y desde allí fueron como tres horas hasta la base de la pared. Como aún era de noche y no se veía mucho preferimos esperar a que amaneciera y dormir así como estábamos, con todo puesto y frío.

Tipo ocho de la mañana con el sol ya en nuestras narices, apreciamos al coloso que teníamos delante, una pared bastante grande (aprox. 800 metros) pero no muy vertical; nos equipamos y comenzamos con la escalada, debido a las condiciones que presentaba la pared decidimos ir desencordados y a veces en simultaneo…. así transcurrieron los primeros 600 metros, una interesante y sketchy trepindanga que pasaba por varios terrazones y a veces por un aéreo filo. Eran como las 12.30 y nos encontrábamos relativamente cerca de la cumbre en una agradable terraza, hasta el momento la ruta no había presentado muchas dificultades técnicas (de hecho habíamos escalado todo con las tillas de aprouch).

Miramos para arriba y se veían dos opciones claras, la primera era seguir por el filo cumbrero y cortamente llegar arriba (lo cual sinceramente era bastante fome) y la segunda opción era escalar una bonita y vertical línea que se encontraba en medio del paredón de la derecha.

Claramente tomamos la opción dos y continuamos escalando en simultaneo y con tillas de aproximación, no problem, pillo un precario seguro y voy de cabeza, otro run-out; confiado de la adherencia de mis tillas en el slab me pego un pequeño patinazo y el primer susto, en estos momentos sabía que una caída no era opción, pero como ya es sabido no gear no fall, así que concentrado continúo escalando un par de metros más y encuentro una buena fisura para montar la reunión. En un par de minutos más mi partner ya está junto a mí con la misma cara de susto que yo, soltamos unas risitas nerviosas y continuamos escalando, esta vez asegurándonos como corresponde y con tillas de escalada… Los cuatro largos siguientes fueron de una calidad connotada de grados que deben andar por el 5.10, bastante más duros y expuestos de lo que aparentaban; pero a pesar de esto la roca bastante sólida así que cuando hay donde proteger los seguros quedan bomba (just take it easy). Llegamos a la cumbre a eso de las 14.30 y estuvimos unos 45 minutos gozando del bello paisaje, las condiciones eran perfectas, un solazo de aquellos pero afortunadamente corría viento el cual impedía que nos friéramos. Estábamos muy felices, vivimos por momentos como estos, habíamos abierto una posible nueva ruta, éramos de las pocas cordadas que le han hecho cumbre al cerro y aún más importante habíamos compartido buenos momentos en la pared disfrutado de la línea en cada momento. Sacamos la respectiva foto de cumbre y comenzamos con el descenso.

Sabíamos que teníamos que bajar el acarreo en dirección hacia el río, el problema fue que cada vez que bajábamos el acarreo se ponía mas parado….. un par de horas más tarde ya estábamos desescalando, en algunas secciones habían pasadas que lograban ponerte nervioso, afortunadamente la Anais un poco mas sensata que yo me menciona que sería mejor empezar a rapelear, yo necio e impulsivo como siempre intento  desescalar la última sección y me pego un resbalón de aquellos (dentro de todo patinazo controlado), parecía cabro chico en el resbalín…..como resultado, rompí la pernera del arnes y raje la mochila, pero nada grave, en fin hay que hacerle caso a las chiquillas. La Anais descescala (con dignidad y sin resbalarse) para luego juntarnos en la terraza en la cual había caído, aquí abandonamos un cordín para comenzar con el rapel, después fue mas fácil continuar por el acarreo, montamos otro rapel y rápidamente nos encontrábamos en el estero La Gloria para finalmente, un par de horas mas tarde  salir por las barreras de contención de Aes Gener. Cansados y felices (la cara de alegría no nos la sacaba nadie) dormimos profundamente otra noche en el jeep, para finalmente por la mañana regresar con una interesante aventura que contar en el almuerzo familiar del domingo.

Para finalizar me gustaría agradecer a mi familia y amigos que siempre me apoyan (a pesar de mi desorganización y locura) para llegar a cumplir mis sueños y también a mis auspiciadores andesgear, mammut chile, just climb, evolv chile y gimnasio el muro.

Por Inti Mellado y Anais Puig.