Secuencia de Yoga para el cuidado de nuestras manos

 Hubo un tiempo donde escalaba todos los días y, finalmente, el sobre exigirme le pasó la cuenta a mi cuerpo, especialmente a mis manos. Si lo piensan es muy obvio que nuestros dedos se resientan con la escalada o que no estén acostumbrados, pero para mi fue una sorpresa.

Me dolían mucho las articulaciones de cada dedo, al punto de no permitirme escalar ciertas rutas y, pese a que mucha gente me dijo que era normal en los escaladores, traté de buscar una respuesta al dolor. En eso, me di cuenta de que estaba elongando siempre mis muñecas pero no tanto mis dedos.

Nunca había escuchado del yoga para las manos, si bien uno usa todo el cuerpo en las asanas, no había encontrado secuencias específicas para las manos y la verdad es que desde que empecé a hacerlas, el dolor disminuyó considerablemente.

En el video les muestro una secuencia básica de yoga específico para nuestras manos, dedos y muñecas. Idealmente háganlo con el cuerpo entrado en calor, ósea es ideal para la elongación al final de la escalada.

– Cuando empuñamos la mano y luego soltamos los dedos, debe ser de manera enérgica, haciendo presión (si hay dolor, váyanse con calma) como si estuvieran tirando agua.

– Al estirar las muñecas de un lado hacia el otro, debemos tratar de llegar lo más lejos posible pero sin forzar, que se sienta el estiramiento pero hasta donde nuestro cuerpo se sienta bien haciéndolo.

– Aunque sea una parte pequeña de nuestro cuerpo, no debemos subestimarla: En cada asana cuidamos nuestra respiración (inhalamos cuando iniciamos una postura, exhalamos cuando estiramos), siempre respirando por la nariz y con un ritmo lento y constante.

– Al terminar en la posición del niño (postura de relajación), exhalamos y tratamos de llevar nuestras manos lo más lejos posible, ayudándonos con nuestros dedos. Cuidamos que nuestra espalda este lo más recta posible y nuestros hombros y cuello estén relajados.

 Esta sencilla secuencia nos ayudará a darle un respiro a nuestros dedos, que tanto nos ayudan en las rutas y que, por lo general, no atendemos después de escalar.

Recordemos que nuestro cuerpo también incluye a las pequeñas partes de él aunque no nos preocupemos tanto de ellas: Tengámoslas más presentes y podremos prevenir lesiones, mejorar en nuestra escalada y conocer mejor a nuestro cuerpo.

Maria José Veropalumbo

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