Los hermanos Inti y Nachita Mellado escalando tradicional por las paredes de Cochamo.

Les dejamos una buena entrevista a Inti y Nachita Mellado,  una pareja de hermanos que comenzaron a escalar desde muy pequeños y lograron dedicar gran parte de su tiempo a este deporte, logrando convertir esta pasión en un estilo de vida.

Normalmente se les ve muy motivados escalando mucho en roca y entrenando en gimnasio por las semanas, sea lo que sea, siempre están escalando con proyectos en la cabeza ya sea en escalada deportiva como escalada tradicional.

Esta vez los encontramos de vuelta de un increible viaje a Cochamo.

La experiencia de escalar y viajar juntos siempre es de lo mejor, ya que al conocernos tan bien casi siempre las palabras sobran (telepatía de hermanos), de hecho en nuestro caso es aún más divertido ya que somos tan similares que siempre que a uno se le ocurre una idea el otro la está pensando o ya la pensó; esto no significa que siempre estemos de acuerdo, de hecho a veces peleamos, pero siempre con cariño. La verdad es que contar el uno con el otro nos potencia a seguir empujando nuestros límites en la escalada ya que las risas siempre sobran a pesar de no siempre estar en nuestra zona de confort.

Esta es la segunda vez que viajamos a Cochamó (bueno la tercera si es que contamos aquella vez que fuimos con nuestros papas, algo así como el 2010) y la tercera vez que viajamos juntos tan lejos; obviamente lo pasamos increíble, Cochamó es un lugar maravilloso y además teníamos todo lo que necesitábamos, mucha comida, mucho equipo, buenos amigos, una guitarra, una flauta y contábamos el uno con el otro.

Exactamente no teníamos un proyecto específico y bien organizado, es más junto con nuestros amigos del otro lado del hemisferio Kyle y Cooper simplemente pretendíamos escalar sin parar lo que más pudiéramos, buscando grandes paredes con fisuras perfectas, y por supuesto divertirnos.

Todas estas metas lograron ser alcanzadas, entre los dos escalamos rutas de excelente calidad; de las rutas más duras y divertidas vale la pena destacar Iron Skirt, una línea de seis largos ubicada en el anfiteatro, que varía en estilos desde slabs mixtos de agarres inexistentes, a techos, fisuras perfectas y offwidht del #5, esta ruta la escalamos junto con Clinton y nos convertimos en los primeros chilenos en liberar todos los largos graduados en 5.12a, y también Todo Cambia, vía que escalamos durante todo un día, disfrutando de nueve largos de fisuras perfectas pero un tanto mojadas (la escalamos justo después de un día de lluvia) graduadas como 5.11c para finalmente hacerle cumbre al anfiteatro y disfrutar de una excelente vista.

Aún tenemos un año para pensarlo, pero la verdad es que si nos preguntan ahora diríamos que sí, el lugar es simplemente increíble y aún tiene potencial sin explotar y rutas ya equipadas que no hemos escalado; uno de los objetivos pendientes seria ir a escalar El Monstruo y también probar una línea nueva en el Trinidad que estuvimos ayudando a equipar sin poder llegar a cumbre, pero que hace pocos días nuestros amigos Clinton, Trevor y Rhaneterminaron los cinco largos restantes para llegar a la cumbre y están graduados entre el 5.12 (+) y el 5.13 (-) aun  sin liberar.

Después de este viaje sentimos más confianza el uno del otro, ya que si bien el año pasado también habíamos escalado bigwalls juntos nunca habíamos escalado a este nivel, también por primera vez pudimos ser un poco más organizados y mantener el orden con las comidas, días de descanso y cosas por el estilo, lo cual nos permitió durante dos semanas soportar el mal clima y durante todo un mes y medio escalar a nuestro máximo nivel.

También aprendimos que ser tan hippie no siempre es conveniente, sobre todo si se te ocurre ahorrar en hostal mientras está lloviendo en Puerto Varas, pero esta mojada y extraña noche (donde las risas no faltaron) tuvo sus recompensas ya que con la plata que nos sobro del viaje pudimos repetir algunos números del rack.

Creo que las rutas en las cuales más nos divertimos fueron aquellas en las que escalamos juntos, en especial Iron Skirt y Todo Cambia que eran de una calidad impresionante, con fisuras perfectas desde el primer al último largo; pero también nos gustaron un montón de rutas más, como Honomatopeya y Bitter and SweetFruits, ambas con una excelente vista de todo el valle, o también La Aleta de Tiburón la cual se escala por un filo con una exposición impresionante  de todos los alrededores. En fin como consejo creemos que el mejor lugar para escalar en Cochamó es el Anfiteatro debido a la calidad de fisuras perfectas que se encuentran.

Los que más nos gusta de Cochamó es que no importa lo que vayas hacer siempre se puede disfrutar, desde un día en el río a escalar una ruta de bigwall, lo acogedor del lugar tanto de los lugareños hasta de los escaladores y nunca presumiendo lo que pueden hacer así como se dice un “rockstar”, todos humildes y siempre con una sonrisa para recibirte, entre más días que uno esté ahí, menos te quieres ir, se convierte en un hogar bien raro  con diferentes idiomas y culturas, pero todos con la misma pasión, convirtiéndonos de esta manera en una extraña pero gran familia.

Cochamó es muy lluvioso, uno nunca sabe cuándo se puede largar a llover por eso su buen impermeable y toldos para las carpas porque así se puede disfrutar de lo bonito de la lluvia sin ninguna preocupación, pero cuando sale el sol no tiene piedad y los tábanos tampoco, matarlos logra ser un deporte, peor aun cuando uno está escalando ya que puedes matarlo y caerte o dejar que te piquen hasta la reunión.

No importa que vayas a hacer, vas a conocer los “aprouchamo” eso significa caminar mínimo 45 minutos para ir a un lugar (normalmente de escalada) pero al igual de todo se disfrutan, ya que uno se adentra en un tupido bosque lleno de vida en el cual uno se conecta con el entorno de una manera que uno no imagina.

Si es que tu objetivo es escalar algunas de las rutas clásicas de bigwall, te recomendamos, que debido al clima como mínimo te quedes tres semanas; también es importante saber que en estas vías hay considerables pasadas de slab, las cuales desgastan tus zapatillas y agotan las reservas de magnesio, es por esto que ojala llevar dos pares de zapatillas, por esta misma razón no hay que olvidar unas ocho o diez cintas exprés (en óptimas condiciones runners para evitar el roce excesivo) y como último tips, en Cochamó los offsets funcionan de maravilla.

Bueno, primero que nada hay que llegar a Puerto Montt o Puerto Varas, nosotros preferimos la segunda opción (Puerto Varas) ya que es mucho más tranquilo, en fin desde ahí tienes que tomar un bus que vaya al pueblo de Cochamó, que en el caso de Puerto Varas se toma en la ex galería (esquina “del salvador” con “san pedro”), luego al llegar al pueblo de Cochamó se toma una van o camioneta que cuesta más o menos $2.500 y te deja al inicio del sendero; es desde aquí donde se inicia el trekking hacia el valle, para contratar a los pilcheros es cosa de buscar sus números telefónicos en internet, la tarifa es $30.000 por un caballo (o sea 65 kg.), aproximadamente hasta llegar a La Junta (en nuestra opinión el mejor).