Consideraciones básicas para optimizar tu escalada.

El objetivo principal es escalar con una economía perfecta. Esto significa descubrir la forma de hacer cada movimiento, con un gasto energético mínimo. Esta gran habilidad se puede apreciar a través de los gatos cuyos movimientos son muy económicos. La mayor parte del tiempo el gato se desplaza utilizando movimientos lentos y pausados, pero otras veces es necesario realizar un salto poderoso y dinámico para mantener esa economía perfecta. Este es un claro ejemplo de cómo debemos movernos en la escalada dependiendo del problema o secuencia en cuestión.

Movimientos suaves de pie son una de las características de un escalador con gran técnica. Por el contrario, los pies que regularmente patinan en la superficie de la pared y no se mantienen en una posición estable son típicos de un individuo que no posee una gran técnica y necesita trabajar en la postura de pies.

Muchos escaladores, suben por las paredes haciendo mucho ruido con los pies, seguramente es un hábito que se desarrolló durante un largo período de tiempo, así como un defecto en su técnica que les impedirá alcanzar su verdadero potencial. Su objetivo por supuesto, es aprender a subir con buena técnica de pié, incluso en los momentos más difíciles. Esto significa concentrarse en la colocación de cada pié, manteniendo su firmeza y estabilidad, siendo conscientes de cómo estamos pisando, procurando ejercer la mejor fuerza en el apoyo sintiendo con confianza como nos facilita el movimiento en ejecución.

Al igual que cualquier baile, la escalada debe tener un ritmo natural que utiliza el impulso y la inercia. Escalar en un movimiento en forma de escalera ya produce el paso de un ritmo. Hay obviamente muchos ritmos diferentes, y cada secuencia posee un ritmo único de movimiento, sin embargo para mejorar tanto en aspectos generales como específicos, debemos acostumbrarnos a aprender a utilizar de la mejor forma los impulsos iníciales, los cuales te ayudarán a propulsar movimientos en coordinación con un gasto energético muy bajo, gracias a la ayuda del momentum inicial. Esto es especialmente importante en escaladas difíciles con un gran espacio entre las presas o  tomas.

Considera utilizar el impulso generado por tus pies y manos antes de cada paso e intenta coordinar lo mejor posible tu movimiento, siempre consciente de la respiración, exhalando a la hora de impulsarte a tu siguiente toma.

El movimiento fluido y coordinado es otro sello distintivo de la alta economía, mientras que el movimiento mecánico rígido es un signo de mala técnica y de una alta combustión de energía.

Una de las claves para  ejecutar movimientos suaves y eficientes, es aprender a contraer sólo los músculos necesarios para mantenerse suspendido en la roca o panel. La manera más fácil de lograr esto es cambiar periódicamente tu atención a los músculos que trabajan en cada ejercicio o movimiento que realizamos y buscar soltar las tensiones innecesarias que normalmente se notan más en los brazos, las caderas, las piernas, el torso, el cuello y la cara. Todas estas pequeñas tensiones están consumiendo tu energía para encadenar la vía o tu proyecto.

Procura antes de escalar realizar algunas respiraciones lentas y profundas del vientre y visualiza como la tensión se escapa del músculo como el aire de un globo, tales imágenes mentales realmente ayudan al proceso.

El ritmo es otro aspecto de la economía en la escalada que se vuelve cada vez más importante a medida que mejoramos como escaladores. A veces la ruta tiene grandes tomas donde podremos relajarnos e ir más lento, otras veces tenemos que saber escalar rápido y superar la secuencia sin perder el control de la técnica.

Aprende a moverte rápido sin deteriorar tu técnica y luego mezcla la velocidad de tu escalada acorde a la intensidad de la ruta o del itinerario planteado. Durante tus entrenamientos o escaladas intenta encontrar el mejor ritmo en cada secuencia o ruta que realices e identifica las posiciones obvias de  descanso durante la visualización de una ruta y recuerda  moverte de un punto de descanso a otro intentando llevar un ritmo adecuado a la secuencia, esto no significa escalar muy rápido, sino con el «timming» de cada movimiento o secuencia a realizar. Esta habilidad irá  llegando con la experiencia, pero si lo trabajas constantemente mejorarás muy rápido.

Cuando estés en el crux de la vía, y sientas que estas empleando mal tu técnica reduce el ritmo de inmediato y busca mejorar las sensaciones en las posturas.

Conocer el ritmo adecuado en una ruta determinada no es fácil, es un «sentido» que se desarrollará con la experiencia y la práctica de la escalada siguiendo los métodos correctos.

Un flujo constante de oxígeno a los músculos es importante para la producción de energía y la recuperación. Al parecer la respiración lenta, profunda y constante del vientre es la que mejor hace este  trabajo, sin embargo en cuanto la fatiga y la ansiedad mental crecen , se manifiesta una tendencia a cambiar la respiración lenta y profunda por una rápida y superficial, la cual normalmente provoca hiperventilación. Debemos ser conscientes de seguir respirando en los momentos críticos de la vía y no perder la compostura.

Antes de cada subida, haz una pausa para cerrar los ojos y tomar varias respiraciones lentas y profundas. Siente que su vientre se expande hacia afuera mientras inhala lentamente, y luego permite que el aire escape escasamente a través de los labios fruncidos en un lento conteo de diez segundos (cuente en su mente). Cuando empieces a subir, procura mantener la misma respiración lenta y constante que inició en el suelo. Esto es, por supuesto, a menudo difícil, ya que una secuencia arriesgada o movimiento extenuante puede desencadenar patrones de respiración irregulares. Por lo tanto, es fundamental que utilices cada posición de descanso como una oportunidad para restablecer tu ciclo de respiración con unas pocas respiraciones lentas y profundas del vientre.

Manuales Desnivel.

Autor: Eric horst