¿Sientes un estancamiento en tu escalada?
La curva de aprendizaje en la escalada deportiva puede ser bastante plana y con varios bajos ocurridos frecuentemente por lesiones. Para ir mejorando de una manera constante, es siempre recomendable tomar los cursos apropiados y hacer mucha escalada de todos los tipos antes de comenzar con un plan de entrenamiento enfocado en aumentar la fuerza o los aspectos físicos, ya que para prepararte en esa dirección debes contar con un buen repertorio gestual y un nivel elevado de técnica. De esta manera será mucho más fácil seguir avanzando a los siguientes niveles de dificultad.
Podríamos decir que una de las cosas más complicadas para llegar a un gran nivel en este deporte es mantener la continuidad en las rutinas de entrenamiento y no caer en alguna lesión, ya sea por descompensación muscular, exceso de intensidad o volumen, mala ejecución de los ejercicios, etc.
En este artículo queremos contribuir con algunos simples e importantes consejos, que te ayudarán a pensar y analizar cómo mejorar tu escalada.
Busca nuevas soluciones
Muchas veces no somos capaces de notar que es la falta de técnica y no la falta de fuerza, lo que nos impide progresar en la escalada, por ende, no encontramos las herramientas necesarias para mejorar dicha capacidad. Por esta y otras razones es importante siempre estar abierto a otras posibilidades de movimientos y no olvidar buscar los pequeños detalles o métodos ocultos en cada problema, tales como; adherencias, talones, empeines, bicicletas, empujes, compresiones, saltos, etc. De tal manera que en cada escalada que realicemos, intentemos trabajar la técnica y los métodos de lectura, acostumbrándonos a escalar constantemente a un alto nivel técnico.
Plantéate métodos para realizar tus objetivos.
Procura evitar repetir el mismo movimiento seguido durante mucho tiempo en una sesión de entrenamiento, ya que estarás incidiendo continuamente sobre los mismos músculos y tejidos, lo cual puede desencadenar en una lesión constante en la articulación.
Es mejor buscar otras maneras de mejorar el movimiento en cuestión, realizando ejercicios dirigidos o específicos que sean menos agresivos que el movimiento que estamos buscando realizar, de esta forma evitaremos caer en el riesgo de una lesión, ya que por mucho que a veces intentemos un movimiento, este se puede resistir por la falta de fuerza en los antebrazos más que por una característica de la coordinación del movimiento o bien, vice versa. Por lo tanto hay que estar bien atento para juzgar cual es la debilidad, y luego trabajarla de la manera más óptima.
Practica mejorar tu atención
Otra manera interesante de progresar en la escalada es mejorando la atención. Para lograr esto hay muchos ejercicios para distintos niveles de práctica. Uno de ellos es concentrarte y poner tu atención en ciertos pensamientos o imágenes que debes desarrollar a través de la visualización e imaginería. Además si te acostumbras a recordar todos los movimientos de las rutas que escalas, estarás realizando un gran trabajo de atención, concentración, visualización y memoria entre otros.
Para encontrar tu punto adecuado para rendir, debes probar diferentes métodos y perfeccionar los que sientes que más te ayudan, ya que hay muchas maneras distintas de llegar a un punto de activación perfecto y cada escalador es diferente por lo que debes encontrar el tuyo.
Antes de comenzar tus escaladas o intentos, intenta darte un minuto para concentrarte respirando tranquilo y pausado, olvidando las distracciones y enfocando tu atención utilizando algunas de las técnicas descritas a continuación.
Concéntrate en la visualización de la ruta.
Concéntrate e intenta aprender la secuencia de movimientos.
Concéntrate en la manera que vas a mover los pies y/o las manos.
Concéntrate en el ritmo que pretendes ejecutar.
Concéntrate completamente en la respiración.
Visualízate escalando con todas tus energías a gran nivel. Haz imágenes mentales de ti mismo escalando con ligereza, fuerza y fluidez.
Cuando este minuto de silencio es bien empleado y se hace una rutina constante, se convierte en una herramienta muy productiva que te ayudará a activar y preparar tu cerebro para comprometerte con la acción a realizar. Este ejercicio busca enfocar tu atención donde tú decidas, lo que te permitirá con el tiempo escalar más concentrado, evitando errores y mejorar aspectos que antes no tomabas en cuenta.