Cómo y Por Qué Pensar Positivo Puede Ayudarte a Mejorar en la Escalada

Cuando hablamos de pensar positivo, se nos vienen a la cabeza algunas frases como “yo sí puedo”, “ahora sí encadenaré la ruta” y otras del estilo. Pensamos inmediatamente en esos cursillos “basura” de autoayuda. Pero al hablar de una forma positiva de pensar no nos referimos a la negación de lo negativo, a la visión “new age” o al optimismo extremo, sino a poner tu cerebro en un “ánimo” positivo, en una predisposición alegre. Se trata de cambiar el “lente” con que vemos la realidad.

Numerosos estudios y autores han llegado a algunas cifras que nos aclaran algo más el panorama. Por ejemplo, el 90% de tu felicidad en el largo plazo no depende de lo externo, sino de la forma en que tu cerebro procesa el mundo externo. En el trabajo, sólo el 25% del éxito laboral está definido por la inteligencia; el otro 75% lo da tu nivel de optimismo, soporte social y la habilidad de ver al estrés como un desafío en vez de una amenaza. Además, tu cerebro en positivo es 30% más productivo que si está en una predisposición neutra o bajo estrés.

Cambiar la predisposición de nuestra mente a un estado positivo mejora nuestros resultados y nuestra forma de ver lo que nos rodea.

¿Cómo me favorece esto en el ámbito de la escalada?
Como mencionábamos antes, el pensamiento positivo va más allá de pensar en ti como un buen escalador; se trata de predisponer tu mente de forma positiva ANTES de enfrentarte a la ruta o a la roca. Lo hemos hecho notar en muchos artículos y consejos: es necesario ENTRENAR nuestra mente si queremos lograr progresos reales en la escalada.

Cuando hacemos el esfuerzo de visualizar la ruta, estamos facilitando nuestra escalada posterior.

Al preparar tu cerebro de forma positiva antes de escalar, obtendrás algunos de los siguientes beneficios:
– Disminución de tu nivel de estrés.
– Mejora en tu capacidad y rendimiento físico.
– Aumento de tu resiliencia (o tolerancia a la frustración).
– Aumento del tiempo de esfuerzo antes del agotamiento.

Eric Hörst (reconocido autor de libros de entrenamiento en escalada) dedica capítulos especiales al entrenamiento mental, señalando que los mejores escaladores dedican tanto tiempo a entrenar su mente, como dedican al tiempo de trabajo físico. Resume que “pensamientos de calidad = escalada de calidad”. En este punto, creo que todos podemos estar de acuerdo en que, a final de cuentas, escalamos con la mente más que con el cuerpo; más aún, cuanto más nos cuesta la ruta. Y de más está decir que todas estas mejoras lograrán un efecto positivo no sólo en nuestra escalada, sino en cualquier ámbito en el que lo apliquemos.

“Escalar es, principalmente, un asunto mental”, Alex Megos

¿Algunos consejos para poner tu mente en una predisposición positiva antes de escalar?
En términos prácticos y aplicados, el siguiente listado de consejos te puede ayudar antes de tirar una rutita:
– Antes de comenzar un pegue, cierra tus ojos y recuerda algo bueno o agradable, una situación que te haya hecho feliz. Además de ponerte en una predisposición positiva, ayuda a «desviar» el estrés.
– Prepara tu entrenamiento con anterioridad, segmentando bien la dificultad de las rutas y exigiéndote de forma realista. Plantea tus objetivos paso a paso y «regálate» pequeños logros u objetivos más cercanos a tu realidad actual, lo que ayudará a mejorar tu autoestima en cada sesión.
– Si tuviste éxito en un pegue difícil, dedica tiempo a revivir esos momentos positivos, de forma que puedas identificar lo que sentiste, tanto en términos físicos como emocionales. Reconocer esos mini segundos te ayudarán a «cortar un atajo» a ellos, cuando los necesites en algún paso que te esté resultando difícil.
– Evita etiquetar tus cualidades y autoimponerte límites, como por ejemplo: «¡10d! Muy difícil para mí, si yo sólo escalo 10c». Recuerda que los grados son referencias y no verdades absolutas; el éxito muchas veces depende más de tus habilidades personales y estilo propio que del «grado duro». Por ejemplo, la placa se te da perfecto porque tienes dedos chiquititos y podrías encadenar un grado mayor en esas condiciones (tal vez)… ¡quién sabe si encadenas ese 10d a vista!

Llevar nuestra mente a momentos que hemos disfrutado nos hace «revivirlos» y mejorar nuestra predisposición en el momento presente.

Como no todo es escalada en la vida, hay otros tips que nos pueden ayudar tanto en el entrenamiento como en la vida. Shawn Achor, estudioso de la felicidad de la universidad de Harvard, elaboró el siguiente listado, que asegura nos ayudará a cambiar nuestra forma de ver el mundo en sólo 21 días. Así, al despertar, dedica sólo 2 minutos a lo siguiente:
– Recuerda 3 razones nuevas por las cuales estar agradecido: al final de esto, el cerebro comienza a retener el patrón de escanear el mundo primero por lo positivo.
– Escribe una experiencia positiva que tuviste dentro de las últimas 24 horas: esto le permite a tu cerebro revivirla.
– Ejercicio: le enseña a tu cerebro que el comportamiento sí importa.
– Meditación: le ayuda a tu cerebro a superar el déficit atencional cultural que constantemente nos obliga a tratar de hacer muchas cosas a la vez, enseñándole que puede estar un instante enfocado en una sola cosa.
– Actos aleatorios de gentileza: por ejemplo, enviando un e-mail a una persona cercana, agradeciéndole por algo sencillo.

Todd Skinner en la reunión al borde del techo de la pared de Salathe, Yosemite, 1988. Foto: Adventure Journal.

El famoso escalador Todd Skinner llamó a este proceso “Pensamiento Positivo Proactivo”: pensar positivo en conjunto con una acción comprometida; algo que va mucho más allá de sólo repetir una frase positiva o negar los pensamientos negativos.

Para terminar con un poquito de inspiración, te dejamos este video de Alex Megos encadenando «Lucid Dreaming» (V15), que le tomó 11 días (que hasta la fecha había sido su proyecto más largo y difícil).

Por Chileclimbers