La experiencia de un chileno en el Festival Brasilero de Boulder en Mogi Das Cruzes, San Pablo
El primer día de llegada a Mogi Das Cruzes, SP Brasil. Nos fuimos con Ernesto y Andreza al BAS (Brasil Adventur Sport), un gimnasio local de escalada que siempre está lleno de buena onda. Y aunque se me hace un poco difícil el portugués, fue fácil acordar una salida a roca para el día siguiente.
Pico Du Urubu es la parte más alta de “Serra Do Itapeti”, un cerro muy verde y lindo que está en la ciudad, ahí podemos encontrar un Sector de Boulder con una roca muy especial, porque tiene una calidad de roca muy abrasiva, mucho más que en “El Peñón” de San Felipe o cualquiera que conocí en Chile. Tal vez porque no estoy acostumbrado, no pude escalar mucho rato, debido a que me empezó a doler mucho la piel. Quedé “con gusto a poco “, porque en el sector había unos problemas de Boulder muy entretenidos. Recuerdo estar apretando en “Tía Preta” V2 y ver a nuestro alrededor los parapentes fluyendo con los vientos, mientras la escalada fluía al mismo tiempo.
De vuelta en “BAS” a pocos días del Festival de escalada, estábamos muy motivados con la apertura de Boulder. Pedí a Andreia (instructora de escalada en BAS) que pruebe un Boulder que había terminado. Le dio un pegue y cuando pasaba por el movimiento más duro, recuerdo haberle gritado: “¡¡Apretaaa!!” Ella no aguantó la risa y dijo; “A Preta!!, A Loira!!, A Ruiva!!” (la morena, la rubia, la pelirroja)… no paramos de reír y no pudo continuar con su pegue.
Llegado el día del Festival, a las 10:00 am, ya estaban apareciendo los participantes. Todos podían escalar los Boulder a su voluntad, y cuando encadenaban uno, se anotaba el número de Boulder y número de atleta para entrar al sorteo de premios que cada uno de los problemas tenía. El sistema permitía compartir los Boulder como un día de escalada cualquiera, entre amigos. La música brasilera en vivo le daba mucha onda al espectáculo. Llegó el momento en que todas las paredes del gimnasio estaban impregnadas de motivación, ya que se podía escuchar de varias personas las palabras “¡Apreta!”, “Bora!”, “Fica!”, la satisfacción se hacía notar en los rostros de los que encadenaban, la pasión en los pegues más complicados y la alegría en cada uno de los que estábamos disfrutando del evento. Los más pequeños también tenían su oportunidad de escalar unas rutas con cuerda para jugar y disfrutar de la escalada.
Después de varias regletas, romos, pinzas, cruces y dinámicos, la mayoría ya estábamos cansados y muy agradecidos por la buena onda que había en el ambiente y por lo exitoso que resulto el Festival.
La resina nos permitió escalar mucho más tiempo a diferencia del día que escalamos en Roca, pero sin lugar a duda tengo que ir a visitar de nuevo a la buena “Tia Preta”.
Gracias a Guilierme Hoshino, escalador Brasilero que conocí en San Pedro De Atacama, a Ernesto Stock y Andreza Teixeira por su apoyo y ayuda que me han brindado en Brasil, Gracias a todos los amigos por la buena energía.
Por Fernando (Pelao) Barrera
[nggallery id=564]