No aprete tanto mijita rica // entrenar la Sensación en la Escalada

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No aprete tanto mijita rica la sensación en la escalada

Es muy común que al comenzar una ruta, el escalador vaya hacia arriba concentrado en los pasos y la secuencia de estos, pero sin dar cuenta sobre la intensidad en que está apretando las presas para hacer los movimientos. Al aplicar fuerza “de sobra” en presas relativamente fáciles, disminuye la resistencia, ya que el empopeyamiento se manifiesta anticipadamente, afectando en el resultado de la escalada.

Por esta razón es fundamental mejorar la sensación. Esto significa que hay que aprender a sentir la presa, para evitar apretar de más en pasos que no necesitan tanta fuerza. Si ocupamos nuestra fuerza “lo justo y necesario” lograremos mejorar sin duda nuestra resistencia y capacidad.

Para mejorar en la escalada es muy importante desarrollar aspectos muy sútiles, de modo que al llegar al crux o al top, haya la energía suficiente para encadenar, lo que se torna aún más crucial cuando estamos trabajando proyectos que exigen nuestro máximo.

Aprender a manejar la sensación puede ser la diferencia entre encadenar o no, sobretodo en las vías de continuidad o de resistencia larga, donde el ahorro de energía es la clave para el éxito en el ascenso. En este tipo de rutas, hay que saber manejar distintas variables: apretar lo menos posible las presas fáciles, identificar todos los descansos, al soltar siempre quedarse con brazos estirados y pies cómodos, buscar la posición del cuerpo que haga que cada toma sea lo más cómoda posible, buscando el equilibrio perfecto para que la gravedad no nos juegue tan en contra.

Para entrenar la sensación en la escalada es muy importante la concetración, evitando un ambiente con ruido en exceso, ya que hay que estar en plena conciencia de lo que se está haciendo y como se está comportando cada parte del cuerpo, pero sobre todo en las manos. Para comenzar, el boulder es un excelente lugar para entrenarla, escogiendo distintas formas de presas y buscando la manera de permanecer colgado en ellas, el mayor tiempo posible, utilizando la mínima fuerza. Es importante enfocarse en los dedos, en la manera en que tomamos la presa. Por ejemplo: las mujeres tienden mucho a regletear las tomas con la punta de los dedos, cuando a veces para sostenerse, sería mejor utilizar la mayor parte de la mano, apretando el mínimo. Pues generalmente es el cansancio de los antebrazos (donde están los músculos de los dedos), lo que termina botando a los escaladores.

Esta parte de la escalada se puede entrenar en cualquier ruta y en cualquier grado, pero es más fácil si la ruta es conocida y el grado no es tan alto para el escalador, para que la mente se pueda concentrar sólo en lo que está pasando en el cuerpo.  A medida que el escalador va ascendiendo debe enfocarse en llevar los músculos que no se ocupan, lo más relajados que pueda y analizar la fuerza que está haciendo en la mano que está agarrando la presa. Una forma es ir soltando de a poco la mano que lo afirma, e ir comprobando que igual puede mantenerse colgado utilizando menos fuerza.

Una vez que se desarrolle mejor la concentración y conciencia corporal se podrá traspasar este entrenamiento a rutas más difíciles. Es muy importante que en el calentamiento siempre se haga este ejercicio, porque nos ayudará a estar más concentrados y dará la pauta para las rutas más difíciles.

Por Chileclimbers

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