PRIMERA ASCENSIÓN INVERNAL DEL PAINE GRANDE

Un nuevo hito en la historia del montañismo chileno

No sólo se trata de un primer ascenso invernal, sino también de una primera ascensión nacional y del tercer ascenso en toda la historia de esta majestuosa montaña.

Es un orgullo para Andesgear haber aportado a la expedición con equipamiento Marmot y Outdoor Research, para enfrentar de manera más segura y confortable las frías condiciones de esta mítica cumbre.

Los responsables de la hazaña son tres notables escaladores de gran espíritu humano que merecen nuestras más sinceras felicitaciones: Mª Paz Ibarra, Camilo Rada y Sebastián Irarrázabal.

Durante el ascenso al Paine Grande, para enfrentar los fuertes vientos en el plateau superior, Pachi, Camilo y Sebastián se resguardaron en la Carpa Thor 3 Marmot.

“Cualquiera que se inicie en montaña sabe que armar un campamento en un portezuelo es muy mala idea, más aún si es en Patagonia, a 2.300 metros de altitud y abierto a los fuertes vientos del Oeste. Pero cuando no queda opción, hay que tomarlo en serio, armar un buen muro y elegir una carpa que pueda soportar condiciones extremas. La Marmot Thor 3, fue una excelente opción y rindió a la altura de las exigencias. Combinando su robustez con un diseño y tamaño que permiten vivir en ella cómodamente por varias semanas”, señala Camilo Rada.

Para mantenerse abrigados, eligieron la Greenland Baffled Jacket de Marmot por su alta capacidad térmica y fácil compresión. Y para protejer sus manos y cabeza de las bajas temperaturas extremas seleccionaron los siguientes productos Outdoor Research: Alti Mitts, Alti Gloves, Ninjaclava y Peruvian Hat que fueron imprescindibles para mantener el calor corporal.

Y al respecto comenta Camilo: “El frío al que te expones en una escalada técnica en Patagonia, en invierno y de noche, puede ser la mayor dificultad, y de hecho fue el motivo que nos hizo renunciar el 2010 a sólo 90 metros de la cumbre. Esta vez, solucioné el tema de las manos con los mitones Alti Mitt de OR, que me sorprendieron por su capacidad de mantener el calor y las manos secas a pesar de que cada vez que me los sacaba para poner un tornillo o armar una reunión, inevitablemente les entraba algo de nieve”

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