El pensador: Algo poco sobre el grado

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Sin duda nuestro deporte se basa en muchas “reglas” no escritas, y una de las pocas escrita es la graduación de las rutas, que nos permite dimensionar la posible dificultad de una vía según nuestras propias condiciones. Pero ¿cómo se construye y se consensua el grado?, ¿cómo una sensación es cuantificable en una escala numérica? ¿cómo el grado es medianamente similar en todo el mundo? ¿Es el grado algo objetivo o es subjetivo?.

Bueno, claramente no seremos nosotros los que aclaremos estas dudas, pero si podemos dar nuestro punto de vista al respecto.

Lo primero es que el grado no se construye de la nada y nosotros somos “herederos” de una dificultad que sentaron los pioneros de nuestro deporte en Chile, que realmente ni idea cómo habrán llegado a fijar esta base, así que si a alguien quiere “culpar” de una graduación muy dura o blanda a “llorar a la FIFA”. Hoy el grado nuevamente está en manos de unos pocos ya que quienes equipan, trabajan y ayudan a definir las rutas son los menos versus la gran “nueva masa” escaladora, pero tranquilos que el mundo hoy está mucho más globalizado y se tiene muchas más referencias que hace 20 o 30 años para llegar a estos consensos.

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(Tomás Ravanal atleta Adidas probando darle el primer encadene a Bosquecentrismo 8B+?? al no tener primeros ascensos se hace más difícil aún graduar las rutas.)

En segundo lugar podemos decir que el grado es algo objetivo y concreto que cuantifica la dificultad, ahora bien, ¿qué es difícil o fácil? He ahí lo subjetivo, ya que depende de cada persona, mas todos podemos basarnos en hechos concretos como número de intentos que nos costó la ruta y así poder emitir un juicio y objetivamente decir si una vía es un 10- o 10+ cuando ese es nuestro máximo grado y no perder la objetividad cuando nuestras habilidades han mejorado y ya escalamos 11’s, 12’s o 13’s graduando de manera correcta y no más fácil o difícil.

En tercer lugar y respecto a las reglas no escritas, una de las primordiales es no mentir cuando se trata de un ascenso, es decir que nadie debería andar jactándose de cumbres o encadenes que no ha realizado. Por otro lado la honestidad siempre debe ir por delante, es un punto en el que muchos caen al pensar “bueno, si yo pude y no me costó tanto, quizás es más fácil de lo que dicen” o como al ser una sensación, a algunos les puede parecer más sencillo de lo que esta cotado y en algunos casos después de mucho trabajo sobre una vía se puede llegar a perder la sensación real de la dificultad debido a la mecanización de los movimientos, como por ejemplo le sucedió a Adam Ondra, quien no fue el primer escalador en encadenar un 9a a vista por el simple hecho de darle a la ruta un grado personal de 8c+ a dos rutas que habían sido propuestas como 9a en los Estados Unidos (Pure Imagination y Golden Ticket), señalando que para él habían sido rutas de 8c+ “duro” mostrando que la honestidad va por sobre el ego.

Por eso lo mejor que te podemos recomendar es que escales mucho moviéndote en  todos los grados siempre. No porque escales 5.12 no probarás rutas de 5.10, o porque escalaste un 5.11 vas a escalar inmediatamente un 11b. Mientras más rutas del mismo grado escales antes de pasar al siguiente nivel tendrás más referencias propias de ese umbral en que se mueve una cotación, y así  entender las diferencias entre una letra más o un numero extra en un grado.

Por: Tomás Contreras, Chileclimbers.

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