Pared del Mota // Un lugar secreto en El Manzano.

Domingo en la mañana; decididos a escalar como unos buenos monjes nos dirigimos hacia Palestras. Habíamos escuchado de un sector poco conocido y con buenas rutas llamada «la Piedra del Mota». Las indicaciones eran claras y muy fáciles para ser verdad, así que nos aventuramos a buscar este santo grial y experimentar otro desafío dominguero de buena escalada.

Sendero ancho, fácil y de pendientes suaves que al encontrarnos con nuestra única señal de viraje divisamos a unos 30 metros un macizo plaquero «con olor a escalada». Dos buenas rutas para calentar, que al rodearla en subida, descubre un pequeño anfiteatro muy motudo en árboles nativos, contenido por una semi circunferencia de paredes y escalada.

Con diez o doce rutas en placa ñaperas y regleteras de unos 20 metros aproximadamente de altos (con 8 a 10 cintas) que deben ir desde el 5.10  unos 5.11, y creo que un 5.12, todas con algún runout  y otras con salidas de techo para los más apretones, las que les dan un condimento propio.

El paisaje era parecido a Indiana Jones en medio de  una selva descubriendo algún palacio milenario mientras que el llamado lo hicimos al unísono: “monjes!!!..a desmenuzar las rutas”.

Cuándo ir: todo el año, en verano llevar bloqueador, no corre viento y es pared poniente.

Ubicación: entre  medio de palestras y los manyos en el sector del manzano.

Cómo llegar: la misma entrada para subir a Palestras del Manzano (tía Rita), hasta la primera torre eléctrica. Seguir caminando hacia la derecha por el sendero, ancho y de pocas pendientes, la caminata es de 35 minutos aproximadamente y en la tercera torre (con el número 73, ver primera foto), mirar hacia la izquierda; se ve la placa central, a diez minutos de una serie de senderillos de pendientes fuertes que todas llegan a la base de la roca.

Recomendaciones: es lo mismo que palestras, llevar agua, bloqueador, cortavientos para las estaciones intermedias y ganas de encadenar unos pocos runout.

Por Patricio Vasquez, alias «Pato Motivao». Fotos: Pascale Potin

[nggallery id=148].