Récord Mundial de Highline en el Kilimanjaro

Stephan Siegrist camina sobre el highline más alto del mundo. El alpinista profesional suizo, atleta del Pro Team Mammut, realizó un acto extraordinario de equilibrio en la zona cumbre del Kilimanjaro. Hizo el récord mundial al caminar un highline 5700 msnm.

El domingo pasado en la tarde en el Kilimanjaro: alguien camina paso a paso (pareciera hacerlo sin esfuerzo) sobre el cielo africano en una expuesta cinta delgada. Las vistas de escarpadas rocas, empinados acarreos y abultadas capas de nubes  muy abajo no parecen calzar con esta caminata, sin embargo, la escena resuena con facilidad cuando Stephan Siegrist cruza el highline. El montañista profesional suizo ya ha cruzado highlines en montañas de los Alpes, como el Matterhorn y la Punta Dufour, sumando a los impresionantes paisajes naturales el elemento sorpresa de un acto de equilibrio que casi parece un juego. La línea, que es fácil de 20 m de largo y se estira entre dos torres rocosas en el Kilimanjaro, es donde Siegrist alcanza un nuevo récord mundial a los 5700 msnm: nadie antes ha cruzado un highline a esa altitud. El récord mundial anterior fue hecho por Bence Kerekes en 2015, con una línea a 5322 msnm en Ladakh, India. Siegrist ha superado esto por varios cientos de metros.

La idea del highline proviene del slackline: equilibrio en una cinta angosta fijada entre dos puntos de anclaje. En contraste con el highwire, que está hecho con un cable y es tan tenso que casi no se mueve, un slackline se estira y requiere equilibrio constante. La diferencia entre hacer highline y slackline (que ocurre cerca del nivel del suelo) no sólo consiste en el rol que juega la habilidad para equilibrarse, sino que hay un componente sicológico de mantenerlo sobre un abismo, sólo asegurado por una delgada cinta. Siegrist, como alpinista experimentado, está familiarizado con los desafíos de la altura, pero no podía predecir lo difícil que sería mantener el equilibrio a los 5700 msnm: “pese a la aclimatación, fue difícil encontrar mi equilibrio”, dijo.

Stephan Siegrist caminó el 19 de junio de 2016 en el Kilimanjaro sobre los 5700 msnm; el highline más alto del mundo. Kilimanjaro, Tanzania, África.

“A esta altitud, todo es más lento; eso corre también para el equilibrio.” El bajo contenido de oxígeno en el aire no sólo hace difícil respirar, sino que, además, te hace sentir mareado más rápido. Poner un pie sobre el highline para comenzar el cruce fue particularmente difícil. “Fue interesante ver como respondía la cinta a la más mínima tensión”, dice Siegrist. “Cuando no estaba completamente relajado, la cinta temblaba un poco inmediatamente.”

Stephan Siegrist realizó el cruce del Kilimanjaro con un equipo muy pequeño, que incluía sólo al fotógrafo y camarógrafo Thomas Senf (que había descubierto la oportunidad de hacer un highline entre las torres de roca del Kilimanjaro en una expedición anterior) y unos pocos porteadores locales. Fue un verdadero desafío anclar el highline de forma segura en la roca volcánica del Kilimanjaro. Fue necesario una clara visión en busca de formaciones rocosas estables, junto con la preparación adecuada. Si faltaba el más mínimo elemento de seguridad en esta lejana ubicación, hubiese sido el fin de la expedición. La presión también aumentó por el clima y un itinerario apretado. Se esperaba fuertes ráfagas, pero en las noticias que decían que nevaría en el Kilimanjaro fueron una sorpresa. Las posibilidades de éxito en estas condiciones se limitaban a una corta ventana de tiempo: una tarde bajo el sol africano, en que todo funcionó.

Fotos de ©Thomas Senf.

Comunicado de prensa de Mammut.