¡Ahora es el momento para cambiar los hábitos!

¿Quién no ha hecho las típicas promesas de la noche de año nuevo? Junto con nuestra “evaluación” del año -en la que generalmente vemos las cosas negativas- vienen las acostumbradas metas para el nuevo período. Esto es BASURA. A los dos o cinco días, estamos insertos en la misma rutina de siempre –con resaca y calor-, ya hemos retomado los hábitos y costumbres que teníamos el año anterior. No digo que nunca resulten, pero es un hecho que es algo poco práctico o ecológico, para hacer estos cambios necesitamos un QUIEBRE.

Marzo -al menos en Chile- es el real inicio de año. El país vuelve a funcionar con el término de las vacaciones, inicio de clases –y para varios, la vuelta a los entrenamientos. Esta es la época para hacer estos cambios reales, es decir, realizar una verdadera operación a corazón abierto pero en nuestras vidas, en nuestros hábitos.

El ser humano necesita de estos hábitos, de estos patrones, aunque si bien muchos(as) reniegan de esto (mi madre bastante que lo hacía), son necesarios. Nuestro cerebro los necesita. Pero antes de seguir, ¿Qué es un HÁBITO?

En psicología el hábito es cualquier comportamiento repetido regularmente, que requiere de un pequeño o ningún raciocinio y es aprendido, más que innato.

En otras palabras, es la programación de un funcionamiento que tenemos. Levantarnos a cierta hora, dormirnos a otra, comer cierta cantidad o un determinado estilo de alimentación, etc. Romper estas programaciones (hábitos, costumbres) es complicado, difícil, nos exige voluntad y altas cuotas de energía.

Generar el hábito de levantarme temprano para salir a correr… es algo que luego de años, no logro insertar en mi vida cotidiana, no lo transformo en hábito. Quizás en algunos momentos o etapas del año, pero no como algo “normal”, que me resulte natural. Es un esfuerzo grande, GIGANTE.

Tratar de hacer estos cambios de un día para otro es como… dejar de fumar, dejar el alcohol, etc. Romper con algo tan instaurado es complejo, lo hacemos ya sin pensarlo –y lo necesitamos-.

El “iniciar el año”, volver a la realidad de los estudios o trabajo, luego de las vacaciones, es la instancia ideal para romper y generar estos cambios tan necesarios. Eso sí, tenemos que hacerlo YA. No podemos esperar a que pasen las semanas, volver a lo de siempre, los cambios hay que hacerlos FRESQUITOS de las vacaciones. Utilizar este “reseteo” estival.

No esperemos a volver a nuestros hábitos de siempre, generemos nuevos esquemas ¡¡¡AHORA!!!

Ps. Sergio Miranda C.
Entrenamiento Mental
www.entrenamientomental.cl
Cursante Magíster Internacional en Psicología Aplicada a la Actividad Física y al Deporte.
Departamento de Psicología FEACH