Epicondilitis en escaladores: cómo prevenir la lesión del codo

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lesión de codo en la escalada y boulder

Como se ha mencionado en artículos anteriores, una de las articulaciones donde más se describen lesiones en escaladores son los codos. Está claro que el codo es una articulación esencial en la escalada, más aún si estamos iniciándonos en ella (donde no hemos incorporado una buena técnica) o cuando estamos avanzados, donde las rutas son más duras, con agarres pequeños y mayor dificultad. Otro elemento que ayuda a la generación de lesiones en el codo (y de lesiones músculo esqueléticas en general), es que cuando se conoce este deporte y el escalador ve que progresa, las ganas de no parar de entrenar aumentan, dejando poco tiempo para la recuperación física entre entrenamientos. Estos factores, sin dejar de lado otros que puedan afectar, ayudan a que los escaladores presenten lesiones en el codo y en otras articulaciones.

En el caso específico de la articulación del codo, tenemos una lesión que afecta a los escaladores y a deportistas de otras disciplinas donde el codo es usado (Ej.: tenis, golf, baseball), esta lesión son las epicondilitis. La epicondilitis es una lesión que afecta, tanto en la parte externa como interna del codo, el lugar donde se insertan los músculos flexores del antebrazo (epicondilitis medial o epitrocleitis o codo del golfista), o el lugar de inserción de los músculos extensores del antebrazo (epicondilitis lateral o codo de tenista). Esta lesión se produce por la sobrecarga repetitiva de la inserción muscular en los epicóndilos, por lo que no aparece con una o dos sesiones de escalada, sino que se instala lentamente, empezando con una molestia leve y, aumentando progresivamente en la medida que no se realiza un tratamiento y rehabilitación adecuados. Si no nos evaluamos a tiempo puede transformarse en una lesión crónica, donde el tratamiento, generalmente, es más complicado.

Entonces, ¿cómo podemos prevenir esta lesión? Primero, realizar una progresión lenta y supervisada de nuestra escalada, ya que puede ser mejor avanzar lento pero evitando una lesión que nos puede tener sin escalar por varios meses. Segundo, darnos días de descanso entre entrenamientos, más todavía si estamos partiendo, ya que al inicio no tenemos la adaptación muscular, articular ni tendinosa para escalar días continuos. Tercero, realizar una fase de calentamiento al inicio de la escalada, y otra de enfriamiento al terminar (ambas fases incluyendo ejercicios de movilidad articular y elongación).

Por último, en caso de comenzar con alguna molestia o dolor en la zona externa o interna de uno o ambos codos, no dejar pasar tiempo para consultar, ya que mientras más demoremos en tener una evaluación médica, más difícil puede ser salir de la lesión, y estaremos más tiempo sin escalar.

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Dr. Matías Morán Bravo
Magíster en Educación Física
Médico 110 Sport & Health Center
Docente Universidad San Sebastián

Información educativa de carácter general. Todo tratamiento específico debe ser indicado por el profesional de la salud correspondiente y previa evaluación presencial. Consulte siempre a su médico.

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