Entrevista a Rodrigo Fica // Destacado montañista nacional y autor de Crónicas del Anticristo

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Rodrigo fica entrevista anticristoManaslu, 6.900 metros, el punto más alto alcanzado en dicho intento, donde las malas condiciones climáticas no permitieron seguir adelante.

A finales de Noviembre del 2013 fue lanzado en formato digital el libro “Las Crónicas del Anticristo”, publicación que reúne información sobre lo acontecido en el ámbito del montañismo nacional durante los últimos 10 años y que, además, contiene una no despreciable cantidad de columnas donde el Anticristo plasma con su afilada pluma, su particular manera de ver la escena nacional.

El citado libro es la segunda publicación de Rodrigo Fica (la primera corresponde al libro “Bajo la marca de la ira» 2005), quien, a sus 47 años se ratifica como el principal cronista del montañismo en Chile y como uno de los escaladores más prolíficos de la escena nacional.

Si bien es Ingeniero Civil Industrial de profesión, Fica es un escalador en esencia, por lo que su trabajo hoy en día esta netamente relacionado a la montaña. Ya sea trabajando como editor y columnista de la revista Escalando, o trabajando en terreno como guía/instructor, Rodrigo se las arregla para buscar nuevas rutas de escalada o de montaña y poder, de esa manera, vivir el sueño.

A continuación les dejamos la entrevista a Rodrigo Fica Pérez, el escalador.

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Fica ¿en Piedra Parada?

#Eres un escalador completo. Roca, hielo, altura. ¿Qué tipo de montañas te acomodan más?

-Aquellas que no tengan antecumbres. Odio las antecumbres. Es como que te calienten el té.

#¿Cuál es la montaña más hermosa que has conocido?

-Auch. Esa es difícil. ¿El monte Venus? Eso habría respondido el Anticristo. ¿Pero yo? Hmmm, no sé. No tengo ninguna en mente ahora, pero sí te puedo nombrar algunas que me dejaron petrificado. Por ejemplo, El Capitán; la primera vez que la observé, y eso a pesar que estaba advertido, tuve que sostener la mandíbula con la mano; de hecho, recuerdo que no podía verla completa desde la ventanilla del auto en el cual viajábamos y sacaba la cabeza como huaso. También la Pared Sureste del Manaslu, la Este al Tyree, la Norte al Khan Tengri y esas paredes que parecen prohibidas al hombre.

#¿Ninguna en Chile?

-Varias. El Torre. No hay montaña más enhiesta que el Torre. Pero gracias a la alegría que venía y no llegó, y a menos que algo radical pasé, dejará de ser chileno. Y qué decir del Fortaleza, cuya Pared Este tengo entendido que hasta la fecha sólo ha sido escalada una vez, en 1991, por un grupo de la entonces Yugoslavia.

#¿Eres del tipo de montañista que sigue una rutina de entrenamiento o de los que forjan su condición en terreno?

-Definitivamente con entrenamiento. Nunca fui un superdotado atlético, lejos de eso. Algo que puedo opinar con conocimiento porque sí he visto a varios que sí lo eran; o son. Fíjate tú que me tomó años hacer una flexión de brazo. Y eliminar los michelines. Pero intuía cómo se podía darle la vuelta a la manija y no me desanimé. Así es que empecé a entrenar, bajé de peso y me alimenté mejor. Pronto ya sobresalía, lo cual demuestra no lo bueno que era yo, sino lo flojos que eran los demás. Y recuerda que buena parte de mis «logros» fueron hechos siendo bien maduro. Por ejemplo, el primer ascenso del San José en el día, desde el Cabrerío, lo hice con 42 años, siendo que cualquier runner que hubiera tenido agallas lo podría haber hecho antes y, de paso, haber pulverizado el reloj.

#Con más de 20 años de experiencia en montañas de todo el mundo, seguramente has vivido situaciones difíciles, de miedo y de riesgo. ¿Podrías contarnos cuál es la situación más difícil que has vivido escalando?

-No sé cuál será la más difícil. Además que no deben de ser muchas. Dejando de lado las que viví en la ya ahora mítica travesía en el Campo de Hielo Sur, recuerdo especialmente esa vez que con Pablo Besser casi nos ahogamos en una congelada «Laguna de los Tres». O, cuando bajando desencordado del Artesonraju, un puente de nieve cedió y quedé suspendido con los pies en el aire, evitando definitivamente caer solo porque me quedé quieto. O luego la fenomenal caída en el Castillo, cuando tratando de liberar el torreón final se desprendió un bloque completo. O en el Dhaulagiri cuando tuve que ir a buscar el equipo técnico y se veían venir las avalanchas del juicio final. Y así. ¿La última? Fue cuando, mal asegurado, caí 15 metros en Piedra Parada y me hubiera reventado en el piso, de no haber sido porque justo ahí había una especie de pozo natural que dio dos metros adicionales suficientes como para que la cuerda actuara y me detuviera; indemne.

En realidad no son pocas.

#Después de tantos años, ¿Cómo sigues motivándote?

-Cuesta. Es más. Es el gran tema hoy en día. Como comprenderás, después de haber ido centillones de veces a escalar a las Chilcas, los Manyos o Palestras, que alguien me lo proponga para el fin de semana no es precisamente motivador. La única gran, gran excepción es, por supuesto, Torrecillas, lugar que para mí aún no pierde su magia.

#¿Qué es lo que más te motiva hoy en día?

-Dado que ya me es más difícil sorprenderme con lugares especiales, entonces sí que adquiere más importancia la compañía. Ir con alguien que sea capaz de por lo menos contar un buen chiste y hacer llevaderas las largas horas de actividad. Qué además tenga auto, no sea hediondo, use cola-less, toque la guitarra, sepa cocinar, cargue como mula y me cuente historias para hacerme dormir.

#Suena contradictorio que lo que te motiva sea la compañía, considerando que en tu libreta de ascensos destacan varias cumbres en solitario.

-Créeme que le hago el quite. No me gusta. Es tan sólo que no tenía con quien ir. Claro, voluntarios siempre había, pero, o tenían el hábito de fumarse hasta el pasto del campamento, o eran personas que no tenían la lujuria de disponer de su propio tiempo. Luego está el factor etario, pues pertenezco a una generación extinta, en el sentido que los que eran mis compañeros perdieron el interés, engordaron o se casaron. Hoy casi todas mis cordadas tienen la mitad de mi edad, lo que me obliga, maldición, a tener que seguirles el ritmo cueste lo que cueste.

#¿Podrías contarnos cuáles son las principales diferencias entre subir en solitario y subir con cordada?

-En mi opinión, la principal diferencia es el grado del freesolo que se ha de hacer. Dado que asegurarse solo en un largo de cuerda es más lento, porque involucra recorrerlo tres veces (subir, rapelear, limpiar), al final optarás por tratar de cubrir la mayor parte del terreno sin asegurarte. Y ya sabemos lo que eso significa: que tarde o temprano cometerás un error, o que tendrás mala suerte, y adieu. A todo esto, yo no soy un experto en escalar solo. Nadie me lo enseñó, no lo he hecho mucho y no es lo que más me gusta. Es nada más que… no tengo con quien ir. Y a veces el llamado por intentar una ruta o montaña llega a ser tan insoportable que sencillamente no me aguanto y voy no más.

#¿Cómo afrontas el desafío de ascender solo una montaña?

-Cuando definitivamente está claro que la única opción que me va quedando es ir solo, entro a lo que yo llamo las matemáticas del intento. Cuántos metros son, qué grado es, cuánto estoy escalando. También qué tipo de escalada es, si tengo el equipo, si la roca es decente, cuantas horas me tomará y si estoy entrenado. Sólo lo general, a ver si cuadra. Y luego veo los específicos. ¿Llevaré una cuerda? ¿Dos? ¿Zapatillas de escalada? ¿Haré vivac?

A veces me doy cuenta que las «matemáticas» no dan y respiro tranquilo. Pero también en ocasiones calzan y ahí sí que estoy en problemas pues ya no hay excusas para no ir. Excepto, claro está, tener el coraje.

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Escalando en caliza, en Prohodna, la monumental caverna búlgara. El único tarado que lo hacía con casco, sin magnesio y con calzas de mujer.

#El Anticristo es un personaje muy crítico; ácido e irónico en su manera de ver la realidad de la escena de montaña en Chile, ¿Te ha traído muchos problemas esta personalidad?

-Serían más si la gente realmente entendiera lo que lee.

#En las crónicas del Anticristo reúnes información de lo que ha acontecido en el mundo del montañismo chileno los últimos 10 años. ¿Ves alguna evolución durante este período, o notas cierto estancamiento en la manera de hacer montaña en Chile?

-Si se mira en términos absolutos, obviamente que ha habido un desarrollo. Es cosa no más de ver que finalmente se cumplieron todas esas tareas pendientes que teníamos como comunidad: Torre, Fitz Roy o la Torre Central del Paine (por citar algunas). Pero hay problemas, siendo el principal, que nuestra velocidad de desarrollo es menor que el resto. O sea, hay sentido de avance, pero olvidamos que el resto avanza también. Y más rápido. O sea, en realidad no hacemos más que quedarnos atrás.

#¿Cuáles serían las razones por las cuales avanzamos más lento que el resto?

Entendiendo que son variadas, en mi opinión hay un pecado capital que es el que nos juega en contra: no sabemos que no sabemos. O citando al Anticristo como dijo en una entrevista hace algún tiempo, «somos pencas no porque lo seamos sino porque no sabemos que lo somos».

Incontables han sido las veces que he tratado de convencer a los escaladores chilenos que adquieran mayor roce internacional; y son también incontables las negativas basadas en argumentos tercermundistas que sólo demuestran ignorancia. Una que a veces me supera y me hace pensar que no tenemos solución. Y ¡OJO! no olvides que solo soy el mensajero. Pueden si gustan encontrarme arrogante, feo, patas corta y viejo, pero eso no cambiará en nada nuestra situación. O sea, juzguen las ideas que comento en su propio mérito.

#¿Crees que la federación de andinismo tiene incidencia en el poco avance de nuestro montañismo?

-Esta es una pregunta complicada, no porque no pueda ser respondida, sino porque requiere justa elaboración, una que si la aplicáramos se saldría del marco de lo que es esta entrevista. Pero te puedo señalar que esta situación de estancamiento se deriva primero de nuestro carácter cultural, uno que a pesar de todos los avances en las comunicaciones y la tecnología, sigue siendo el equivalente a vivir en una isla. Lejos y aislados. En ese contexto, los dirigentes, que son seres humanos después de todo y no escapan a la cultura que les da vida, influyen. Así es que sí, tiene incidencia en el poco avance, pero sería injusto achacarles todos los problemas ellos.

#El himalayismo en Chile siempre ha estado oscurecido por una nube de polémicas, omisiones, y verdades relativas. ¿A qué atribuyes esto?

-Es una mezcla de cosas. Como deportistas no tenemos educación y manejamos mal temas críticos, como el conflicto, el dinero, la fama y, si gustan, el fracaso. Se blanquean las historias, que es una manera elegante de decir «ocultar», tratando de tapar las ambiciones y la competitividad… Oye, no me des cuerda, mira que podría hablar horas de esto.

#Has intentado ascender tres montañas de más de 8.000 metros (Dhaulagiri y Manaslu el 2009, Cho Oyu el 2012), siempre en un buen estilo, sin la ayuda de oxígeno y en plan más bien alpino; pero por distintos factores no has podido alcanzar la cumbre.

-Y, si quieres saber, aún no he contado la verdad de lo que ocurrió en esas tres expediciones. Donde una mezcla de mala suerte y auto sacrificio haya resultado que en los hechos sea probablemente el himalayista chileno más penca. Y eso alcanzó su clímax con lo que ocurrió en el Cho Oyu, de formas tales que me dejaron emocionalmente vacío a su regreso y que me convencieron de contar mi historia. De hecho, estoy en eso ahora. Escribiendo.

#¿Tienes pensado volver a intentar alguna montaña de 8.000 metros?

-No. Podría ocurrir, ¿quién sabe? Pero si volviera tendría que hacerlo aún mejor, en términos personales, y de nuevo con todo en contra. Ya encontré las respuestas que buscaba. Si viene, bien; si no, next.

#¿A qué te refieres con «todo en contra»?

-En los tiempos actuales, en el montañismo con tiempo y dinero todo se puede hacer. Por eso el estilo importa. No es sólo «qué» hiciste, sino también «cómo» lo hiciste. Entonces, en términos de himalayismo, están las expediciones tipo Jordán que prácticamente aplastan el cerro que intentan y donde el éxito viene casi asegurado de la mano de tanta logística que en realidad falsean la experiencia. Me refiero específicamente al descarado uso del oxígeno, guías, sherpas, cuerdas fijas y otras cosas. Así, quienes son miembros de estos intentos tendrán su cupo para llegar a la cumbre si juegan bien sus cartas; o sea, si se mueven correctamente en el plano de las confianzas o bien derechamente pagan por él.

Pero quienes abogan por el espíritu romántico del hombre, entre los cuales me encuentro yo, van al cerro en pelotas, no porque sean pobres (que no es el caso) sino porque lo enfrentan a mano desnuda. Compadre, al Dhaulagiri lo enfrentamos Andrés Guzmán y yo. Solos. Sin ni una maldita expedición que nos ayudara.

Entonces, imagina el regreso. Los que hicieron cumbre en estas expediciones «pesadas» adquieren relevancia; los otros, ni la polola va a buscarlos al aeropuerto.

Ahora, por favor no me saquen de contexto. Suena a envidia, pero en «Crónicas del Anticristo» hay columnas enteras donde se reflexiona extensamente acerca de este tema y queda más claro lo que opino del verdadero significado del deporte y el compromiso en el alpinismo moderno.

#En caso de que tengas la intención, ¿a qué ochomil irías?

-Ese es parte del problema. Everest o K2 solo iría si es a intentarlo sin oxígeno. Y no me gustaría regresar al Dhaulagiri. Gaherbrum II podría ser. ¿Vamos?

#Haciendo una retrospectiva a tu carrera deportiva, ¿sientes que tienes desafíos pendientes?

-Muchos. Y aún hoy trabajo en ellos. Y el hecho de que no descartó ninguno demuestra que aún tengo hambre.

#¿Algo más que se te quede en el tintero?

-Recordar a quienes constantemente me han estado ayudando. Por ejemplo, a Lippi y su staff de trabajo. A Out!, el representante en Chile de Petzl, Numa, Primus, Icebreaker y otras marcas. A PUNTObat, de quienes menciono ahora con afecto a Juan Emilio y Karen. También al Club Andino Alemán (DAV) que nunca dejan de apoyarme. Y así. 🙂

#Para finalizar, podrías dejar algún mensaje o consejo a quienes comienzan a tomarse en serio el tema de subir cerros

-Mira, me he equivocado mil veces hoy y mil veces ayer, pero si algo tengo es perspectiva. Y eso me ha hecho intolerante al talento desperdiciado. Jóvenes, hombres y mujeres, que tienen algo especial y que, ya sea por mala suerte, ignorancia o derechamente incapacidad para pensar, lo han dilapidado. Por supuesto, hablamos de escalada y montañas, es decir, de potencia física, grado de dificultad alcanzado y coraje. Pero, ¿dónde están ahora? ¿Qué fue de ellos? No estoy implicando que se hayan muerto (algunos sí), sino que tales virtudes les fueron inútiles porque no las acompañaron de otras que hay que desarrollar. Como la paciencia. O la disciplina. Y por supuesto la cultura.. Me desvié del tema. Lo que quiero decir es que no pierdan el tiempo. Vayan y saquen a bailar a la niña más linda de la fiesta y que los demás se pudran.

He dicho.

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Dihedral Wall, Yosemite, fotografía tomada por Darío Arancibia. Lo que nunca se contó era que Fica
tuvo que escalar los dos meses con los meniscos rotos…

Algunos logros deportivos de Rodrigo:

#Sobre 70 ascensos de alta-montaña en Chile, Argentina, Perú, EE.UU., Oceanía, Federación Rusa y Antártica (Aconcagua, Ojos del Salado, Denali, Elbrus, Vinson, Artesonraju, Parinacota, Marmolejo, Chopicalqui y otros)

#Clásicas escaladas alpinas: Pared Sur del Morado, Pared Sur del Arenas, Invernal a la Sur del San Francisco, Pared Sur Mesón Alto (primer ascenso solo en el día)

#Varios big-walls en EE.UU. y Chile, entre ellos nueva ruta Torre Norte de Rengo (Séptimo Arte, 750 m), nueva ruta y primer ascenso nacional del Peineta en Torres del Paine, (Capicúa Pastor, 500 m) y la primera escalada de cordada nacional en la ruta Dihedral Wall en el Capitán, Yosemite (800 m).

#Primer Cruce Longitudinal del Campo de Hielo Sur, 1998-1999. Junto a Pablo Besser, José Pedro Montt y Mauricio Rojas

#Creador de rutas de escalada deportiva (“Los Miserables” Placa verde junto a Patricia Soto, Francisco Rojas y Dario Arancibia; “Marea Roja” cara oeste de la Placa Roja, solo)

#Primer ascenso en el día y en solitario del Cerro El Plomo (vía glaciar colgante), Volcán San José y Loma Larga. Además del 1er encadenamiento de las Placas de Lo Valdés (Roja, Gris, Grande), en 8 horas (24 largos, 5.10a).

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Crónicas del Anticristo:

http://www.amazon.com/Cr%C3%B3nicas-del-Anticristo-Spanish-Edition-ebook/dp/B00GTU23IM/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1385080144&sr=8-1&keywords=cronicas+del+anticristo.

http://www.ediciondigital.cl/cronicas-del-anticristo/.

 ***Por Sergio Infante*** (más artículos del mismo autor aquí)

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