Se acabó el Vil Proyecto // Benja Lira realiza el primer ascenso a una ruta equipada hace 4 años en El Arrayán

Cruela de Vil, una de las rutas que más se había negado a ser encadenadas en el Arrayán, finalmente ha dado su brazo a torcer.  Sufrió embates de lo más selecto y poderoso de la escena local, pero nadie pudo hacer mella a esta estética línea de unos aproximados 20 metros de recorrido y con una larga pasada por techo.

La vía fue equipada por Pere Vilarasau, una vez más, hace ya unos cuatro años y en un comienzo parecía un itinerario posible, pero muy lejano. Tuvo el honor, en ser la primera vía equipada en los techos del arrayán, específicamente para ser escalada en estilo deportivo (ya había otras para el Dry Tooling). Con las cintas fijas que dejó el mismo Pere, no faltó más de un valiente en batallar en los duros y tensos movimientos del techo que incluso, vio a Cristóbal Vidal a una mísera caída de distancia de hacerse con el primer ascenso.

Benja en la lucha contra la malvada Cruela, Foto: José Tomás Labrin.  

Toda esta historia no intimidó a Benjamín Lira, que siendo uno de los escaladores más escurridizos del orbe, le dio pegues hasta encontrar el método más conveniente para él. Muchos intentos y comenzaron a salir una infinidad de empotres de rodilla, que lo llevaron al primer problema. Rodilleras fueron la solución (con visita a su modisto incluido, para dejarlas enchuladas y funcionales), las que le permitieron meterle aún más trabajo a la vía, sin destrozarse la piel. Segundo problema, el roce infernal de la cuerda luego de pasar el techo y enfilar hacia la placa final. Esta solución se la presentaría un iluminado escalador que le recomendó escalar con dos cuerdas, una para la sección del techo y otra para el tramo final.

Como buena estrella de cine, el «Tony Calguel chilensis», con toda la vestimenta necesaria (y sus rodilleras, también), un buen par de cuerdas y de aseguradores y todos los fanáticos dándole el apoyo, incluido el Tucúquere del bosque, el Lunes 18 de Noviembre, se paró en la base del proyecto y comenzó la escalada para resolver sin caídas y hasta la cadena, esta futurista ruta visionada por Pere.

Para Benjamín, la vía se podría dividir en dos tramos. Por una parte, el techo, que tendría un nivel de 5.12d y por otro,  la placa que sigue después del reposo que se encuentra al final de la travesía, podría ser 5.11c. Esto daría para él, un 5.13c?…. obviamente, no confiamos en sus matemáticas, por lo que cada sección podría ser un poco más dura y con una graduación final que ronda entre el 5.13c – 5.13d. Como es habitual aclarar, el grado es aproximado y podría ser más fácil o más duro, pero es una buena referencia para atreverse e ir a probar.

Benjamín agradece a las personas que lo ayudaron en el proceso y a Pere, por  equiparla. Además agrega con letra firme y clara: ¡A CUIDAR EL BOSQUE!

Por Nico Rivas (ver más artículos de Nico Rivas aquí).  

Fotos: José Tomás Labrin

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