Los errores más clásicos en el gimnasio de escalada
Los gimnasios de escalada, como El Muro en Santiago, si bien son centros de entrenamiento, también acogen a principiantes y novatos que quieren iniciarse y aprender de este maravilloso deporte, quienes aún no tienen experiencia o conciencia de los riesgos asociados. Y al mismo tiempo, en ciertos horarios estos gimnasios reúnen a mucha gente, transformándose en un lugar de esparcimiento y encuentro social. El problema es que cuando escaladores expertos o alumnos pierden el foco de lo que están haciendo realmente, y orientan su atención hacia distractores sociales mientras aseguran, se encordan o escalan, se pueden producir pequeños-grandes errores que generan malos ratos, sustos e incluso accidentes.
No todos los errores en la escalada son mortales, sobre todo en un gimnasio, donde la muerte es algo muy poco probable, pero sí hay que tener presente que existe esa posibilidad, o la de un serio accidente. Lo que sí sucede a menudo, es que estas equivocaciones puedan provocar lesiones, o bien, simplemente, malas experiencias que además de amargar el día, podrían aumentar el miedo a volar e incluso, terminar alejando a las personas para siempre de la escalada.
Por eso es siempre importante tener presentes cuáles son los errores más típicos. Mientras más los mentalicemos, menor será la posibilidad de cometerlos:
1. No chequear dos veces el nudo y el sistema de seguridad (mosquetón y freno). Aunque suene majadero (lo hemos repetido en numerosos artículos), esto es FUNDAMENTAL. ¡¡REGLA NÚMERO UNO!! Muchas veces por estar conversando o mirando para el lado, el escalador olvida hacerse el nudo y el asegurador olvida revisarlo. Como le pasó a Lynn Hill una vez en Buoux, Francia en 1989, quien no se terminó de anudar el nudo y cuando llegó al top, se soltó, cayendo casi 23 metros a suelo. O también si el sistema de seguridad (grillo o ATC) queda mal puesto, o el mosquetón mal cerrado, el sistema de frenado puede fallar cuando el escalador caiga, produciéndose un accidente mortal.
2. Exceso de confianza. La confianza en sí mismo es una gran herramienta para mejorar en la escalada. Pero el exceso de ésta, es un gran enemigo. Hay que tener clara las capacidades de cada uno y no hacer lo que uno no sabe ni asumir riesgos que se podrían evitar. Por ejemplo, si estás aprendiendo o te mueves en los 5.10… claramente ir por un 5.12c puntenado no te va a ayudar en nada, lo que sí, te podrías lesionar realizando un paso. O saltarte un par de chapas (o no chapar las primeras) porque “obvio que yo no me voy a caer”. El exceso de confianza es una de las principales razones de accidentes y muchos escaladores expertos pecan de ello. La humildad es un gran aliado.
3. Asegurar “pajareando”. Típico, típico, típico. Nunca falta el asegurador que mira para cualquier lado, que conversa, que coquetea, que está que se queda dormido… y no mira al escalador o lo que es peor, pierde conciencia de lo que está haciendo. Cuando esto sucede, entonces pasa que los aseguradores no se dan cuenta que ya no están sujetando la cuerda, que tienen el dedo trancando el freno del gri-gri, o reaccionan soltando la cuerda ante la caída del escalador (ya se imaginarán lo que pasa si están asegurando con ATC entonces). Todos estos errores provocan caída a piso. También un error común del asegurador que “pajarea” es que da mucha cuerda, o no se percata que además queda una guata en la cuerda entre el nudo del escalador y la última cinta que chapó… y se aleja demasiado de la pared… de modo que cuando el escalador cae, la caída pueda ser tan larga, que llegue al suelo o caiga encima del asegurador pudiendo lesionarlo gravemente.
4. Poner la pierna detrás de la cuerda punteando. Este es un clásico error, sobretodo en principiantes. Al puntear, si uno deja la pierna debajo del tramo de cuerda bajo la última cinta chapada, al momento de caer, esta que atrapada y entonces es posible darse vuelta y quedar cabeza abajo. Esto es peligroso, porque aumenta la probabilidad de sufrir un golpe de cabeza. Cuando el escalador realiza este error, debe de inmediato sacar la pierna (el asegurador debe alertarlo), incluso si esto arruine sus posibilidades de encadenar.
5. Chapar al revés. En muchos casos, nervioso, cansado o distraído, el escalador toma la cuerda rápidamente y chapa como le salga… Pero ojo, el escalador al momento de chapar tiene que fijarse que la cinta no esté torcida y que al ejecutar la chapada, la cuerda esté pegada a la muralla y desde ese punto pase por el mosquetón hacia el escalador, ya que de lo contrario, al momento de caerse, la cuerda se puede salir del mosquetón, abriendo el gatillo de este.
6. Chapar en Zeta. Para mucha gente es cómodo y rico que una ruta de escalada tenga los seguros (cintas) bien cerca uno del otro (como en el gimnasio el Muro), lo que efectivamente, disminuye el riesgo de caídas largas y peligrosas, pero, también hay que tener presente un error muy común que puede arruinar un pegue encadenador. “Chapar en zeta”, que es cuando el escalador toma la cuerda para chapar por debajo de la cinta clipeada anteriormente. Esto impide que el escalador siga avanzando.
7. Morder la cuerda. Esto es algo que todos los escaladores hacen, hasta lo más expertos, pero hay un riesgo asociado. Cuando la persona que va punteando pide cuerda para chapar, pero le falta más tramo para alcanzar la chapa, muchas veces sostiene la cuerda con los dientes mientras pide más. El problema es que si está chapando “pitilla”, y se cae con la cuerda en la boca, podría, además de perder más de algún diente, tener un accidente grave.
8. No dinamizar las caídas. Todo escalador tiene su peso. Hay una relación entre el peso del asegurador y el peso del escalador. Cuando el escalador pesa menos que el asegurador, entonces, este último debería dinamizar la caída del escalador. Esto se puede hacer de varias formas. Basta que el asegurador se deje llevar con un saltito y siempre atento a poner los pies en la muralla, de modo que la caída se sienta más suave. Si el escalador es mucho más liviano que el asegurador, entonces se recomienda usar ATC, como lo hacen en las competencias, para que el asegurador deje correr un poco de cuerda por el sistema en el momento en que se tensa la cuerda en la caída (SIN JAMÁS SOLTAR LA CUERDA). Para esta maniobra se requiere práctica y experiencia y ojalá ocupar guantes. La dinamización es muy importante, ya que cuando la caída es muy estática, el escalador se puede golpear bastante fuerte contra el muro, pudiendo lesionar sobretodo sus tobillos o rodillas.
Por Chileclimbers