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Renuncia a tu trabajo y viaja por el mundo para escalar

Fecha de Publicación: 18 febrero, 2013

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Si alguien te dijera: “deja tu trabajo y viaja por el mundo”, ¿Cómo reaccionarías? ¿te reirías pensando que es un sueño imposible o realmente lo considerarías? Quizás, incluso si fuese tu fantasía más añorada… creerías que es algo que nunca va a pasar en realidad. Si piensas así, ni un brillo.

Para la mayoría de la gente, la idea de dejar el trabajo para irse a viajar por el mundo es “descabellada” y un sueño bastante lejano… algo para hippies, vagos, montañistas locos o escaladores auspiciados… Pero viajar no es una realidad inalcanzable o algo que podría ocurrir, con suerte, una vez en la vida. Viajar es una forma de vida. Hay un gran número de gente alrededor del mundo -sobre todo en estos tiempos en que los jóvenes postergamos el matrimonio y la familia, que disfrutamos por más tiempo los pololeos o que simplemente, no le tenemos tanto miedo a la soltería- que están dando el paso de abandonar sus trabajos de oficina para viajar por una larga temporada. ¿Y por qué no? Y es que ya no se vive para trabajar, sino que se vive para viajar, ya sea con el fin de escalar, recorrer, aprender idiomas, subir montañas, en fin… se vive para “vivir” de verdad.

Una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta, es que en realidad no siempre hay necesidad de renunciar del todo a tu trabajo. Puedes irte con “tu cartita bajo la manga”. Hay muchas personas que tienen la capacidad de conversar con sus empresas y pedir un tiempo “sin goce de sueldo”, por periodos de 6 meses, un año o más. Más aún si hay un objetivo de por medio, como hacer un curso, aprender más inglés, etc… Sólo hay que tener un poco de ingenio y saber plantearlo. Según Diario La Tercera, en países como Estados Unidos entre el 15% y el 18% de las empresas cuentan con programas especiales para otorgar a sus trabajadores un año sabático, sin sueldo, pero con la posibilidad de recibirlo 12 meses después de vuelta al trabajo. Alternativa que por lo demás, no tendría límite de edad. Ya, puede ser que en Chile estemos a años luz de una mentalidad así en el mundo laboral, pero siempre está la posibilidad de intentar un buen acuerdo.

Un gran, gran, consejo que una vez me dieron es “nunca tengas miedo de dar un paso o tirarte a la piscina por ganar menos plata de lo que ganas hoy… la plata va y viene. La plata es una herramienta para hacer cosas, no una limitante para dejar de hacer cosas”. ¿Les parece obvio? No lo es tanto en realidad. Cuántas personas se amarran a su sueldo… se aterran ante la posibilidad de perder el trabajo que no les gusta, sólo porque no pueden concebir la idea de quedarse sin las lucas del fin de mes, o ganar menos. Hay quienes, sí, están fregados, porque tienen créditos, familias que sustentar, deudas que pagar. Pero si no es tu caso; si simplemente eres un joven escalador, sin grandes responsabilidades, ¿por qué tendría la plata que convertirse en unas cadenas que te amarran los pies?

¿Y qué tal sus dos meses en Ton-Sai, Tailandia?

En Chile la tendencia de tomar un año sabático está en auge y normalmente se da en la franja etaria de 18 a 30 años. Nadie te puede asegurar que salga todo bien, pero sin duda es la oportunidad de vivir una experiencia que te podría dejar gran satisfacción y generar amplios beneficios a nivel de desarrollo personal, e incluso profesional, ya que en general en los viajes las personas maduran y amplían su mente. Sobre todo para aquellos que son profesionales y trabajan, el tomar un año sabático para viajar, puede ser una oportunidad para volver a enamorarse de la profesión. Según un artículo publicado en La Tercera “en nuestro país, hoy existe mucho estrés, agotamiento y enfermedades ocasionadas por los niveles de exigencia que implica el trabajo. Esta forma de vida, para muchos es necesaria, sin embargo, si no existen prácticas de autocuidado, las consecuencias a la larga pueden ser negativas tanto para las personas, como para los resultados de la organización”. Por esta razón algunas empresas en Chile ya están considerando el año sabático como un incentivo para sus trabajadores.

Por eso si tu sueño es “algún día voy a renunciar y voy a viajar a escalar por el mundo”… ¿Por qué no concretarlo?, ¿Por qué no ponerle fecha a ese “algún día?”. Si aún no estás preparado, o tienes otros proyectos en mente, pero no quieres renunciar a ese sueño, entonces el primer gran consejo es: DEUDAS NO. Evita créditos, nunca compres con plata que no tienes. Rompe las tarjetas de las grandes tiendas. Ahorra y compra después. Toma decisiones inteligentes, no gastes las lucas en cosas que realmente no valen la pena. El consumismo es un mal que hay que evitar. Y no tiene nada que ver con el estilo de vida de un amante de un deporte tan libre y hermoso como el nuestro.

Finalmente, más allá de que un año sabático te podría servir para viajar, desconectarte, apretar como mono, mejorar como escalador, desconectarte de la rutina y gozar como chancho, el verdadero objetivo es otorgarse una instancia para reflexionar, conocerte a ti mismo y mejorar como persona.