Cómo se exponen los meniscos (rodilla) a una lesión en la Escalada.

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Es muy común sentir dolor en las rodillas mientras escalamos, o durante la aproximación de nuestra zona favorita.

Las rodillas son un sistema muy complejo de nuestro organismo, no son sólo una bisagra que realiza flexión y extensión, también rota, al hacer un lolot por ejemplo.

La rodilla está compuesta por el fémur, la tibia y la rótula. Entre el fémur y la tibia existen unas especies de almohadillas llamadas «meniscos». Estas estructuras generan un aumento de congruencia articular, es decir, permiten que las superficies articulares se parezcan más una a la otra. Cumplen varias funciones, entre las cuales destacan la amortiguación de los impactos de la articulación y su lubricación.

En ciertas situaciones, tanto en la vida cotidiana como deportiva, estas finas estructuras pueden sufrir pequeñas roturas que afectan al normal funcionamiento de la articulación. Si cargamos peso con nuestra rodilla y al mismo tiempo realizamos un giro brusco de ésta, podríamos ocasionar una rotura de los meniscos, lo que ocasionaria dolor e incluso bloqueos de nuestra articulación, o sea, que ésta se quede pegada en una posición.

Pensando en la escalada, un lolot con exceso de peso sobre el pie o un taloneo extremo con la rodilla en flexión, más rotación, perfectamente podrían ocasionar una ruptura meniscal, así como también durante el descenso de una aproximación en donde necesitemos girar nuestro cuerpo con el pie fijo en el suelo. Entonces durante un taloneo con la rodilla muy doblada, con el cuerpo cerca de la roca y si luego intentamos pasarle el peso del cuerpo a nuestro talón para ir a la siguiente presa o una salida en mantle, significan un potencial riesgo para sufrir una lesión meniscal. Clásicos movimientos de Boulder que generalmente no les prestamos mayor atención podrían pasar a significar un molesto e incapacitante dolor de rodilla. Ademas para los amantes de tradicional, una buena y continua fisura de manos implica subir los pies bien alto, empotrar firme el pie y desde esa posición con todo el peso del cuerpo en un sólo pie con gran flexión y rotación de rodilla, podría implicar cierto riesgo.

Entonces ¿qué debemos hacer para evitar este problema? La solución es simple; tenemos que controlar al máximo los movimientos que implican flexión de rodilla más rotación de rodilla más carga de peso. Esto no significa que no podamos realizarlos, sino tener conciencia de nuestros propios movimientos para generar un trabajo controlado. Suena dífícil pero no lo es tanto, basta con prestar mucha atención a nuestros movimientos, repetirlos y tener conciencia de la posición articular en todo momento. A varios les ha pasado que escalando un grado duro para si mismos, con la concentración enfocada en apretar y apretar, han descuidado ciertos movimientos que podrían terminar en una lesión.

Por Pedro Pablo Sermini Lesser
Kinesiólogo

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