Relación entre el tendón y el músculo

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Es muy frecuente observar en el mundo de la escalada, la aparición recurrente de
lesiones del aparato osteomuscular, más precisamente, lesiones tendíneas, de músculo
propiamente tal y también ligamentosas. Valdría la pena preguntarse en algún momento,
si es posible evitarlas, acelerar su proceso de recuperación o impedir su cronicidad?
La siguiente columna intentará advertir e informar de algunos detalles de cómo la
presencia de una lesión osteomuscular puede manejarse más terapéuticamente.
El sistema muscular está compuesto básicamente del vientre muscular y de 2 regiones
extremas denominadas tendones, a través de las cuales el músculo se ancla al hueso
y de este modo moviliza finalmente la articulación involucrada. El vientre muscular
corresponde a un tejido ricamente irrigado de sangre (capilares) e inervado también
por una vasta red de fibras nerviosas que llegan a él y trasmiten la información desde
el cerebro. El cómo y cuán irrigado e inervado esté, determinará la función destinada
a dicho músculo. Por ejemplo, los músculos extensores de cabeza y cuello están gran
parte del día activados dado que son músculos posturales, por tanto sus requerimientos
de irrigación son elevados.
El tendón por su parte, completa la misión del sistema muscular, transfiriendo y
absorbiendo la mayor parte de la energía mecánica realizada por la contracción
muscular para generar el movimiento articular. Por lo pronto, el tendón es un tejido no
contráctil, resiste grandes fuerzas tensionales, pero desde el punto de vista estructural,
está pobremente irrigado en comparación con el vientre muscular, así su capacidad de
trofismo (crecimiento) y cicatrización (post inflamación) es muchísimo más lenta que el
músculo.
En escaladores recientes o en aquellos más avanzados que progresivamente aumentan
las cargas de entrenamiento, se deben considerar algunos puntos relevantes:
• Las ganancias de fuerza muscular son muy rápidas al inicio, debido principalmente
a mecanismos neuromusculares; el movimiento se ejecuta con mayor precisión,
destreza, exactitud, etc., y no debe pensarse jamás que se debió a un aumento en
el tamaño del músculo (hipertrofia muscular) o aumento en el diámetro tendinoso
(hipertrofia tendínea), esto supedita al escalador a no aumentar las cargas a pesar de
percibirlas como suaves.
• El músculo crece y cicatriza mucho más rápido que el tendón, por lo que debe
esperarse un tiempo más prolongado para que éste último se repare posterior a una
lesión ( en lesiones tendinosas contemplar al menos 7 días más luego del periodo
asintomático, esto para dar una fase de protección tendínea post inflamación).
• Una vez alcanzada la hipertrofia del músculo (ejemplo flexores de los dedos),
esperar también, al igual que el punto anterior, el crecimiento del tendón que es
histológicamente más lento. La indicación es no progresar en las cargas al menos 7
días después de constatar el crecimiento muscular.
• El tendón recoge toda la tensión generada por el vientre muscular (contracción
muscular). Si se advierte la presencia de una contractura del músculo, evitar
al máximo la propagación del dolor hacia el tendón, disminuyendo la carga
drásticamente.

Martín Saavedra C.
Kinesiólogo U de Chile
Mhd fisiología U de. Chile

Espero que la información presentada les ayude en parte a prevenir la indeseable

aparición de lesiones. Si tienen algún, comentario inquietud o duda, pueden escribirme
martin.saavedra.c@gmail.com

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